Partida Rol por web

- Parece interesante las mejoras que aplicarán con el parche, espero que no cause problemas su aplicación. Lo que más me gusta es eso de la posibilidad de mejorar las características. Estoy deseando ver cómo funciona. - Pensé al cerrar el mensaje recibido por el server.

Iba siendo hora de conseguir un equipamiento adecuado, así que al conectarme al Crown lo primero que tenía en mente era visitar alguna tienda de armas y armaduras, a ver qué podía conseguir y qué posibilidades me ofrecería el juego. Debía armarme como es debido, para evitar en lo posible volver a ser rechazado de una misión por mis pintas.

Mientras andabas por las calles de Bahía Perdida buscando un buen lugar donde hacer las compras te topaste con una mujer, o más bien parecía una cría.

Por su forma de vestir y aspecto dudaste muchísimo que fuese originaria de tu ciudad, tenía más bien aspecto de Maga o incluso sacerdotisa.

Se te quedó mirando durante unos instantes, parecía excesivamente sonriente.

Alzó la mano

- ¡Hooooola! - gritó en un tono demasiado efusivo. Notaste que algunas personas os miraban, ella llamaba demasiado la atención.

- ¿¿Vas solo por aquí?? Este pueblo da miedo -

Algo asombrado por la actitud de la chica, la miré de arriba a abajo.

- Tú no eres de por aquí, ¿Verdad? - La respuesta parecía obvia, pero me hizo gracia pronunciar una frase como esa, en voz alta. La observé detenidamente. Probablemente un extranjera en Bahía Perdida no tardaría en toparse con ladrones que le quitarían todo lo que llevaba encima. - Un momento... yo soy un ladrón. - Dudé si debía pasar de ella o acercarme amistosamente, y si lo hacía, ¿debería intentar embaucarla y desvalijarla o actuar honestamente?

- Si quieres, ven conmigo y me cuentas qué haces sola por aquí. - Me salió casi sin pensar, como si mis labios tomaran la decisión por mí. Ya vería luego qué hacer. De momento, por deformación profesional, la escudriñé intentando averiguar si llevaba algo de valor encima.

La muchacha saltó sonriente

- ¡Por fin alguien amable! - gritó.

- Claro que no soy de por aquí, este lugar es muy sombrío... no me malinterpretes - parecía que no quería dar mucha más información.

- La verdad es que me encantaría dejar de estar sola ¿formamos grupo entonces? -

De repente una notificación apareció frente a ti.

"Naga, Sacerdotisa Nv 7 quiere hacer grupo contigo"

- No sé qué decirte. No he formado grupo aun con nadie. - Le respondí haciéndome el dubitativo. - Sacerdotisa, ¿eh? ¿Qué sabes hacer?

La mujer se quedó algo cortada.

- Vaya, no sabía que al invitarte a grupo se viesen todos mis datos... bueno como habrás visto mi nombre es Naga - te sonrió.

- Si no quieres, puedes rechazar la invitación, voy voy a sentirme mal ni ofenderme - al menos parecía que la chica era tolerante. Sin embargo contraatacó de una manera curiosa.

- Si me aceptas en el grupo, podrás comprobar cuales son mis virtudes - te guiña.

Torcí el gesto. No acababa de convencerme la idea, pero supuse que si la cosa no me satisfacía por algún motivo, como que me retrasase o supusiese una carga, habría la forma de desvincularse del grupo y dejarla atrás. Parecía una forma inocua de experimentar con grupos.

- Ok. De acuerdo. - Acepté la notificación. - Soy Jack. Iba de compras, ¿te apuntas? - Eso no sonaba como debiera, pero en fin...

Naga aplaudió en cuanto supo que ibas a aceptar la invitación. Ahora formalmente erais compañeros de grupo.

- Vaaaya, veo que eres más fuerte que yo ¡eso me gusta! - dijo.

- Me encantará ir de compras, ¿tienes pensado ya qué es lo que buscas? A mi también me gustaría echar un vistazo, igual consigo algo que se adapte a mi - sonrió.

Parecía que de momento no estaba siendo un estorbo.

Correspondí con una media sonrisa.

- Armas, armaduras, objetos... no sé. A ver que se puede encontrar. - Le respondo, mientras comienzo a andar hacia la tienda.

Bien pensado, podría ser una suerte tener una sacerdotisa como aliada. No tenía ni idea de qué podía hacer como tal, pero supongo que estaría mucho más cercana a la magia que yo, cosa que, por cierto, no es que se me de muy bien, aunque me defienda en ello. Si yo, con lo poco que sé de magia, puedo restablecer dos puntos de vida, quizá ella llegue mucho más allá.

Todo no eran más que conjeturas. Ya se vería qué depara la suerte.

De repente mientras andabais un mensaje de advertencia apareció delante de ti, comprobaste que ocurrió lo mismo con Naga, el mismo mensaje apareció frente a ella.

ADVERTENCIA

Actualmente todos los servidores han sido atacados por un grupo de hackers que actualmente está siendo localizado. La nube de guardado está temporalmente deshabilitada y no podemos garantizar la permanencia de vuestros personajes.

Hasta que se solucione dicho problema se recomienda no desloguearse del juego o morir durante vuestras aventuras, puesto que los datos podrían desaparecer mientras el almacenamiento digital está reparándose.

¿Pero qué demonios pasaba?¿Un ataque Hacker?

- ¡Vaya! ¿Has visto eso? Por suerte estamos en la ciudad y aquí no creo que tengamos problemas. - Le digo a mi nueva compañera, mientras sigo andando tras quitar la advertencia de delante de mis ojos.

Naga parecía preocupada

- Supongo que estas son las consecuencias de participar en un juego que apena tiene unas semanas de vida... - concluyó reflexiva.

- De todas es bastante incómodo saber que no me puedo desconectar... hoy tenía el día libre pero... ¿y si no lo llego a tener? me daría algo si perdiese a este personaje - parecía que estaba pensando en voz alta.

- En fin, mejor sigamos... - después de aquello continuó caminando, seguía tus pasos ya que eras el único del grupo que sabías donde encontrar una tienda.

En pocos minutos llegasteis a una tienda decorada con infinidad de objetos de todo tipo.

- Bienvenidos a mi tienda aventureros, ¿en qué puedo ayudaros?  - el dependiente tenía el rostro pálido y serio, no parecía demasiado amistoso así que regatear con él podría ser un error.

- Queremos ver qué tiene y los precios. Nos interesa cualquier cosa, pero principalmente armas y armaduras. Somos niveles 15 y 7, lo digo por si hay incompatibilidades según nivel.

Esperé a ver qué podía mostrarnos.

El vendedor comenzó a mirar debajo del mostrador.

- Veo que eres un ladrón, como tal puedo recomendarte esta daga - colocó frente a ti una hermosa daga de plata. Examinaste sus características y comprobaste afortunadamente que era una versión mejorada que la que tenías ahora. Al parecer eliminaba por completo el penalizador en las tiradas de ataque.

- Su precio es de 1.000 monedas, ¿la quiere? -

Naga te miró pensativa.

- ¿Crees que merece la pena? yo la veo un poco cara para lo que ofrece - dijo mientras la examinaba contigo. El resto de cosas que tenía que ofrecerte, por lo menos hoy, no era de tu interés.

Miro a Naga.

- Tienes razón.

Miro al tendero.

- Tengo una idea mejor. - Pongo mis dos dagas sobre la mesa, la de plata y la normal. - Te cambio estas dos dagas por la daga de plata que me has ofrecido. Es un buen arreglo para ambos. Entre las dos podrás sacar más de 1.000 monedas.

El tendero te miró con la misma cara de pasividad

- Me temo que te equivocas - comenzó a mirar las dagas

- Esta daga de aquí es la inicial que recibiste al llegar a este mundo ¿verdad? - ahí llevaba razón.

- Su valor es nulo en el mercado... - después se centró en la otra

- Y esta daga de plata, es buena, pero la mía es mejor, y su valor es inferior -

Naga suspiró

- Menudo jarro de agua fría... -