Sam se levantó como pudo una vez descansó unos minutos su pierna. Aún podía caminar, pero de ahora en adelante si quería cambiar de forma, debería hacerlo con algo menos pesado.
-Si, apresuremos a investigar este lugar y regresemos cuando el sol se esté ocultando. Además hace tiempo que la niebla no ha vuelto a aparecer, según los aldeanos, y si volviera a aparecer, supongo que primero se generaría en la cienaga. ¿No creen?
Caminó disimulando una leve cojera mientras se acercaba a dónde Alek había visto el rastro. Observó el suelo por unos segundos. -¿Crees que puedas seguir el rastro de quien sea que se haya adentrado? - Indagó al explorador.
Sam va a seguir a los demás por ahora en su forma humana. (bueno, más bien forma mediana)
Pongo una sonrisa nerviosa, apretando los labios, sin mirar a nadie en particular.
—Querido, si esa niebla se forma en la ciénaga, con más razón no quiero estar aquí durante la noche.
—Apresurémonos en revisar por encima esto y volvamos, voto lo que Taddy, pero por diferentes razones.
- Entonces estamos de acuerdo - comentó Alek. Colmillo, que había estado algo separado del grupo, se acercó de un salto entendiendo que el breve descanso estaba terminando.
- Sobre el rastro... - agregó algo preocupado cuando Sam le preguntó - las huellas parecen indicar que alguien ingresó, pero no veo marcas de que hayan salido. No son muy frescas, el viento y la humedad las han disipado, yo diría que son de hace un día o un poco más. No son muchas, estimo entre tres y cinco individuos -
- Estoy seguro que podremos manejarlo - concluyó con una sonrisa.