En aquel momento Uk-47 estaba disparando con el culo, literalmente se había dado la vuelta en el cubículo de la torreta para intentar encontrar los valiosos créditos y su chapa metálica de la parte posterior de su bajo torso había presionado el gatillo hacia delante y había pulsado el botón rojizo. Si llega a haber acertado hubiera sido una historia que contar pero no, el disparo se dirigió hacia el planeta del que intentaban alejarse.

_{Mientras tanto en una aldea de los moradores de las arenas de Tatooine, Kkendriaakk se disponía a ir al pozo de la lucha, era su primer día y estaba emocionada, se acababa de convertir después de mucho esfuerzo en una luchadora y ahora tocaba demostrárselo a su clan. Su difunto y honorable padre le había otorgado su palo gaffi antes de morir por las heridas que le había provocado un dragón Krayt el mes anterior. La moradora sólo podía pensar en lo orgulloso que estaría de verla derrotar a su primer extranjero en el pozo. Salió de la tienda de tela y anduvo dos pasos hacia el lugar, sin embargo, algo la hizo mirar arriba, hacia el cielo ¿Sería su padre observándola? Pues no, era un láser que la atravesó la cabeza de lado a lado y la dejó en el suelo cubierta de sangre y desparramando sus sesos por el suelo arenoso.}

Vale Klee... la nave está casi anclada a su propio rumbo. Hasta un mynox tuerto nos podría alcanzar con una piedra si esas criaturas asquerosas tuvieran manos. O te pones las pilas o somos un amasijo de hierro en tres, dos, uno...

Con toda la intención del mundo, el rodiano intentó centrarse en la trayectoria errática del piloto y así poder adivinar y prever sus movimientos. Había derribado los escudos de proa con lo que lo más probable era que tratase de atacar de nuevo por allí. Teniendo en cuenta que el Colmillo no iba a moverse del rumbo lo más lógico sería pensar que intentaría un ataque rápido alcanzando la nave desde el lado de estribor. 

Y si no, Klee.. que te den mucho por culo por idiota. 

El rodiano apretó hasta el último de sus músculos y...

—¡Toma ya...! Jódete cabeza cubo. —exclamó al ver que en efecto le alcanzaba con la cañonera.

El disparo sin querer de UK-47 mientras rebuscaba sus créditos perdidos terminó provocando una pequeña desgracia de la que nunca tendrían noticias a cientos de kilómetros de allí. El caza se preparaba para darles el golpe de gracia cuando Klee apretó el gatillo con fuerza y a continuación una explosión iluminó el puesto de la torreta en la que se encontraba el rodiano. Había hecho picadillo al último de los cazas TIE, y prácticamente en el último suspiro. Lo que les permitió a todos poder respirar aliviados de nuevo. Ahora el Colmillo de Krayt volaba en solitario, alejándose cada vez más de la bola de arena que era el planeta Tatooine desde aquella distancia.

Nadie más les seguía, ningún otro caza zumbaba pisándoles los talones ni tenían porque preocuparse ya de las garras de Teemo el Hutt ni del Imperio. Podían reparar con tranquilidad y sosiego los desperfectos ocasionados en la nave antes de dar el salto a la velocidad de la luz y largarse en un solo suspiro a los confines del sistema Tatooine. El módulo de arranque había sido instalado con éxito y reactor de hipermateria estaba listo para cuando hicieran los cálculos de astronavegación y el piloto de la nave empujara la palanca que convertía los puntos de las estrellas que salpicaban el espacio exterior en largas líneas brillantes que pasaban a velocidad de vértigo junto a ellos. Ya no tenían prisa por hacerlo, pero se la dieron igualmente. No fuera que Trex, Teemo, o los imperiales que el Hutt tenía el bolsillo mandaran refuerzos. Cuando el Colmillo al fin dio el salto, se sintieron tremendamente agotados, pero inmensamente felices. 

Fin