Partida Rol por web

En cuanto la pokéball tocó el suelo, Wooper salió a la luz, bastante más sonriente que cuando lo viste en estado salvaje. Era tu primer pokémon y te sentías orgulloso de él. Te observaba de una manera muy curiosa, como si estuviera esperando tu aprobación ¿era esta la sensación que invadía tu cuerpo cuando tenías a una de estas criaturas bajo tu mando?

Me quedo mirando al pokemon.

Es un pokemon de color azul, por lo que tiene que ser de agua y con esas antenitas no hay duda, es un wooper.

Hola - le digo al pequeño pokemon.

¿Eres un wooper verdad? 

Te propongo una cosa, tu y yo tenemos que convertirnos en los mejores amigos del mundo y combatir hasta que conseguimos que nos nombren el mejor entrenador y el pokemon más fuerte. ¿Qué te parece?

Espero la respuesta del pokemon con impaciencia.

Me encanta este pokemon, pero, ¿Le gustaré yo igual?

El wooper inclinó la cabeza en cuanto te escuchó hablar, no sabías si te entendía pero su reacción parecía bastante favorable a tus palabras. En cuanto acabaste dio un gran salto demostrando una buena agilidad a la vez que emitía su particular chillido, parecía que le habías caído bien y eso siempre era de agradecer.

Puede que a partir de aquel momento se forjase una bonita amistada entre pokémon y entrenador...

Pues volvamos a Pueblo Amatista, no podemos continuar nuestro viaje sin pokeballs.

Me agacho junto al pokemon de agua.

Ven - digo cogiéndolo.

Súbete a mi hombro, quiero que cuando entremos en Pueblo Amatista, tú seas bien visto por todos. Eres mi Wooper y todos tienen que saberlo.

En marcha. A pueblo Amatista.

Allí me espera le enfermera Joey y tengo que ir a la tienda.

Tras recoger a tu Wooper te dirigiste raudo y veloz de nuevo al pueblo para visitar el centro pokémon. Allí estaba como la última vez la encantadora enfermera

- ¡Buenos días! ¡Vaya! ¿ya estás de vuelta? - parecía sorprenderle que en tan poco tiempo hubieras regresado.

Hola, sí.

Ya he capturado mi primero pokemon - digo con una sonrisa de oreja a oreja.

No se como ha sido, fue muy rápido y solo me acuerdo de verlo delante mia y lanzar las dos pokeballs que tenía. La segunda acertó y ya soy entrenador pokemon - digo gritando sin darme cuenta de si podía estar molestando.

Por favor, enfermera, ¿Puede ver si está bien mi Wooper? He hablado con él y parece que está perfectamente pero quiero saberlo bien, antes de comenzar mi aventura.

Necesito saberlo para convencerme a mi mismo de que ya soy entrenador pokemon.

Cojo la pokeball.

Wooper sal de la pokeball.

La enferma cogió con cuidado al Wooper y se lo llevó a la trastienda

- En unos minutos te lo devuelvo de una pieza - comentó alegre

- Necesito hacerle una inspección a fondo pero no te preocupes, a simple vista se le ve muy sano y seguro que tiene muchas ganas de entrenar contigo - después de aquellas palabras cogió y desapareció del mostrador junto a tu pokémon.

Veo como se llevan a Wooper.

Espero que esté bien.

¿Qué hago mientras revisan a Wooper? - digo mientras miro el resto del centro pokemon.

Debería llamar a Papá.

¿Dónde estará el teléfono?

Debe estar por aquel rincón.

Me aproximo a un rincón en el que encontré las cabinas.

¿Dónde tendré ahora el dinero? - Empiezo a buscar en la mochila, sacando las Irisinas que me había dado por la mañana mi padre.

Debería ir a la tienda a comprar pokeballs y pociones para Wooper, será mejor ir a la tienda después antes de que se me olvide.

Coloco las irisinas en su sitio y encuentro el dinero para poder llamar.

Espero hasta que descuelguen.

¿Papá? Soy Morti, te llamo para decirte que he capturado mi primer pokemon esta mañana y estoy en el centro pokemon pasando revisión. ¿Quieres venir a verlo?

Tu padre sonó increíblemente emocionado

- ¡¿Ya?! - exclamó

- ¡Es increíble! Hace tan solo unas horas que te marchaste y ya tienes tu primer pokémon ¡me siento muy orgulloso de ti! - después tras escuchar tu petición se provocó un incómodo silencio

- No sé si podré ir Morti, tengo mucho trabajo en casa, pero desde luego te veo muy ilusionado, no sé que decirte ahora mismo... ¿pensaste ya un nombre para él? - aquello sonó a cambio brusco de tema, tampoco tuviste en cuenta si tu padre estaba ocupado o no ¿o es que realmente no estaba tan ilusionado como tu?

Al principio al escuchar la idea de que mi padre se sintiera muy orgulloso de mi, me hizo esbozar una gran sonrisa pero duró poco al enterarme de que mi padre no pudiera venir.

No, no lo he pensado papá, pero creo que no le voy a llamar de ninguna forma. Es mejor su nombre real. Aunque si en algún momento a Wooper le gusta un nombre, se lo pondré. - dije con un tono de voz bastante frío ya que me encontraba un poco triste.

Oye papá, tengo que dejarte, voy a esperar a que salga mi Wooper y continuaré mi viaje. Te avisaré en cuanto pueda de que como va todo.

Colgué el teléfono sin esperar una despedida de mi padre. 

¿De verdad me dijo Papá toda la verdad esta mañana, cuando dijo que era feliz de que saliera de aventura?

Nada más colgar el teléfono pudiste escuchar la suave voz de la enfermera que te indicaba que tu pokémon estaba en perfecto estado. Lo colocó en el suelo y la criatura por inercia se acercó a ti con pequeños saltos.

- No tienes nada de que preocuparte, tu Wooper está más sano que un roble, ahora toca cuidarlo bien - sonrió

- ¿Hay algo más que pueda hacer por ti? -

No, muchas gracias. Nos toca comenzar nuestra aventura y entrenar para ser mejores que nunca.

Wooper ven aquí - digo cogiendo al pokemon.

Despídete Wooper, volveremos pronto.

El Wooper parecía haber entendido tu mensaje y comenzó a gruñirle a la enfermera en tono amistoso, la enfermera riéndose se despidió tanto de ti como de tu pokémon, quedándoos de nuevo a solas con todo un mundo a vuestra disposición.

Al verme en la calle pienso que para Wooper al ser un pokemon de agua le puede resultar duro ir por tierra.

Saco la pokeball - Wooper vuelve.

¿Ahora sigo por la ruta por la que vine? Uy, es verdad, antes de que se me olvide debo ir a la tienda pokemon a comprar pokeballs.

Empiezo a tomar el camino que lleva hacia la tienda pokemon.

La tienda quedaba bastante cerca del centro pokémon, de modo que tardaste apenas 5 minutos en llegar.

El local era grande, quizás no algo exagerado pero si para surtir las provisiones más necesarias para cualquier entrenador. El encargado era un chico de mirada penetrante que nada más verte entrar estaba dispuesto a ayudarte en todo lo posible

- ¡Ey! Bienvenido a la tienda, ¿en qué puedo ayudarte? -

Hola, buenos días.

Pues me gustaría comprar 3 Pokeballs y 1 Poción a ser posible.

No se si estaré comprando bien, pero supongo que aprenderé con el tiempo.

El dependiente te preparó en una bolsa las tres pokéball y la poción.

- Serán 4 Irisinas - segundos más tarde intercambió la bolsa por el dinero.

- Espero que le saque buen provecho a los objetos ¿le puedo ayudar en algo más? -

Espero que también sean útiles para mí. 

Empiezo a pensar.

¿Debería comprar algo más? Creo que por ahora no.

Pues por el momento creo que tengo todo.

Empiezo a salir por la tienda.

¿Hacia donde voy? Debería consultarlo con Wooper.

Wooper sal de tu pokeball.

Veo como el pequeño pokemon aparece.

Wooper, ¿Hacia dónde nos dirigimos? Creo que lo mejor sería acercarnos a Cueva Arenisca o al Coto de Caza.

No se si lo mejor es intentar capturar otro pokemon antes de irnos a la cueva pero ¿Nos acercamos a la cueva y si vemos que es muy peligroso nos volvemos?