Partida Rol por web

Zlatan se aproximó a los trozos de madera acumulados. Posiblemente allí se encontraría algún pokemon oculto, quién sabe. Iba a ser su último intento de capturar algún pokemon por ahora pues Poliwag necesitaba curación.

Mientras curioseabas los tablones de madera, un pokémon apareció desde la lejanía rumbo a tu posición. Parecía extrañado de verte cerca de ella

-Jummm...esté también me interesaría para mi equipo-Zlatan preparó la pokeball de Cyndaquil y la lanzó sin pensarlo demasiado-Ya sé que estás algo cansado Cyndaquil, pero necesito un último esfuerzo. Tenemos que capturar a este último pokemon. Luego iremos a tomarnos un helado, ¡te lo prometo!

-Cyndaquil, cubre a tu adversario con tu potente ataque. ¡Estallido!-Zlatan esperaba que el ataque no fuese demasiado potente para acabar con su rival. Le había caído simpático el pokemon que portaba uno de los trozos de madera. Sería un buen pokemon dentro de su equipo.

El ataque de tu Cyndaquil fue demoledor. La explosión de llamas envolvió por completo al pokémon que poco pudo hacer para defenderse. Tan solo bastaron unos segundos para comprobar que Timburr se encontraba en el suelo, inmóvil y con toda su piel totalmente chamuscada, las posibilidades de que hubiera sobrevivido a un ataque de tal calibre eran escuetas...

Cyndaquill comenzó a quedarse en trance unos segundos, después comenzó a gemir con su timbre tan peculiar... oh... ¡algo le ocurre a tu pokémon! ¿está evolucionando?

¡Cyndaquil ha evolucionado a Quilava!

Zlatan contempló fascinado los cambios que estaba sufriendo su Cyndaquil. Era algo asombroso, no esperaba que ocurriera tan pronto. Después de haber concluido se puso como loco y pegó un fuerte grito de júbilo.

-¡Lo has conseguido Cynda...Quilava, eres excepcional!-se acercó a su pokemon para ver cómo se encontraba tras el cambio.

Quilava tras la evolución se encontraba inestable. Las llamas de su cuerpo brotaban con mucha vitalidad, quizás con demasiada. Llegó incluso a asustarte. Aquel pokémon ahora estaba siendo poseído por una súbita violencia que demostraba con el fuego de su cuerpo ¿sería este el fruto de tu entrenamiento? no parecía sentir ningún atisbo de felicidad por el cambio, al contrario, parecía estar enfurecido.

-Quilava ¿estás bien?-Zlatan no sabía si estaba entrenando mal a su pokemon. Su actitud le había dejado muy confuso-¿Quieres que vayamos al centro pokemon a curar a Poliwag?-Le dijo con voz amable tratando de no ser muy brusco con él. No esperaba tampoco una respuesta, pero quizás no lo había tratado tan bien como merecía.

En el momento que hablaste sobre curar a Poliwag notaste a Quilava más calmado ¿había sido capaz de entenderte?¿porqué aquella decisión le había hecho apaciguarse?

-Vuelve Quilava, tienes que descansar-dijo Zlatan mientras recogía a su pokemon. Decidió partir en busca de el centro pokemon más cercano.

Por desgracia el centro pokémon más cercano era el de Costa Zafiro. Una vez más estaba allí la amable enfermera que tan gustosamente os había atendido

- ¡Buenas! - comentó mientras te veía llegar

- ¿Lograste encontrar a tu amigo? no me gustaría saber que hice mal el favor que me pidieron - dijo mostrando una tímida sonrisa