Partida Rol por web

-No se preocupe joven dama, no me molesta en absoluto. Les vi salir del bosque, estaba aquí con mi señor, y debo admitir que disfruté observando la....charla. Es curioso hacerlo cuando se esta demasiado lejos para escuchar, pero no para ver los gestos y movimientos. Puede uno imaginarse cualquier conversación que quiera. Lo que me intriga es...de donde vienen. Por el camino que aparecieron, no hay nada más que campo. Ni siquiera caminos dignos de tal nombre. Y más aún...no parecen sirvientes, pero no llevan equipaje alguno. Tampoco han caminado mucho, pues las ropas no están sucias. Sois un misterio intrigante.

Sonríe a los presentes.

-Creo que hemos abusado demasiado de vuestra cortesía y buena voluntad.

Se levanta de la mesa. Puede notar que hay cosas importantes que quieren comentar entre ellos y que ellas dos solo son un impedimento para que las comenten. Quedándose quizá hacen que los planes de construir la escuela se vean retrasados. Se despide con una pequeña reverencia y se dirige a la mesa donde están sentados Reginald y Remus.

-¿Me echabais de menos? - pregunta en voz baja antes de sentarse en una de las sillas vacías.

Helga se hizo la distraída ante la pregunta de su amigo. No podía exponer sus motivos de sospecha delante de las dos forasteras.

- Ohm, bueno, nimiedades en general -se mostró más relajada-. Sé que a vuestro lado una dama no ha de temer, mis señores, pero comprended que estar en un sitio al que no estoy acostumbrada, como este pueblo, me hace sentir algo incómoda. Aún tardaré un poco en hacerme al lugar, pero nunca está demás saber algunas curiosidades -dijo, disimulando. Ya le explicaría a Salazar después, y para compensarle, le mostró al heredero Slytherin una sonrisa encantadora.

Rowena, más confiada que la joven regordeta, defendió al posadero y sus teorías, a lo que Helga asintió.

- Tenéis razón, Rowena, ya que vos estáis más familiarizada con Hogsmeade al vivir un tiempo aquí. Si decís que este posadero es un buen hombre, no seré yo quien os contradiga: así lo consideraré yo -"O al menos, hasta que se demuestre lo contrario", aunque no llegó a expresarlo en alto. Su comentario venía acompañado de un tono amable, a pesar de los formalismos; solía tratar a su amiga con más confianza, pero delante de las dos jóvenes, prefirió mantener sus modales.

De repente, y tras la intervención de Godric, Amy se levantó abruptamente, excusándose, y abandonó la mesa. Helga se limitó a asentir de manera cortés.

Salazar respondió a la sonrisa de Helga, aunque como siempre, su rostro y su mente no coincidían. Seguía pensando en todo este extraño asunto. Le preocupaba Helga, en este lugar había más peligros de los que ella parecía comprender... la doncella era un auténtico premio para cualquiera, y todo mago capaz de usar una varita es un problema potencial.

La opinión de Rawena le resultaba una necedad propia de la necia irresponsable que la consideraba. Una mujer que había dado la espalda a su deber, a su posición como miembro de un linaje real y a sus deberes maternales, que insenstamente arrastraba a su malcriada hija a lugares desconocidos... no, alguien como él jamás consideraría relevante la opinión de esa muchacha. 

- Los buenos hombres se pueden comprar o extorsionar - respondió en el mismo tono neutro, pausado, calmado y cortés de siempre-. Y la joven  Drachenbult, cuya sensatez es un deleite en alguien tan joven -inclinó la cabeza con educación hacia ella- , dice verdad: si la tal profecía es cierta, se cumplirá de todos modos. He de hacer notar que me resulta como mínimo destacable el hecho de que un hombre al que jamás he visto se dirija a mí para interpelarme sobre una supuesta profecía, y que esperéis que reaccione a ello como si fuera cierto.

Me sentía realmente bien entre tales personalidades, era algo que podía ser único, quién sabía cuándo volvería a vivir algo así. Una sonrisa alegre danzaba en mi rostro, sereno sin contar la pequeña emoción demostrada. Vi como Amy se marchaba con los demás, yo debería hacer lo mismo, pero tal vez no hacerlo de golpe, pues quizás llamase la atención... aunque al ver como me dirigiría al mismo lugar, pues...

- Ahora mismo te acompaño, querida-le digo a Amy cuando se despide. 

Estaba dispuesta a quedarme unos minutos más, pero entonces escuché el comentario de Slytherin... Muy típico de lo que se esperaba de alguien como él, según relataban los libros de historia. Aunque desde que los conocía (que no era demasiado), había podido comprobar que no todos los rasgos de los fundadores coincidían con los de los escritos. Me sorprendió que Salazar mostrase tanto afecto por Helga, cuando las virtudes de ella son todo lo contrario a las de él... Al igual que Rowena parecía demasiado impulsiva, al menos algo más de lo que esperaba. Supongo que en los libros de historia exageraron.

Recibí el halago de Salazar con una sonrisa acompañada de un suave asentimiento de cortesía. No quería permanecer en la mesa mucho más tiempo.

- Como ha dicho mi compañera, Amanda, no quiero abusar más de vuestra cortesía y confianza-dije mientras me levantaba lentamente-, pero me temo que otros asuntos requieren mi atención. Ha sido todo un placer y un verdadero honor conocer a tan importantes personalidades mágicas. Espero volver a verlos pronto-finalicé mi despedida una vez en pie. Hice una elegante reverencia antes de marcharme donde había ido Amy.

Wow... increíble... increíble...

Tras despedirme de los fundadores, fui a la mesa donde estaba mi grupo. Parecía bastante sorprendida y contenta al mismo tiempo, al fin y al cabo, había conocido a los mismísimos fundadores de uno de los colegios de magia con más prestigio del mundo. 

Al llegar junto con mis compañeros, me senté en la misma mesa, al lado de Remus.

- Hola, ¿alguna novedad?-pregunté. Miré al licántropo con preocupación, tal vez la luna llena se estuviese acercando, eso no era buena señal.