Partida Rol por web

Las brumas embotaban vuestros sentidos, su olor dulzón y embriagador hacía difícil el concentrase. La espesura de las nieblas también dificultaba el avanzar por la sala, en múltiples momentos estuvisteis apunto de atacar a un compañero por descuido o por no ver bien a través del espeso manto.

Entonces, cuando os habíais adentrado una veintena de pasos en la niebla empezasteis a escuchar una melodía. La voz de una mujer llena la estancia y se propaga a través de la densa niebla.

Al ver como cada uno de mis compañeros se internaba en la niebla, y sintiéndome un poco solo en el pasillo, empiezo a avanzar tras ellos. - Que sea lo que el destino quiera. 

La niebla confundió a Kumal, pero por suerte tuvo todavía le quedaba algo de claridad, por lo que lanzó una rapida plegaria que le salvó.

La niebla se arremolina en un punto y una mano sale de ella durante un instante, la mano llega hasta la espalda de Kumal dejando 5 profundos surcos en su espalda.

¡Agh!

Sobresaltado por el golpe, el gran hombre se gira de balanceando la cimitarra en el aire.

¡No es hora de rascar espalda! ¡Lucha como hombre y no como rata cobarde!

Las nieblas volvieron a arremolina, como una sombra translucida, la mano vuelve a salir de ella durante un instante. Esta vez la mano ataca a Toren en el brazo  dejando 5 profundos surcos que empiezan a sangrar profusamente.  

Ante un atacante que no podíamos ver la única opción era huir, así que avanzo.

Algo había en la bruma, era esquivo y letal... y odiaba que no fuera él mismo. Ante tal amenaza lo más lógico era buscar otra oportunidad para obtener ventaja, y al parecer Toren se sabía bien aquella lección.

"-No lo veo claro muchachos... y no... no me refiero a la bruma", parecía mentira que con todo lo que habían pasado todavía quedaban ganas para bromas.

Acto seguido salió corriendo realizando piruetas y zigzagueando para resultar un objetivo más complicado.

Kaothi avanza hacia lo que considera contrario de donde viene. Intentando estar atento por si se le acerca una mano de humo, por lo menos soplara.

Kumal dudó unos segundos, pero Kaothi era fuerte y Drisdhaun el que podía saltar las trampas, por lo que volvió en sus pasos esperando no recibir ningún golpe más.

El grupo retrocedió fuera de las brumas al comprender que ese combate no podrían ganarlo, no de esa forma. Una vez en la seguridad del pasillo pudisteis comprobar que solo habíais salido cuatro, y no los cinco que habíais entrado. ¡La tumba se había cobrado su segunda víctima! Auris, el mago del grupo, no estaba. A través de las brumas que inundaban la sala se pudo escuchar un último grito agónico. Lo que hubiera en las brumas había capturado al pobre mago.

Sin poder avanzar por la gruta cubierta de brumas, había que retroceder hasta la encrucijada del pasillo. En la encrucijada había dos pasillos sin investigar uno que avanzaba hacia el norte y otro que bajaba hacia el sur.

Quizas deberiamos irnos de esta maldita tumba...ya han caido dos...y vale mas una retirada a tiempo y regresar otro dia que morir por orgullo.

- Es muy probable que esta tumba sea la nuestra de seguir así, avanzamos como pollos sin cabeza y no tenemos muchas opciones de librar las "trampas mágicas" sin ayuda del mago … sin querer ofender con la apreciación Drisd.

El elfo levantó las manos como restando importancia a la apreciación sincera aunque sin duda hiriente del explorador.

"-Es cierto que esta tumba está resultando más complicada de lo que cabía esperarse y es cierto que he salvado la vida alguna que otra vez por azares del destino más que por pericia en mis habilidades".

Sopesó durante unos instantes y al final no pudo más que otorgarles la razón.

"-Supongo que los tesoros que hemos obtenido bastaran para pasar unas semanas a cuerpo se rey mientras contamos historias de lo que aconteció en esta tumba y honramos a los compañeros caidos".