-De nuevo encuentro sabiduría en tus palabras, Zurkor. Yo necesitaré un rato para preparar de nuevo los conjuros usados y luego descansar. Si no os importa, puedo hacer la primera guardia, después prepararía mis conjuros y, mañana, me levantaré después que el resto.

- Puedo mirar? - preguntó el mediano, sin querer reconocer que se sentía orgulloso de que lo considerasen sabio - Como puedes ver yo también tengo acceso a algo de magia - agregó levantando la antorcha siempreardiente y señalando su morral - Pero solo sirven para iluminar o llevar cosas. Nunca puede ver como alguien... eh... "preparaba los conjuros usados" - repitió cuidadosamente - Quizás así puedo empezar a aprender -

La idea del mediano Eulendileas era, seguramente, la más acertada. Pasar otras cuantas horas a la interperie no era la más adecuada. Mucho más cuando cerca de ellos había un cartel que decía que Melvont estaba a poco más de una hora de camino, y a menos de media si el recorrido era a pie.

Si era cierto lo que sospechaban, aquella tierra estaba infestada de orcos, y tratar de pasar la noche allí era una absoluta locura, a no ser que quisieran seguir combatiendo y enfrentándose a enemigos durante toda la noche. ¡Al menos estarían entretenidos hasta el amanecer!

Con su eterna parsimonia, Jed contesto a Zurkor. 

-Por supuesto que puedes mirar, Zurkor, pero te advierto que es algo bastante aburrido de ver. Solo soy yo memorizando palabras y gestos hasta tal punto que pueda repetirlos de memoria al dia siguiente.

El mago hizo entonces una pausa repentina.

- Un momento!-dijo. Kell, ilumina por aqui- dijo mientras volvia atras por el camino andado. Aqui esta. Sabia que habia visto un cartel hace unos minutos. Fijaos, en media hora podemos estar en una buena taberna. Parece que al final mo habra que acampar!

- Ah... solo eso? Bueno, quizás te pueda ayudar - asegura convencido tras escuchar las explicaciones del mago - quizás pueda repetir esas palabras y gestos contigo para poder recordartelas si tu te las olvidas -le propone

Sin embargo tras oir las palabras del mago respecto a la distancia asiente - Solo media hora? Entonces podré conocer esas "camas" esta misma noche? Bueno. Por mi parte estoy dispuesto. Solo que estemos atentos a los orcos, no me gustaría que nos intenten emboscar en el camino. Quizás debería volver a guardar mi antorcha mágica - se plantea - Y no avanzar por el camino sino a su vera. Si nos intentan emboscar, yo los emboscaré a ellos - asegura, seguro de si mismo - A alguno le interesa llevar la antorcha? o la guardo en mi bolsa? - pregunta sin notar la aparente incogruencia de sus palabras. Si bien todos han visto como ha sacado la antorcha del morral está claro que el tamaño del no parece suficiente como para almacenar una antorcha... y menos encendida. Aunque a Zurkor no parece importarle

Si esa es la distancia que queda deberíamos partir antes de que los orcos se reagrupen y puedan volver para atacarnos.

Fausto se maldijo por no haber visto aquel cartel. Así no se hubiera encontrado con aquellos orcos y sobretodo con aquellos medianos.

Miró directamente al mago. 

Iré unos metros por delante, solo, si me detengo hacéis lo mismo, será que puede haber algún tipo de peligro.

Ya decía yo que estábamos cerca. ¡Bien! dijo, limpiándose la ropa de la sangre y del polvo que había acumulado.

Vamos, vamos, yo  también iré primero. ¡Me encanta ser el primero en ver las cosas! Y descubrir tesores, y ver gente... ¡A lo mejor encuentro a otro perro! Me costará que me siga, pero con comida seguro que viene. ¡Vamos, vamos! Hay que moverse ya. ¡Melvont nos está esperando!

Eulendileas empezó a correr tanto como sus pequeñas piernas le permitian. Estaba ansioso por esa nueva aventura. Aunque esperaba que Guau pudiera estar muriéndose de envídia