Partida Rol por web

Gnail asiente sonriente y te estrecha la mano como confirmación de intenciones.

una vez recuperados y armados como un grupo "profesional", el forjado con escudo y estoque, como un tercio español, el trasgo como un orco del señor de los anillos y tu....un viejo al que le quedan 4 siestas. avanzáis con el único propósito de desinfectar el lugar, llegáis a una sala donde camináis por una rampa cuyos lados hay unos tubos enormes que drenan la suciedad de la ciudad, cuyas aguas vertidas son de un color verduzco 

¿que llevara el agua para que se pase a este color

cuando llegáis al final y pasáis a la siguiente sala os encontráis en una especie de vertedero de metal, al final de la pared puedes ver unos planos perfectamente elaborados, y a sus pies 3 mesas de trabajo con 3 constructos.

Al llegar a la habitación, miro bien lo que hay aquí presente. Tres constructos sobre tres mesas. No sé si están desoperativos o solo si están descansando... si es que los forjados hacen eso. Miro bien alrededor para no ser sorprendido por nadie que se oculte entre la chatarra y mantengo mis oídos despejados para escuchar cualquier ruido que distinga a alguien más.

Miro a mis compañeros, le señalo a los tres constructos y les hago un gesto de asesinarlos de inmediato, lo más sigilosos posible. Lamentablemente a mi edad no soy muy bueno para mantener el silencio en mis pasos, por lo que insto a ambos que vayan más adelantados, manteniéndome un poco en la retaguardia y avanzando más lento, siempre atento a nuestro alrededor y esperando que mis sonidos no echen por tierra los esfuerzos de mis compañeros.

avanzáis hasta las figuras en las mesas, las cuales yacen inertes, por lo visto están destrozadas, alguien las a estado reparando sin mucho éxito, ya que hay piezas que no corresponden al diseño de los constructos y otras que no están en estado de continuar cuando llegáis podéis escuchar como van entrando a la estancia por detrás vuestra.

un voz aguda se alza de forma autoritaria

-parece que los gatos se convierten en ratones. vosotros sois los agentes que han mandado SpellFall cierto?

Veo a los forjados desensamblados y entiendo que ellos no son una amenaza, pero en ese momento escucho una voz que nos habla desde la entrada. Rápidamente me oculto detrás de chatarra y no pierdo mi tiempo, convocando parte del poder mágico que me queda en canalizarlo a mi brazo, el que obtiene grandes músculos y la dureza de una piedra.

Espadón en mano, con más fuerza de la que he tenido en toda mi vida y escuchando atentamente, le hago señas a Gnail para que se oculte e intente rodear y sorprender a nuestros atacantes, pues está claro que él sabe sacarle provecho a ese tipo de tácticas, mucho más de lo que lo hacemos el Forjado y yo.

Espero a ver como reacciona mi compañero y si hay algo más que diga el recién llegado antes de delatar mi posición.

detrás de vosotros hay 3 hombres, los cuales uno de ellos  el jefe al parecer va fuertemente armado lanza a sus dos hombres contra el forjado desprevenido, al igual que tu Gnail se a escondido entre la basura y puedes ver como apunta claramente al lider sin perder la calma

Escucho las palabras del hombre y veo como atacan a mi compañero, mientras Gnail se oculta igual que yo. Espero a que se establezcan en sus posiciones de combate y me muevo por los escombros hasta rodearlos. Me pongo detrás de uno de ellos y le lanzo un golpe lateral con mi espadón.

El líder está muy cerca mío y puedo mirarlo bien, aunque me extraña que sea un humano y no un Forjado. Le miro para intentar saber quien es y qué es lo que hace ahí.

el forjado viendo que hieres a uno de los hombres se apresura a ayudarte, clavandole el estoque hasta la empuñadura, el enemigo cae muerto mientras su sangre poco a poco va empapando la estancia 

el bandido que queda se lanza al ataque pero el bio-forjado es demasiado para el por lo que sus ataques caen en balde, por otro lado ahora mas de cerca puedes ver al jefe, un hombre joven, guapo con pinta de canalla que seguramente fuera la comidilla de las lavanderas del río, puedes ver que es agil y fuerte, tira a un lado su ballesta y saca a relucir un estoque realmente elegante, con el que tras varias florituras logra hacerte una buena marca en tu pecho.

Uno de los enemigos muere: Quedan dos. Lamentablemente para mis cálculos, el líder de ellos se pone en combate rápidamente con un estoque en mano. Me impacta y siento el dolor lacerante en mi pecho que amenaza con quitarme mi frágil vida.

Sin perder el ánimo pues a través de los años he sentido el aliento de la muerte en mi rostro innumerables veces, doy un golpe descendente cruzado con mi espadón, para dar un buen golpe al líder de los enemigos. Luego de eso y sin preocuparme si mi objetivo fue abatido, doy un paso más cerca del forjado, a quien le doy indicaciones:

- "¡Daddy, espalda con espalda! ¡Acércate a mí!"

Espero a que mi compañero de un paso y se acerque a mí para así poder defendernos mejor ahora que estamos relativamente rodeados. Sé que no aguantaré otro golpe como ese, por lo que debo preocuparme de en caso de caer, lo haga cerca de mi compañero para que no puedan rematarme tan fácilmente.