¿Los cazadores son la inquisición a la que se refirió Arthur? Es...tiene esto algo que ver con la iglesia, quizás?
Seguro que si lo intentas lo consigues! Pero no parecía una respuesta adecuada.
Más hombres que no entienden no como respuesta, ¡Toda la vida con el mismo problema!
Muchas gracias, de veras, pero la amenaza no parece estar tanto en las calles como debajo de ellas. Estaré bien, no se preocupen.
El otro...¡Que no!Al menos la irritante y vergonzosa persistencia estaba borrando la preocupación temporalmente. o trasladándola, pero eso era algo.
Oh! de ninguna manera podría permitir que volvieran ustedes tan cerca del amanecer y por terrenos desconocidos! Vivo muy lejos. Aunque me duele debo rechazar su amable oferta...
Trataba de no mostrarse tan ansiosa como empezaba a sentirse.
En esos momentos escucháis pasos. Los dos caballeros que habíais dejado atrás se os incorporan rápidamente, con gesto neutro en el rostro. Sea lo que sea lo que hayan hablado, no parece que vayan a dejar entrever una palabra de ello.
La estúpida niñita del Sheriff estaba empezando a resultar un problema. Quizá sólo estuviera... desorientada. Es normal que tras las peores experiencias los padres se vuelquen en exceso en los niños, y los sobreprotejan. Quizá un Sheriff puede sentir lo mismo, si no como hija, sí como protegida. No la tendría como protegida si no tuviera alguna vinculación con ella...
-En el pasado sí, hoy no necesariamente. De todas formas -asintió- suena como una buena época para tener un ojo en las iglesias.
Hizo un visaje con la mano.
-Por nosotros no se preocupe: no nos hubiéramos ofrecido sin tener todo eso en cuenta, después de todo -sonrió un poco. Su sonrisa era encantadora, y postiza- Pero quizás desea reflexionar sobre la situación: no forzaremos su intimidad si es lo que prefiere.
Sacó por un momento el reloj de cadena, comprobándolo: ¿les daría tiempo a ir al Eliseo?
Y Arthur regresa, envuelto en un halo de gloria, con armadura brillante y caballo blanco.
Se lo agradezco mucho.
Fiu!
Se vuelve hacia los recién llegados, dando un pasito atrás para que puedan integrarse. Y para salir del centro de atención, que siempre apetece.
Arthur llegó a la altura de los demás, mientras revisaba un reloj de bolsillo que había sacado de la rasgada chaqueta.
- Caballeros, debemos apresurarnos. Amanecerá en dos horas y media, y necesitamos haber informado a la Reina para entonces. Mary querida, gracias por tu ayuda. Holmes te llevará a lugar seguro, a no ser que quieras acompañarnos a ver a Lady Bowesley. - observó, sin llegar a pararse del todo.
Y...si no quiero ninguna de las dos cosas?
Se pregunto, agobiada.
Eh...creo que..tengo algunas cosas que hacer. Muchas gracias Arthur, de veras...
Que pesados son los caballeros, y como se sale de aqui? se pregutna mientras d aunos pasitos atras, discretamente, a ver si esa forma de despedida sirve como cualquier otra...
- Como quieras, estoy seguro de que encontrarás el camino a un lugar seguro. - dijo, metiendo la mano en el bolsillo - Aquí tienes algunas libras para el taxi. Cuídate querida. - dijo, tendiéndote unos cuantos billetes, 100 libras, bastante dinero para la época sin duda, con un gesto gentil - Ahora partamos a ver a nuestra Reina.
Mary toma el dinero con un poco de vergüenza, y duda. ¿Realmente quiere marcharse y quedar al margen de todo esto, de lo que se vaya a decidir?¿Seguro?
No tarda en decidirse, y perderse en la noche tan discreta y rápida como puede.
Asintió ante las palabras del Sheriff, desentendiéndose de la mucama.
-Tiene razón, Sr. Halesworth -dijo, obviando el hecho de que habían estado esperándole, como se esperaba de él que obviase- Debemos darnos prisa.
Ernest observó la partida de Mary con un leve arqueo de cejas. ¿Que es lo que le ocurría a aquella vampiresa? ¿A que venía aquel comportamiento tan singular y reservado?
Era casi como si sintiese repulsión de ellos o les tuviese miedo, y no recordaba haber hecho nada que pudiese ser susceptible de ninguno de ambos sentimientos. No al menos por parte de ella...
No obstante optó por no hacer comentario al respecto, primero por el decoro, pero también por que ya había tenido suficientes "experiencias" desagradables en las últimas veinticuatro horas como par ir preocupándose del comportamiento errático de otros vástagos que ni le iban ni le venían.
- Ciertamente no es menester hacer esperar a la Lady Anne mas de lo que ya hemos hecho.- Correspondió con el resto de los presentes.- Aunque tal vez nuestros actuales olores puedan suponer una ofensa a sus sentidos...- Prosiguió con tono ligeramente distendido.
Arthur asintió, mientras observaba como la muchacha desaparecía rápidamente.
- Sin duda, mandaré nota con el criado del señor Collingwood, si esto no supone un problema para usted Andre, para que nos traigan ropa limpia mientras nos aseamos en los baños de la Corte de Justicia. - Andre asintió con la cabeza, servicial - Tendremos que pasar el día en el edificio, no obstante. En marcha...
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