Partida Rol por web

Tu daga atravesó el corazón de Naga en un arrebato de furia que ni ella se veía venir.

Tu rostro estaba a escasos centímetros del suyo. Comprobaste como la ilusión comenzó a desvanecerse lentamente mientras ella aún tenía los ojos abiertos de par en par.

Observaste como su barra de vida llegó a 0 rápidamente.

Antes de que su cuerpo desapareciera en un centenar de píxeles, pudiste escuchar su voz

- Esta vez... ganas tú... - por fin habías podido completar aquello que te propusiste. Por fortuna, como ella fue quien te atacó primero, no viste comprometido tu rango como jugador NO PK

Por una parte sentí satisfacción al vencer a Naga. Por otra sentí un absurdo sentimiento de culpa al haber acabado con ella, y es que el entorno del juego era tan real que casi parecía padecer por haber arrebatado la vida a otro ser humano. Tuve que reordenar las ideas en mi cabeza para tomarlo con la perspectiva adecuada, donde aquello no era más que un juego y, además, ella se lo había buscado en todo momento.

Sacudiéndome ideas estúpidas de la cabeza, miré en derredor, por si al acabar con Naga algunos de sus objetos o pertenencias quedaban disponibles para ser recogidas por mí. Después de rapiñar todo lo posible (si se puede), busqué mi daga de hierro y la volví a enfundar en el cinturón.

Por desgracia (o fortuna, según el momento). En Crown los jugadores no podían soltar objetos. Tan solo aquellos que tenían un alto índice de PK, donde Naga no estaba incluida.

Al menos te había servido para poner a prueba tus habilidades...

Continuaste con tu camino como hasta entonces. Casi habías rozado el ecuador del sistema de niveles de Crown, y aun sentías que tenías mucho que aprender y conocer.

Ahora estabas en un bosque, llevabas un par de horas dando rodeos por su alrededor. No te habías encontrado con nadie en los dos últimos días, todo parecía muy tranquilo y realmente hermoso. Estos bosques donde el otoño parece perenne tienen todo su encanto.

Dejé atrás aquellos lúgubres parajes y me interné en bosques cuyos claroscuros eran agradables y bucólicos. En mi viaje pensé en la cantidad de cosas que me habían sucedido en este juego y lo real que parecía todo. Lo estaba disfrutando como ningún otro, pues el nivel de realismo era casi perfecto.

Poco a poco, la idea de ir haciendo para mejorar al personaje, dejaba paso a la idea de conseguir objetivos importantes. Estaba esa corona que todos querían, quizá sería buena idea ponerse a buscar en serio. ¿Dónde podría ocultarse? ¿En el estómago de un dragón? ¿En la cueva más profunda? ¿Al fondo de unas mazmorras, custodiadas por seres de pesadilla? ¿En un abismo subterráneo, rodeada de ríos de lava? Cualquier cosa parecía posible.

En estos pensamientos me entretenía mientras continuaba avanzando hacia ninguna parte, pero cualquier otra parte me acercaría más a mi objetivo... o no. Pero sería divertido, con toda probabilidad.

Mientras seguías caminando ensimismado en tus pensamientos advertiste algo que te llamó la atención.

Entre toda la hojarasca había algo irregular. Decidiste acercarte para comprobar de qué se trataba y para tu sorpresa ¡era la entrada a una cueva!

No sabías si estaba oculta a conciencia o fue pura casualidad, pero aquel agujero daba a un espacio subterráneo cuyo contenido era un total y absoluto misterio para ti. ¿Qué deberías hacer?¿Pasar de largo por si era una trampa o un lugar demasiado peligroso para alguien como tú?¿o arriesgar?

De tratarse de un juego clásico, no me lo habría pensado dos veces, pues si hay una entrada a una cueva es porque en la cueva hay algo que obtener. Pero el realismo era tan brumador, que quien sabe qué podría suceder.

Tardé en decidirme, miré alrededor por si había huellas, tomé aire y decidí internarme en las entrañas de bosque.

Al comenzar a internarme en la cueva, miré alrededor de la entrada y vi pisadas. Pisadas frescas*. Ahí dentro habría alguien, seguro. Eso podría ser un peligro inminente... o podría ser indicativo de tesoros ocultos, al estilo Alí Babá.

Resolví adentrarme, pero con extremo cuidado y sigilo... y tan alerta que ante cualquier rumor pudiera responder o huir.

En el momento que entraste en la cueva apareció un pequeño cartel de "cargando". En cuestión de segundos apareció en tu HUD un minimapa del interior de la cueva.

¡Era más grande de lo que te pensabas!

- ¡Caray! - Exclamé al ver el mapa. - Es un dungeon en toda regla. - Sonreí.

Una vez ubicado en el mapa, decidí explorar la cueva sistemáticamente y comenzar por el principio.

Descubriste algo que no te gustaba. De repente, en aquella sala cavernosa que estaba frente a ti, se dibujó un plano de color rojo (como si fuese una alfombra). Algo te hizo pensar que eso podría indicar que había una trampa allí. No sabías de qué tipo exactamente o si sería fácil o difícil de eludir.