Perdón master, fue mas bien la ansiedad, cuando vi que posteaban los pnj y no recibia respuesta, asumí que o bien habías pasado el comentario o bien estabas de acuerdo... La proxima si tengo dudas te posteo en privado en lugar de asumirlas. Salvar al criado era algo que quería intentar para saber la verdad, pero era dificil, estuvo bien que muera
(lo que no se es como se lo toma la tremere, si a bien, o a mal, o es indiferente.. ahora no tiene sentido detenerse en ese detalle, quizas mas adelante si interactuo con ella).
La Reina se volvió hacia Andre, lo miró con ojos fríos, cargados de odio. El Nosferatu, mientras tanto, caía estacado entre los brazos de su agresor, que aún sostenía el fragmento restante de su bastón en una mano.
- Decidme una cosa, sangre nueva, ¿sois sordo? Responded. - independientemente de la respuesta de Andre, prosiguió - ¿Habéis oído acaso que haya ordenado una caza de sangre? ¿O que se extermine a su Clan? Responded. - hizo una pausa durante unos segundos, mirando a Morgan y a Ernest - El depuesto Alguacil y el neonato que se le opone no están ligados a los crímenes que haya cometido el Clan Nosferatu antes de mi mandato en todo caso, si lo que os preocupa es vuestro amado primo Collingwood. Y no voy a caer tan bajo como una rata de cloaca como para destruir arbitrariamente a otros vástagos, pero si he de recordaros el castigo por violar las tradiciones, es que vuestro Sire no os enseñó nada antes de morir como un estúpido. Esta escoria tendrá su juicio, aunque no lo merezca. - señaló, encolerizada.
La Reina se volvió tras ello hacia Bainbridge, no menos disgustada.
- Y en cuanto a ti, espero una buena explicación a por qué un vástago había desaparecido en mis Dominios y no había sido informada... - inquirió, recobrando aplomo de forma mágica.
El rostro de Bainbridge se congestionó.
- Mi Reina, los asuntos de mi Clan... - iba a responder, pero fue cortado rápidamente.
- Los asuntos de tu Clan y sus secretitos me importan muy poco, Bainbridge, pero si una amenaza se cierne sobre mi Ciudad, debo ser la primera persona que se entere, ¿entendido? - le replicó, sin dejarle apenas hablar. Un relampago centelleó en sus ojos - Seguiremos hablando de esto, pero aquí no. - un amago de sonrisa le asomó en la cara - Aquellos vástagos que aún no habían sido presentados ante mi, de los aquí presentes, sois ahora parte de la Camarilla, sois mis hijos. De vosotros se esperan grandes cosas, y espero que así lo demostréis durante los siglos en los que os gobierne. Ahora, los asuntos de gobierno me requieren, aquellos que quieran participar del nuevo orden, pueden seguirme, pero tened esto claro, no pienso tolerar estorbos allí. - se dio la vuelta y salió de la estancia con Brian Horrocks.
Juliet y sus acompañantes cargaron con los Nosferatus y la siguieron. Derrepente, la sala resultaba insulsa, casi vacía.
Amanda se giró a su chiquilla.
- Ve querida, tú serás mis ojos y oídos en esa reunión. - le dijo con una sonrisa.
Baring-Gould apareció tras de Martha sin hacer ruido.
- Ve con ella querida, creo que la Reina necesitará alguien que pueda calmarla si las cosas se ponen feas. Confío en ti. - le susurró al oído.
Leroy se dejó estacar exponiendo su pecho, algo que sorprendió a Ernest, pero que le facilitó sin duda la difícil tarea de tener que estacar al nosferatu. La punta afilada del bastón se clavó profundamente en el torso de su irónicamente "protegido" con un terrible crujido pasando por entre las costillas y atravesando su corazón, hasta que solo el marfileño pomo de cabeza de lobo le sobresalía de pecho.
Extendiendo su brazo sostuvo el cuerpo inerte de Leroy para impedir que cayese al suelo como un fardo de patatas, observando en el proceso la solitaria lagrima de sangre que se derramaba por su desfigurada mejilla.
- Lo siento Leroy.- Musitó a modo de disculpa de manera que solo pudiese escucharle el estacado vampiro.- Es por tu bien.-
Leroy ya había demostrado varias veces durante la velada, que en ocasiones se dejaba llevar por alegaciones irreflexivas y lo último que necesitaba el nosferatu era que se hubiese resistido o que dijese algo, que hiciese enojar aun mas a la Reina y esta lo mandase a ejecutar. Teniéndolo estacado como mínimo él podría interceder por el nosferatu ante Lady Anne he intentar que al menos sobreviviese a la velada.
Dejó que uno de los acompañantes de Juliet se llevase a Leroy, mientras la Reina lanzaba su alegato final antes de salir de allí acompañada por Horrocks.
Sin pensárselo dos veces aceptó la "invitación" de Lady Anne para que la acompañasen los vástagos que gustasen y siguió la comitiva apenas varios pasos detrás de Juliet.
Edward apareció al lado de Isaac de improviso. Se acercó a su oído y le susurró.
- Ve con la Reina, Isaac. Cumple con tu destino. - fue algo solo audible para ellos dos.
Escucho las palabras de mi sire sin captarlas conscientemente. Abatido por la situación, aunque no desanimado, hago una reverencia ante el Guardián y Lady Jane. - En otro momento deberemos proseguir nuestro coloquio. Creo que hemos sidos sobrepasados por la situación. Disculpen. - Y con una gracia animal me retiro, sin pensar si ellos participarían, siguiendo a Nuestra impávida Reina, hasta las mismísimas fauces de Cancerbero.
No sabía bien como lo había logrado, pero ahora si que estaba en problemas. Lo bueno, si es que podía llamarse así, es que a Morgan no le quedarían dudas de que estaba dispuesto a jugarse por él, y puede que el Nosferatu también recuerde lo sucedido, pero eso importaba poco. La reina si lo recordaría.
Le costaba comprender como su reina ventrue no respetaba el Eliseo, su antecesor sí lo hubiese hecho, pero la opinión de Andre no importaba en lo más mínimo. Se sintió decepcionado, especialmente de él mismo, debió prever cuan cegada por la cólera estaba su majestad. Ahora todo sería mas difícil, mucho mas.
En silencio se puso de pie, dejando caer el cuerpo muerto del criado, le dio una mirada de total incomprensión a Morgan y luego se encaminó hacia donde iba la reina. A veces tocaba perder, y una vez mas él había sido galardonado con la derrota.
Priscilla quedó perpleja al comprobar como Ernest estacaba con una bruta y espontanea eficacia a Leroy con su bastón. Aquella imagen distaba mucho de la imagen que tenía de aquel vástago con el que había tenido una agradable conversación. El salvajismo en el que se estaba desarrollando la coronación de Lady Anne imponía un desagradable respeto en Priscilla.
La vampiresa no pudo dejar de mirar al ahora inerte Leroy analizando las terribles consecuencias que provocaban una estaca en el corazón del vástago mientras que Lady Anne hablaba.
Amanda se giró a su chiquilla.
- Ve querida, tú serás mis ojos y oídos en esa reunión. - le dijo con una sonrisa.
Priscilla miró a los ojos de su sire con una mirada que dejaba entrever su preocupación silenciosa, se tomó un instante para encontrar la determinación necesaria para responder a Amanda.
-Como usted desee madre- respondió en un tono serio y obediente.
Priscilla ya era un miembro más de la Camarilla, aunque aquello no fuese especialmente tranquilizador dadas las circunstancias. Con ciertas dudas pero con una determinación bien impostada siguió los pasos de su Reina.
Se había quedado relegada cuando lady Anne empezó a hacer tronar su voz de aquella manera, prefería no meterse en medio y llamar la atención, así que desde su posición en el escenario, del que fue bajando poco a poco siguiendo a todos los demás, pero a paso lento sin hacerse notar demasiado.
Le daba pena el clan de los nosferatu, sobre todo aquellos dos pobres diablos, el que se hacía llamar Leroy sobre todo, pues ya había marcado su destino al principio de aquella velada. No esperaba que la coronación se tornase en aquello. Su rostro se tornó en una mueca desagradable cuando a sus oídos llegaron los crujidos de los huesos al ser ambos cainitas estacados.
No tenía pensado, seguir a la mujer, para ella todo lo que había ocurrido esa noche había sido más que suficiente, pero al parecer Eric, que había estado siempre a su lado, prefería que estuviera al lado de la reina. Trago saliva, nerviosa y un poco atemorizada del encargo, la mujer había demostrado tener muy mala leche. Aun así, asintió y empezó a seguirla por donde se había ido. Por intentarlo que no quede.
la musica amansa a la fieras no? XDD
Vaya estaba claro que por ahora seguiría a la reina, no por respeto u obediencia, más bien por conveniencia, ante tanto vástago mostrar un desacuerdo con ella sería un arma terrible contra mí, así que no me quedaba remedio, pero para mí había perdido muchos puntos como líder, tras lo que había mostrado hace un par de minutos, pero era la regente y no quedaba otra que estar a bien con ella. Por lo que apoyado en mi bastón comencé a dirigirme hacia donde ella marcaba, en respuesta a lo que expuso, lo sentía por Leroy y mi cabeza veía claro que esto que habíamos visto era solo una interpretación de una trama contra las ratas. Si ellos hubieran querido hacerlo no habrían sido tan descuidados además la actitud de ese tal Bainbridge, era algo sospechosa, su descendencia muerta y no parecía inmutarse.
Pero el tema de sus asuntos me llamo la atención, parecía que lo ocurrido tenía que ver con algo que el sabia, no solo el tema de que fuera uno de su sangre "Espero que la reina reaccione y exprima a ese bastardo, volviendo a usar la lógica no las vísceras". Aquí parecía que teníamos otro pretendiente al cargo, alguien oculto que quería mermar el poder y liderazgo de la nueva regente comenzando desde el día de su coronación, lo cierto que estaba bien jugado “¿Pero quién sería el que liderase esa nueva facción?” Mire a todos los presentes seguro que estaba aquí, mirando su obra y ver como había reaccionado la reina, mostrando para mi gusto debilidad.
William dedicó una mirada despectiva a su chiquillo: la vergüenza que le había hecho pasar esa noche su progenie era grande, pero ahora Morgan era un vástago más, así que no podría enmendar sus errores, solo reconducirlos. Un gesto con el rostro fue suficiente; sigue a la Reina, y haz que todo esto sirva de algo... por tu bien.
Miró por unos momentos a su sire...
Sabía lo que esa mirada significaba: has sido un fracaso, pero aún podemos hacer algo de tí. Era esencialmente la mirada que podía esperar todos y cada uno de los días de su vida. Y resultó que tenía motivos para hacerlo; pero, demasiado tarde para llorar por la leche derramada. Ahora él había sido puesto en vara y su posible pariente había sido puesto en vereda también, quizás desprestigiado por ello. Bueno, no había vuelta atrás... y el Alguacil había tardado como dos minutos en estacar al Nosferatu en medio del Eliseo, con la aprobación de la reina. En un Eliseo. Era una noche de decisiones... peculiares.
Devolvió la mirada sacudiendo lentamente la cabeza. Trataba de no pensar en aquello
"¿Es que vuestro sire no os enseñó nada antes de morir como un estúpido?"
Los ventrue debían protegerse unos a otros: podía haber guerra, y muertes, y destrucción, y DEBERÍA derramarse sangre, pero la falta de respeto a los caídos era aberrante. Era una herejía. La venda estaba cayendo de sus ojos, y no le convenía, pues quería seguir sintiendo lealtad por aquella mujer si tenía que servirla... pero era una hereje. Y una cosa estaba cada vez más clara: no era Mithras. Y no sabía si es lo que Mithras querría, tampoco.
Fueron detrás de ella, sin cambiar demasiado la situación, salvo en que Morgan se aseguró por unos instantes de que el Alguacil y su, ah, "aleccionado" estuvieran en camino: una vez lo hizo, se dirigieron allí. A quién le importan un par de humillaciones brutales y la cólera pronta de una monarca que podría derrocarse pronto si ese era su recuerdo en la primera noche.
La comitiva salió al completo del Eliseo, dejando buena carnaza a las arpías y demás progenie para viborear.
Fin de la Escena.