Partida Rol por web

La Ruta de los Mil Dragones

1 - Aguas Profundas, ¿Un día cualquiera?

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13/07/2021, 00:11
Kidra

¡Oh!, mis amigos los mercaderes—Kidra esbozó una sonrisa zorruna—. Soy un filtro natural para los que son honrados y los que no lo son.

Se rascó la barbilla con gesto pensativo. Ya tendría que haber pasado algo francamente complejo para que un cargamento se perdiera en la Carretera de la Costa. Pero si tan importante era como para que su dueño quisiera recuperarlo eso significaba que iba a pagar bien por ello. Claro que antes de aceptar nada sólo porque pagasen bien quería enterarse de varios detalles; no le haría ni puñetera gracia que la reclutaran para recuperar un cargamento de esclavos o algo así.

Eso es porque hasta ahora no había preguntado por mí—comentó echándose el cabello de un hombro hacia atrás en un caricaturesco gesto coqueto—. Aunque me temo que los otros tres huecos tendrá que rellenarlos con algo más del montón; conmigo se rompió el molde.

Se rio con su propia chorrada.

Ahora en serio. A priori suena bien pero me gustaría enterarme de los detalles... Supongo que para eso hay que ir al gremio, ¿cierto? ¿Te apetece dar una vuelta hasta allí?

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13/07/2021, 08:40
Tuski Risten

Tuski casi se encogió de hombros ante las palabras del guardia, se tuvo que recordar en el último instante que tenía que ser educado con los que le ayudaban.

Gracias - dijo llana y escuetamente antes de añadir -yo les ayudaré. Que Tymora te sonría.

No era la forma más educada, pero podría haber sido peor. Con eso en mente Tuski se dirigió como una flecha a la casa indicada husmeando para ver quién salía de los carros. 

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13/07/2021, 11:33
Kurmani

La félida arrugó el ceño y siguió con la mirada la dirección que señalaba el mercader. Torció el hocico brevemente y volvió a mirar al humano.

Gracias. Que el día os sea provechoso, buen hombre— dijo, ajustándose el amasijo de pieles sobre el hombro y echando a andar hacia la zona de casas gremiales para encontrar a alguien de la Vieja Confiable. 

Lo que más le molestaba, era tener que cargar todo aquello, pero el sustento era el sustento, tanto de ella como de los vendedores y de los consumidores.

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14/07/2021, 17:23
Zomar

- ¡No seré yo quien rechace la invitacion de una señorita...! o dama.... o algo... - Parecía que el medio orco era incapaz de estar dar mal humor, o quizas su jocosidad era un mecanismo de enfrentarse a una ciudad tan grande. Puede que un poco de ambas.

Lo que si estaba claro era que conocía al detalle las calles, los atajos, las esquinas y todo rincón curioso o que a un observador casual pasa desapercibido. Ya que avanzaban con mucha más rapidez a la que se movía la inmensa marea de gente.

- He escuchado cosas abominables de esa compañía, desde que se trata bien a los empleados y con buenas pagas hasta pasar por fiar dinero a la gente sin intereses e incluso perdonar deudas. Por Llira, ¿de qué vamos a trabajar los honrados comediantes como yo si la gente no nos permite aprovecharnos de los estereotipos? ¡Mi repertorio de chistes de avaros está en juego! -

Todo intento del malabarista por aparentar preocupación quedo frustrado por su incapaz de estar sin reirse a carcajadas.

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14/07/2021, 18:31
Maedhros

Sin duda, aquel lugar había vivido tiempos mejores. Prácticamente desierto y sin signos de vida. El lugar perfecto para una emboscada poco elaborada ante maleantes desesperados. No, Kiara nunca le habría hecho eso a Maedhros, incluso aunque le hubieran ofrecido una vida llena de comida y dinero para no tener que preocuparse nunca de su supervivencia.

El semielfo estuvo a punto de volverse, ante lo que parecía un callejón sin salida. Pero, de pronto, un olor muy particular. Recordó las palabras de su amiga pelirroja: “no te olvides del incienso”. Se fío de sus sentidos, hasta encontrarse una figura anciana, que parecía otro complemento del lugar. Abandonada y desnutrida, como aquel lugar. ¿Sería el famoso y viejo anciano que buscaba?

Antes de que pudiera decir nada, éste habló con mucha tranquilidad. Maedhros se detuvo de improviso, parpadeó dos veces, mientras un ligero escalofrío recorría su espalda. El anciano no solo le había oído llegar sino que además sabía desde qué dirección. ¿Cómo sabía que era joven? Por alguna extraña razón, el muchacho no sabía qué decir, por lo que decidió sacar el incienso de la bolsa, mientras meditaba en un tiempo récord sus palabras. Luego prosiguió la marcha.

- Llevo perdido mucho tiempo y aún así, el sendero parece querer encontrarme.- dijo, deteniéndose de nuevo, cerca del anciano, con la bolsita de incienso en la mano. Tenía que ser él.- Disculpad si os molesto, más no es mi intención. Una amiga mía me ha enviado a este lugar y estoy buscando a alguien. Quizá ese alguien seáis vos.

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15/07/2021, 19:57
El Ciego

El anciano se acomodó en un lento movimiento causando que sus huesos crujieran, una pequeña mueca de dolor le atravesó el rostro antes de recomponer la cara serena con la que se había dirigido al joven Magus.

- Perderse en ocasiones es triste y muy duro, no obstante muchas veces hay que perderse para encontrar nuevos lugares, e incluso a uno mismo. -

Con un gesto muy lento el ciego levanto la mano izquierda, la andrajosa túnica se deslizó un poco hacia abajo revelando un brazo decrépito con multitud de cicatrices, era imposible saber como ese cuerpo envejecido podía haber soportado un castigo semejante.

- Cicatrices del pasado, casi toda herida del cuerpo puede sanarse, las de la mente y las del alma son las peores. Nadie debería tener que vivir con ellas salvo por voluntad propia. - Cansado dejó caer el brazo hasta dejarlo casi inerte reposando sobre un costado.

- Hay otros que se han perdido, en un sentido más literal de la palabra. Hombres buenos y honestos, quizás si ayudas a encontrarlos el viaje te muestre caminos o recuerdos para que puedas hallarte a ti mismo. Busca la vieja confiable, una compañía en el distrito mercante, y recuerda que un viaje de mil millas empieza con un solo paso. -

 

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15/07/2021, 20:17
Kidra

Dejémoslo en "fémina"—resumió Kidra tras, eso sí, pensárselo unos segundos.

Caminó junto a Zomar sin dejar de estar atenta a todo aquel con quien se cruzaban. Sabía lo suficiente de Aguas Profundas como para conocer lo que se movía entre sus gentes a veces incluso a plena luz del día y... de todos modos era una vieja costumbre. No es como si lo que solía recibir de la gente fueran precisamente miradas de afecto. La herencia infernal era lo que tenía.

¡¿Qué me dices?!—jadeó abriendo los ojos con un exagerado gesto de estupefacción, como si en vez de decir que aquella compañía trataba bien a los empleados, fiaba dinero a la gente sin intereses, e incluso perdonaba deudas, el semiorco hubiese dicho que se dedicaban a matar cachorritos para beberse la sangre de sus corazones aún palpitantes. No obstante, enseguida descompuso el gesto y soltó una risita encogiéndose de hombros—. Míralo por el lado bueno: siempre puedes crear un nuevo repertorio de chistes sobre la osadía de la honradez dedicándose a romper los estereotipos y dejando con ello sin trabajo a la gente que se dedica a hacer chistes de avaros.

Aquello sin embargo era buena señal a la hora de pensar en negocios con aquella "Vieja Confiable". Si lo que decía Zomar era cierto, y no es que lo dudase, al menos en lo referente a la naturaleza de la mercancía extraviada se quedaba un poco más tranquila.

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17/07/2021, 01:52
Maedhros

El semielfo observó con detenimiento al anciano. Desconocía cómo había sido su vida y qué tipo de experiencias habría sufrido o tenido. Pero a juzgar de sus cicatrices, no habría tenido una vida fácil. Quizá el lado positivo de todo aquello, si es que lo tenía, era la sabiduría que había adquirido y muestra de ello, sus palabras.

Maedhros agachó la cabeza y miró al suelo. Quien lo hubiera visto de cerca, habría detectado tristeza. En su cabeza, la idea de la soledad le causaba quebraderos de cabeza. El anciano calló, tras haberle dado una indicación.

- Mi amiga me dijo que os trajese incienso.- Maedhros le alcanzó la bolsita.- Sabias palabras, pero es difícil encontrarse en un mundo que parece acelerado y distante.- Sobre todo si te abandonan.- ¿Y vos? ¿Os habéis hallado perdido alguna vez?- preguntó. Quizá un poco más de sabiduría haría que sus pensamientos tuvieran algo de alivio. No obstante, no podía olvidarse del estado del anciano. La contrapartida de la nobleza era la pobreza y él había visto demasiada miseria cuando era aún más joven. Nunca lo había aprobado, pero nunca tuvo el valor (quizá cohibido por la atenta mirada de su madrastra) de remediar las cosas.- Os agradezco la información, anciano, pero, ¿necesitáis alguna cosa más que os pueda venir bien? ¿Comida, algo de dinero?

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17/07/2021, 02:38
El Ciego

El viejo asintió con la cabeza, como si pudiera empatizar con las dudas del semielfo de tal forma que parecieran experiencias compartidas.

- Si muchacho, más veces de las que puedo recordar. Hay que gatear para poder andar, caerse antes de poder correr, ser rechazado antes de poder yacer con mujer. Errar mil veces para aprender. Perderse, para poder encontrarse o ayudar a otros no vagar sin rumbo. -

Con un gesto lento el anciano estiró la mano para aceptar la bolsa que le ofrecía el Magus, sus ojos no estaban fijados, era imposible que pudiera verla, de algún modo sabía exactamente donde se encontraba.

- El mundo es solo un inmenso escenario, puede parecer frío, caótico, apático hacia los demás, pero eso no importa. Nadie puede elegir tu destino. Un rey puede mover a un hombre, un padre reclamar a un hijo, pero no olvides que aunque aquellos que te mueven sean reyes, o sean hombres con poder, tú eres el único responsable de tu alma. Cuando compadezcas ante los dioses, no puedes decir que otros fueran responsables de tus actos, o que la virtud no era oportuna en aquel momento. -

Había muy poco vigor en ese cuerpo apagado para poder mantener una conversación mucho tiempo, el mero hecho de respirar fatigaba ese cascarón arrugado.

-  No te dejes agobiar por el pasado muchacho, pues es inmutable e imperturbable, no dicta quien eres ni que eres, solo lo que has vivido. Tus acciones del presente son lo que te definen. Sino puedes dejar atrás tu pasado y sus malas memorias terminarás atrapado en una carcel de recuerdos, al final... te convertirás en un viejo amargado, lleno de remordimientos, esperando morir. Vive joven medio elfo, porqué quizás no tengas otra oportunidad en la otra vida o en quizás futuras. -

El ciego negó con la cabeza ante la mención del dinero y la comida.

- Le habéis dado compañía a un anciano, es más que suficiente, agradezco de corazón vuestra sinceridad. Por favor, partid, partid en paz. -

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18/07/2021, 21:21
Maedhros

Escuchó las palabras con detenimiento, empapándose de ellas, aprendiendo la lección de un anciano con gran experiencia. Según le contó Lyanna sobre los grupos élficos, era muestra de gran respeto que los jóvenes escuchasen a sus mayores, no sólo por la sabiduría que de ellos se desprendía, sino también para continuar con su legado.

Sin embargo, aquel anciano aparentaba ser algo más. Sus palabras así lo demostraban. Maedhros  se preguntaba cómo habría sido el anciano en el pasado. Sus palabras eran las de alguien que había vivido numerosas aventuras y sintió curiosidad por conocer aún más sobre su pasado. Pero el joven notaba el esfuerzo del anciano en continuar la conversación. El hombre estaba prácticamente demacrado y era un milagro que todavía tuviera energías, dadas sus circunstancias.

Inevitablemente el joven magos pensaba en su pasado. Y aún así, el anciano parecía leerle el pensamiento, hallando las palabras adecuadas para aislar sus pensamientos.

- No importa el antes, sino el ahora…- susurró casi sin darse cuenta. En cierto modo, dicha enseñanza era parecida a las Lyanna cuando vivía con ella en los bosques. Siguió escuchando, pues en sus palabras, había una magia que le atraía y le sorprendía. Y aún así, el anciano lograba asombrarlo aún más.- ¿Cómo sabéis que soy semielfo si ni siquiera me he presentado?

Maedhros habló sin pensar, sorprendido. Ni siquiera pensó en si le iba a ofender por su evidente condición. Continuó hablando.

- Debo agradeceros infinitamente que hayáis compartido conmigo vuestra sabiduría.  Sin duda, debo reflexionar sobre lo que he aprendido. Sé que es difícil no pensar en el ayer, en las reglas que rigen este mundo o en las circunstancias en las que vivamos, pero trataré de ser yo mismo.- Maedhros hablaba decidido, envalentonado por las palabras del anciano, aunque sabía que más tarde lo pondría en duda, siguiendo el ciclo de la zozobra. Necesitaba encontrar el modo de romperlo- No quiero molestaros más, pero si alguna vez estáis necesitados de cualquier cosa, por favor, acudid a mi y os devolveré, de algún modo, la ayuda que me habéis prestado.

Maedhros estaba a punto de marcharse, pero algo le detuvo.

- ¿Tenéis nombre, anciano? Quisiera no olvidar vuestra enseñanza ni a la persona que me la dio.

 

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19/07/2021, 19:56
El Ciego

La conversación, algo trivial para muchos había sido agotadora para el anciano, los ojos se le entrecerraban y comenzaba a dar cabezadas presa del sueño.

- Han pasado muchos años sin pronunciarlo, los míos y los que se han ido me llamaban Algeon. Nunca perdáis de vista el horizonte y de ese modo tarde o temprano encontrareís el camino. -

Maedhros estaba listo para marcharse cuando un crujido desvió su atención, afortunadamente era el ruido de una vieja viga ya podrida y medio derribada. No había peligro alguno para nadie, lo que ya se había caído no podía llegar más bajo.

Cuando se giró por última vez al lugar donde reposaba el ciego solo quedaba un olor suave a incienso quemado. El anciano  había desaparecido.