Partida Rol por web

Qué tipo tan raro... - comentó, aunque pronto se sobresaltó. - ¡Un momento, no le he pagado! Porque dudo que un abogado tan bueno sea el de oficio. Por otra parte ¿cómo lo conociste? - le preguntó a Ashley. - ¿Y cómo que estuviste con él? - parecía perdido a la par que preocupado.

No parece un mal tipo pero... No sé si me gusta que mi niña quede a solas con gente tan mayor para... Bueno. - se puso un poco rojo. - Para lo que sea que hicierais, que no es de mi incumbencia.

George miró el reloj. - El juicio ha durado bastante ¿que os parece si vamos a cenar algo en alguna parte? Si a tus padres les parece bien, que no los he visto tampoco por aquí... Igual que vergüenza, no venir a un juicio donde participa su hija. - agarró bien fuerte por el hombro a su hija, Ashley. - Yo vamos, perdería mi pierna buena por estar al lado de mi pequeña cuando me necesta.

Ashley entendió que Vincent se tuviera que ir. Era verdad lo que decía, que tenía más cosas por hacer. Salvar al mundo concretamente. Y aún así, se había desviado para ayudarlas a salir del lio en el que se habían metido. Y por ello, Ashley estaba agradecida. Claro que ya se lo diría en otro momento.

-¡No, padre! Esto... ¡es un abogado de oficio que trabaja por amor al arte y visibilidad! Me insistió mucho en que es una paga mejor que el dinero, así que no te preocupes por nada.-fue lo primero que se le ocurrió ante la pregunta de su padre, corriendo a improvisar algo que hiciera que dejara de pensar en lo que fuera que estaba pensando.-Se ofreció a defenderme en cuanto me vio, sin más preguntas ni problemas. Y menos mal.

Ashley sonrió para sí misma y agarró la mano de su padre sobre su hombro. Todavía sentía los nervios del juicio, aunque ya hubiera acabado. Y el día también estaba acabando, así que más le valía aprovechar el poco tiempo que quedaba.

-Sí, vayamos los tres. Tengo el sitio perfecto pensado. Pero antes...-soltó a su padre y extendió la mano hacía Lily.-Dame cinco minutos para ir al baño, ahora volvemos.

Una vez en el baño, Ashley espero a que se quedaran solas. Una vez asegurado el perímetro, guio a Lily hasta el cubículo para discapacitados y dentro, se empezó a quitar la ropa.

-Rápido, cambiémonos. Yo seré Lily, y tú serás la Ashley de este mundo. Quiero decir, ya lo eres, obviamente.

Ya estaba solo con la ropa interior cuando recordó aquel colgante con dos corazones entrelazados. Se lo quedó mirando un segundo, pero se lo acabó dejando.

-Esto es lo único que no te puedo dar, lo ocultaré bajo la camiseta.-dijo, indicándole con un gesto que se diera prisa con su ropa. De repente parecía preocupada.-Tan solo quiero pedirte una cosa a cambio...-se calló. Pareció haber cambiado de idea, pues negó con la cabeza.-No, da igual. No he dicho nada.

Se despidió de Vincent Banes con un sentido agradecer. El narrador también lo haría, deseándole diversión y fortuna, y que seguramente se volverían a ver tanto Ashley (Lily) como el propio narrador y Vincent Banes. ¡Hasta pronto, y buena suerte arreglando este lío! Literalmente si no lo conseguía, efectivamente el mundo se iría a la mierda...

...

"¡Ah! Buena idea, gracias..." el día mejoraba un poquito. Empezó a desvestirse y a vestirse con la ropa de su otra yo. Al menos, podría seguir siendo ella la Ashley, al menos, el poco tiempo de noche que quedara. Apenas había tenido ni tenía tiempo para llorar a Kyle Wood. Les quedaba poco para que acabara el día y cuando eso ocurriera, acabarían separadas una de la otra. Por eso era muy importante que todo lo que puideran decirse, se lo dijeran. "¿Qué? No, no, dímelo." le tomó ambas manos. "Estamos las dos para ayudar a la otra ¿no? Sobretodo teniendo en cuenta que probablemente y visto lo visto nuestras otras dos versiones no sean tan amistosas. ¿A lo mejor tengo suerte y acabo en tu mundo? ¿Hay algo que tenga que tener muy en cuenta para no estropear nada?"

-Estaba pensando...-aceptó distraída sus manos.-Te iba a pedir dormir esta noche contigo, o en algún sitio de la casa. Pero entonces pensé en si eso significaría que mañana se despertarían las otras dos Ashleys en nuestro lugar, con todos los problemas que eso podría acarrear... y luego pensé en qué habrá pasado en el mundo en el que no ha habido ninguna Ashley hoy.

Suspiró con resignación y soltó a Ashley. Necesitaba las manos libres para arreglar el pelo de Ashley, sacudir las arrugas en la ropa, asegurarse de que llevaba la ropa igual que ella la había llevado. Una vez acabó, salió del cubículo y repitió la misma operación con ella misma frente al espejo.

-Me gustaría arreglar todo con la profesora Wheeler y asegurarme de que mi cuerpo original está bien, pero no sé si podrás hacer algo al respecto. Quizás sea demasiado tarde, no lo sé.-se detuvo a comprobar el resultado. Siempre había considerado que tenía un buen ojo para este tipo de detalles, la misma habilidad que necesitaba para distinguir entre las mejores fotos de sus sesiones, sobre todo cuando a ojos inexpertos, los detalles eran nimios.-No sé si quiero saberlo.

"¿La profesora Wheeler?" debía ser la profesora que por culpa de otra Ashley le había perdido el respeto... "Espera espera espera ¿tu cuerpo original? ¡Mencionaste algo de una lobotomía pero pensaba que era una frase hecha! ¿Cómo puedes estar aquí si tu cuerpo original no existe?" Ashley sabía que había algo de magia multiversal en todo esto ¡pero hasta el Doctor Extraño y la Bruja Escarlata necesitaban su cuerpo en la película! O poseer el de otro... "¿Entonces este cuerpo tuyo es de otra Ashley? ¿Y qué ha pasado con ella?"

Se miró al espejo al tiempo que había Lily terminado con ella. Había hecho un trabajo estupendo, eso desde luego...

La que ahora era Lily Ashley se apoyó en el lavabo y soltó una carcajada amarga. 

-Hablaba en serio. Esa Ashley se las arregló para que me hicieran una lobotomía, una tan fuerte que apareció en mi cuerpo.-dudó-Su cuerpo más bien. Las dos estábamos en el mismo mundo y el mismo cuerpo durante unos minutos. Y Vincent nos avisó de lo peligroso que era que no hubiera un cuerpo al que volver. No sé mucho más sobre como funciona esto.

Pero si la estaba entendiendo bien, había algo que no terminaba de encajar. Intentó hacer memoria.

-La primera vez sí cambié de cuerpo, estaba en uno en el que no podía correr sin quedarme sin aire enseguida, culpa del tabaco y la droga. Y ahora mismo... Es imposible que hayan dos Ashleys en el mismo mundo, así que este cuerpo tiene que haber viajado a este mundo. Si es el cuerpo de la Ashley anterior o el mío, no me he parado a comprobarlo.-se colocó la mano en el pecho, como si quisiera comprobar el estado de su respiración. Se le arrugó el ceño.

-Lo que me jode es que he trabajado tanto por mi cuerpo, por estar sana. Tanto tiempo, dinero y energía invertidos, y se ha echado todo a perder en un solo día. Si vuelvo a mi cuerpo original, tendré que volver a ponerme al día.-y no solo en lo físico, pero prefería no pensar en ello o se enfadaría más.-Y si me quedo en otro cuerpo, tendré que volver a empezar de cero. Y no quiero.

Se quedó callada, asimilando toda la frustración que acababa de soltar sobre Ashley sin previo aviso. Se suponía que tenían que estar celebrando la victoria o llorando la muerte de Kyle, pero había acabado añadiendo una preocupación más a la lista de cosas que iban mal. Aunque Ashley fuera como ella, y por ello le resultaba tan fácil desahogarse, ahora veía que prefería no cargarla con temas sobre los que no tenía ningún control. Al igual que siempre hacía con su padre.

-Vamos a cenar. Tengo hambre.-intentó cambiar de tema, mientras señalaba hacía la salida del baño.

Tras aquella charla en el baño, tuvo lugar una muy agradable cena junto con George, quien intentó ignorar el hecho de que estaba cenando con una mujer que había intentado suplantar a su hija, sin embargo, ahora al menos miraba bien a su propia hija, pues se habían intercambiado en el baño.

Después de cenar, ambas convencieron a su padre de que irían a dormir a casa de Lily, lugar que no existía, por lo que ambas alquilaron una habitación en un hotel bastante barato y se dispusieron a dormir, no sin antes de recibir un mensaje un tanto curioso por parte de su "abogado".