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Londres Nocturno: El precio del poder

Capítulo 1: Rosas

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10/10/2014, 05:36
Ojo de Muerto

¡No me jodas, zorra chupasangres! Sabes perfectamente por lo que estoy aquí, así que solo te lo preguntaré una vez. ¿Dónde está el humano que raptasteis? - su dedo jugueteaba con la rueda del mechero, y comenzaba a girarla, aunque sin producir chispa.

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10/10/2014, 05:38
Rebecca Grey

No... no se de lo que me está hablando. Por favor, márchese... - dijo, con la voz tomada de pavor.

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10/10/2014, 05:39
Ojo de Muerto

*tsk*

No aprendéis... - dijo, accionando la rueda de su mechero, mientras lo agitaba en el aire como si fuera el mango de un látigo.

Y en efecto, reaccionó como tal. Una lengua de fuego se extendió por el aire, pasando a escasos centímetros del rostro de Martha, para azotar bruscamente el brazo de Rebecca, que pegó un grito horrorizada, mientras su extremidad se chamuscaba. Se dejó caer tras el mostrador, a lo cual el extraño, Ojo de Muerto como le conocían sus compañeros, se giró hacia Martha.

Donde. Está. El humano. - te interrogó.

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11/10/2014, 02:09
Martha Stuart

Dio un gritito y se quedó paralizada cuando sintió la llama tan cerca para ver impotente como Rebeca se le quemaba un brazo. Estaba aterrorizada y las palabras no salían de su boca. 

- N-n-no lo sé, lo juro. Que una cosa era saber lo que le había pasado la noche anterior y otra muy distinta lo que habían hecho con su cadáver, aunque supuso que le habrían dado sepultura.

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11/10/2014, 03:17
Director

Ojo de Muerto suspiró, como si estuviera harto de oír la misma retahíla, y se dispuso a agitar de nuevo su látigo, esta vez contra Martha. La lengua de fuego iba a cruzarle la cara, cuando los armarios de ambos laterales de la tienda, repletos de frascos con té de todo el mundo y saquitos de infusión, se desplomaron justo entre aquel individuo y Martha, conformando una improvisada barrera que comenzó a humear, hecha de madera que estaba, cuando la lengua de fuego restalló contra ella.

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11/10/2014, 03:55
Rebecca Grey

Rebecca había asomado por el mostrador y utilizaba su movimiento mental para poner cuantas trabas pudiera a ese asesino.

¡Rápido! ¡Por aquí! - te gritó, indicándote la trastienda.

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11/10/2014, 11:06
Martha Stuart

Estas cosas ni se dudaban, a pesar del miedo cuando tuvo la barrera delante y a Rebeca indicándole por donde irse, salio corriendo en esa dirección.

- ¿Quien es ese? pregunto mientras seguía a la mujer, con la voz llena de pánico.

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11/10/2014, 18:15
Rebecca Grey

Cruzas corriendo hacia el interior de la tienda, mientras Rebecca te urge por salir de allí, agachada, mientras trata de poner todo a su alrededor en forma de barrera contra aquél psicópata salido de la nada.

El látigo restalló de nuevo, impactando contra un mueble que caía en ese momento, dándoos tiempo para escapar, esta vez agachadas, mientras el fuego comenzaba a hacerse el dueño de la estancia. Los restallidos cesaron, y Rebecca te guía hacia una trampilla en el interior.

No se quién es, ¡no le había visto nunca! ¡Lo juro! - dijo, tirando de la pesada tapa.

- Tiradas (1)
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11/10/2014, 19:03
Martha Stuart

- ¿Como estas? ¿Te ha herido mucho?dijo preocupada recordando que la había alcanzado con aquel látigo hecho de fuego. Bueno, ya lo averiguaremos, de momentos larguémonos de aquí, tenemos que avisar a todos sobre esto. El sitio empezaba a oler demasiado a humo y eso no era nada alentador. Se metió por la trampilla que Rebeca acababa de abrir y espero abajo a que ella también entrase.

 

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11/10/2014, 19:40
Director

El brazo de Rebecca estaba casi inservible. Había carbonizado y cauterizado la herida, y por los huecos de la camisa se podía ver que la carne estaba negra y quebradiza. Pintaba mal.

Bajas por la escalerilla de la pared del agujero, y notas que Rebecca te sigue, cerrando la trampilla como puede con el brazo bueno. Un hilo del candor del fuego de arriba se escapa entre la rendija de la trampilla. El fuego estaba consumiendo todo en el local, los detalles de buen gusto, la pequeña vidriera, los saquitos de té. Todo.

No parecía probable que aquel hombre os siguiera en mitad de aquel infierno, por lo que estabais a salvo, en la oscuridad del pequeño zulo al que habíais descendido. El lugar parecía un pequeño almacén de materiales alquímicos, probablemente utilizados por el clan en sus rituales. En su momento debió ser un refugio contra los bombardeos, cuyo propósito había cambiado con el fin de la guerra. Y no tenía salida, aunque no había nada de madera que pudiera conducir las llamas hasta allí abajo. Por el momento, estabais atrapadas, pero seguras.

Rebecca cayó al suelo y solo entonces se permitió dibujar una mueca del dolor que estaba padeciendo. Trozos de carbonilla escaparon por el roto de la camisa.

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17/10/2014, 20:49
Martha Stuart

Por lo pronto habían quedado encerradas allí abajo y dio gracias al cielo de que el bunker no hecho estuviera de madera o algún otro material inflamable. Tal vez el tipo ese pensase que las quemo vivas y se fuera. La cuestión era saber cómo salir de allí.

- ¡Rebeca! exclamo la artista cuando esta cayó al suelo. Se arrodillo junto a ella y dirigió su mirada al brazo, haciendo una mueca y dejando escapar un siseo, no era nada agradable aquella herida. La tomo de los hombros con mucho cuidado y la ayudo a apoyarse contra la pared mas cercana par que su cuerpo descansase mejor. Ahora venía lo difícil, ¿qué hacer? Apenas se veía nada en el sitio y ella no tenía mucha (por no decir ninguna) experiencia en primeros auxilios.

- Rebeca, ¿cómo puedo ayudarte? ¿Hay algo aquí que sirva para ayudar a calmar el dolor?

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18/10/2014, 06:14
Rebecca Grey

Rebecca apenas respondía. Trataba de contener su bestia aterrorizada, mientras el olor a carne quemada se iba haciendo con la habitación. Finalmente, pareció calmarse, poco a poco.

No... no puedes. Ya... no hay marcha atrás... - su cuerpo convulsionó, presa del sollozo. La sangre cayó sobre su blusa, empapándola - Por el amor del cielo Luke... qué hiciste...

Al poco, consiguió recomponerse, pero a partir de entonces se negó a hablar durante el resto de la noche. Podías buscar algo de utilidad, sin tampoco demasiado afán, o vencerte al aburrimiento mientras escuchas como todo se derrumba en el piso superior. Estabais quedando sepultadas, y nada aseguraba que pudierais salir de allí.

________________________________ Fin del Capítulo 1 ________________________________