- ¡Sí te agarré! - al fin le había dado alcance a la cosa brillante que había captado mi atención, se trataba de un dije con forma de corazón hecho de cristal, muy brillante que relucía con los colores del arcoíris cuando el sol le daba. Escuché la voz de mi amiga que venía desde la orilla, aunque se escuchaba algo lejana. Giré para verla y responderle que todo estaba bien dándome cuenta de que había nadado más de la cuenta. - ¡E... estoy bien! ¡Ya voy para allá!
Le grite dando señas con mis manos aunque ya me había puesto muy nerviosa por lo que como era de costumbre empezaba a hiperventilar. Por mas que pataleaba sentía que no avanzaba en lo más mínimo y con mi histeria en aumento no alcanzaba a tomar bien las olas para usarlas como impulso en su lugar terminaba arrastrada por ellas cuando volvían a la costa. En mi desesperación no vi que Kenzo era el que se acercaba por lo que cuando estuvo cerca de mi pegué un grito que estoy segura hasta mi madre escuchó en el living de su casa.
- ¡No me mates! - chillé pataleando y agitando mis brazos frente a mi salpicando agua para todos lados. Hasta que por fin me di cuenta de que solo se trataba de mi compañero. Con la respiración agitada por el esfuerzo intenté proferir un par de palabras.- Solo eres tu... lo siento no quería preocuparte.
Con la cara roja de la verguenza por el escándalo que había hecho me dejé hundir - solo déjame morir aquí es lo más digno.
Hikari agradeció el gesto de Kenzo y se quedó en la orilla del mar viendo la interacción entre este y su amiga. El viento era suave pero igual el oleaje parecía bastante peor en el fondo. La chica estaba nerviosa aunque siguiera conservando su temple.
-Vine a la playa porque sería más tranquilo que un volcán y mira lo que termina pasando –se dice a sí misma mientras aguarda que sus compañeros vuelvan sanos y salvos. Ni se fija en su libro que ha quedado olvidado y cuyas páginas siguen pasando debido al viento. Su cabello vuela también tironeado por las manos invisibles del aire y su falda ondea como bandera.
“¡Espero que vengan ya… ¿por qué tardan tanto? ¡Ayy par de vacaciones que llevamos! ¡¡Y recién empiezan!”
Miro a Kim bastante avergonzada, pero aunque su rosto se mantenía serio le ofreció la mano -¿Necesitas ayuda, no?- digo con su voz gruesa, pero con tono de confusión -Te ayudo a salir, que la marea puede ser problemática- se podía notar que se sentía extraño hablando con un compañero de clase.
Le ofrece la mano y le ayuda nadar a la orilla si ella la acepta.
además de imaginarme la escena de Toph y Suki por alguna extraña razón XD
- Si supongo que si la necesito pero de un terapeuta- dije medio hundida soltando burbujitas cada vez que abría la boca. Tomé su mano y me sujeté de él tratando de no estorbarle. Probablemente si no hubiera perdido el control de mi misma como solía hacer, me hubiese sido fácil llegar a la orilla. Ahora estaba cansada solo por haber actuado como una niña asustada.
- Gracias Kenzo, me disculpo por las molestias- dije cuando estuvimos en la orilla inclinándome ligeramente.- Y también lo siento mucho Hikari, no me di cuenta de lo lejos que iba, siempre te causo problemas verdad? pero espero que esto lo compense, lo encontré mientras nadaba.
Le extendí el dije de corazón a mi amiga, esperando que con eso no me odiara tanto, aunque bueno tratandose de Hikari me parecía imposible verla odiar a alguien.
Se rasca la cabeza mirando para otro lado, era bastante claro que estaba incomodo con toda la situación, así que cuando por fin miro a Kim solo le dedico una pequeña reverencia y comenzó a caminar alejándose del lugar para volver a tirarse en su toalla, desde donde miro la escena de las dos chicas por unos breves segundos para luego acostarse por completo.
Hikari ve venir a su amiga y vuelve a respirar con normalidad. Lo primero que hace es inclinar su torso hacia adelante y agradecerle al muchacho.
-Gracias.
Su amiga luego le enseña un objeto precioso al que ella siguió en el mar y por el cual se metió en problemas. Abraza a Kim con fuerza y se le llenan los ojos de lágrimas. –Solo quiero que estés a salvo, que seamos amigas hasta que nos volvamos con el cabello blanco y la cara arrugada.
Hikari no es muy expresiva, a veces parece simplemente una come libros, pero la realidad es que tiene sentimientos y muy fuertes. Ella es una persona que valora mucho, y pensar que la podría haber perdido le hace doler el corazón.
Se sienta luego en la arena, mirando el precioso dije. Está muy agradecida al muchacho aunque no dirá nada más, es tímida y cree que mejor Kim sea la que haga esos honores, aunque su amiga tampoco es extrovertida en demasía ni mucho menos.
-No te me vuelvas a perder así.
Me gusta la velocidad, el cine, el deporte, por lo general trato de evitar estudiar para hacer cosas que en un futuro me permitirán ganarme la vida. Tengo claro que estudiando no voy a tener un gran futuro, así que invierto mi tiempo en lo que si puede. ¿Qué quieres hacer tu de tu vida?.
-"Pues yo sí que intento esforzarme en mis estudios, pienso que de esa manera me será más fácil conseguir una beca para la universidad y así poder ayudar a mi madre. Me gustaria estudiar una ingenieria, informática, si eso me gustaria"