Partida Rol por web

Renunciar a lo terrenal

3. En casa como en ningún sitio

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17/11/2021, 00:27
Gen Ker-Kes-Lar

Gen se echó a reír ante el pánico de Khapri, que gruñó malhumorado.

-Khapri es mi familiar, es muy celoso de la colección de objetos que guardamos aquí. Así que eres una nigromante, por lo que veo. Extraño grupo el que formáis. Tenéis incluso un coco... Creo que ninguno de mis antiguos compañeros sigue con vida, supongo que continuaron saqueando tumbas y mazmorras y encontraron su final haciendo lo que más les gustaba, pegar patadas en la puerta y robar tesoros de antiguos dioses.

Se encogió de hombros y señaló los dos bastones. El nuevo estaba mejor trabajado que el primero, tenía unos colores similares y aunque no había grandes diferencias, se notaba un acabado más profesional. Ahora que lo veían mejor, el bastón que habían arrancado de las manos muertas del goblin era más tosco que el que poseía Gen.

-Bien, ¿necesitais algo más de mí?

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17/11/2021, 00:28
Jotnar

¿Y no sería mejor poner "fabricado por" en lugar de "propiedad de"?—preguntó Jotnar, solícito—. Creo que le podría ahorrar muchos malentendidos desafortunados en caso de pérdida.

A decir verdad, en la situación en la que lo habían encontrado bien podían haber pensado que Gen Ker-Kes-Lar era una hechicera goblin. O una sierva de Seth directamente.

No obstante, cuando la señora arrampló con el bastón, el enano carraspeó diplomáticamente.

Pues de hecho, sí—comentó—. No pretendo ser descortés pero no nos enfrentamos a un demonio de esos de las leyendas populares y a su club de fans goblin sólo para quedarnos con las manos vacías. Usted dio el bastón por perdido en su día, ¿no?

Se rascó la barba pensativamente echando un segundo vistazo a los dos bastones.

Aunque pensándolo bien... Ha dicho que ese otro es una versión nueva, ¿verdad?—añadió—. Si hacen lo mismo, ¿qué le parece cambiarnos el antiguo por el nuevo? Así usted tendría un pequeño recuerdo de esa época con sus antiguos compañeros y nosotros un poco de fruto por derrotar a esos bichos.

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17/11/2021, 00:28
Lurzca

No parecía que aquella visita fuera a ser muy fructífera. Al parecer la tal Ker-Kes-Lar no era más que una aventura jubilada con el suficiente egocentrismo como para inscribir su nombre en todas sus cosas. A no ser que les estuviera mintiendo. Cosa que tampoco le iba a extrañar mucho. Pero tampoco tenían porque desconfiar de ella.

Creo que no hay mucho más que rascar aquí... - Comentó la mestiza como de pasada. - Haced lo que querías con el bastón. - Se encogió de hombros. - Os espero fuera. Tomaré un poco de aire.

Ir a una tienda con tantos objetos útiles y no poder comprar ninguno, era una plasta de camello. Tenía que hacer algunos ahorros y volver a esa tienda para mejorar su equipo, pero de momento lo mejor era marcharse para no seguir haciéndose los dientes largos.

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17/11/2021, 00:28
Gen Ker-Kes-Lar

Gen se cruzó de brazos y evaluó al enano con una media sonrisa.

-En este caso, el bastón era de mi propiedad. Por eso pone lo que pone -comentó, parecia divertida más que molesta-. Mirad, os agradezco que lo hayáis encontrado, es un buen recuerdo. Pero es un objeto que fabriqué hace más de veinte años, cualquiera puede utilizarlo y ha caído en manos de unos goblins y unos demonios. No es un juguete que dejaría por ahí, de hecho, lo mejor que puedo hacer es destruírlo para evitar que caiga en malas manos. Sí, este bastón que tengo ahora es mejor, pero no está preparado para que lo use alguien que no sabe practicar magia, esa es una de las cosas que he mejorado. De modo que, ya que lo habéis recuperado y me lo habéis traído, ¿cuánto pedís como recompensa?

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17/11/2021, 00:28
Lurzca

Antes de abandonar la tienda, Lurzca escuchó lo que la dueña de la misma tenía que decir y entonces intervino ella.

- Si usted ya tiene uno que le sirve y no tenía intención de recuperar algo que le vendió tiempo atrás a alguien y que por tanto ya no era suyo, por las leyes elementales de los aventureros, ahora nos pertenece. -

Llllla mestiza exhibiendo una lógica casi perfecta. - Creo que nos puede resultar útil en el futuro y usted no nos dará lo que realmente cuesta. ¿Me equivoco? - Trató de salir de dudas. - Si nadie quiere comprar nada, creo que hemos acabado aquí...

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17/11/2021, 00:29
Nepthis

Nepthis no entendía por qué Gen Ker-Kes-Lar había mandado a Khapri a buscar el nuevo bastón, entonces. ¿Era un ejercicio de vanidad? Sus palabras parecían confirmarlo.

No está a la venta —dijo Nepthis, curvando sus labios en forma de una sonrisa sardónica mientras recogía el bastón—. No os preocupéis. Ahora está en buenas manos.

Nepthis miró a Jotnar, y después a Lurzca.

Así es, Lurzca querida. Hemos terminado aquí.

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17/11/2021, 00:29
Jotnar

Jotnar lo que no entendía era que Gen Ker-Kes-Lar no entendiera que no habían venido a devolver el bastón, y que era entendible que no iban a ir regalando el fruto de jugarse el pellejo contra un demonio de las leyendas y su ejército. Y ya de paso, tampoco entendía que un recuerdo así le diera tan "igual".

Cuanta falta de entendimiento.

A modo de despedida, se quitó a Cocotilio y se lo volvió a poner en la cabeza como si éste se tratara de un sombrero. El coquito parpadeó anecdóticamente y el enano recordó algo.

Una última cosa—preguntó—. ¿Puede decirnos dónde encontrar la tienda de los Ma-Nanu? Su chico nos dijo que usted les compraba mercancías en ocasiones.

Con suerte aún podían localizar a algún familiar de Nebaka.

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17/11/2021, 00:30
Gen Ker-Kes-Lar

Gen miró extrañada a Lurzca.

-Este bastón no se lo he vendido a nadie, era mío, lo perdí y lo habéis encontrado. Muy bien, si no quereis dinero, es todo vuestro -zanjó la arcana con un ademán enérgico. Cogió el bastón nuevo y lo puso derecho junto al mostrador, dejando via libre para que pudieráis coger el bastón antiguo-. ¿La tienda de los Ma-Nanu? En la Calle de la Plata, la tienda con el toldo verde esmeralda. No tiene pérdida.

Sin más, regresó al interior de la trastienda mientras Khapri cogía un plumero para limpiar la arenilla de los estantes.

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17/11/2021, 00:30
Narrador

El grupo se dirigió a la Calle de la Plata, llamada así porque la mayoría de los mercaderes y artesanos trabajaban y vendían sus mercancías fabricadas con aquel material. No pudieron localizar el tenderete ni la tienda del toldo verde, de modo que mientras esquivaban vendedores ambulantes, compradores y artistas callejeros que rogaban por unas monedas, preguntaron por el establecimiento de Ma-Nanu. Una mujer les dijo que se habían marchado a una festividad en Misthan, un viaje que hacían todos los años por aquellas fechas, y les indicó dónde estaba la tienda.

No tenía el todo verde porque estaba recogido y la tienda, completamente cerrada. No había esclavos ni sirvientes, la mujer les explicó que toda la familia, compuesta por más de doce miembros, y todo el séquito, marchaban a Misthan durante al menos un mes mientras duraba la festividad.

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17/11/2021, 00:30
Nepthis

Qué casualidad... todos —repitió Nepthis.

Aquella familia podía aprender dos o tres cosas sobre gestión de negocios y de su propia casa. Si dejaban a uno o dos sirvientes de confianza atendiendo la tienda podrían seguir manteniendo su clientela en vez de dejarlos tirados durante un tiempo en el que buscarían otras opciones que tal vez terminaran por gustarles más. También hubiera estado bien haber dejado algún esclavo que se encargara, cuanto menos, de la limpieza de la casa para cuando ellos volvieran. Más les valía no haber dejado nada perecedero en la despensa, o cuando regresaran de la festividad de al menos un mes de duración, se iban a encontrar con una desagradable sorpresa.

No han dejado siquiera un contacto por si surgía algún asunto grave, ¿verdad? —le preguntó a la señora, pero no tenía fe alguna, vista la irresponsabilidad de la familia Ma-Nanu. Se giró hacia los demás miembros de la Compañía—. Puedo tratar de avisar por carta a un conocido en Mishtan, por si puede intentar localizarlos. Esto si no están todos muertos y el muchachito y sus hermanos son los únicos supervivientes. Si es así, que Hathor les acoja.

»Es lo único ahora mismo que se me ocurre hacer por él. Mishtan está en dirección contraria de Neldorind, donde debo acudir al Cónclave —dijo, y miró a Lurzca, esperando que no tuviera que volver a explicar el asunto otra vez—, aunque como ya os dije en su día, puedo apañármelas yo sola si preferís viajar a Mishtan.

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17/11/2021, 00:31
Lurzca

- En el peor de los casos, quizás podamos dejar una nota bajo la puerta de la tienda de los Ma-Nanu diciendo dónde va a estar el chiquillo esperando a su regreso. - Comentó. - ¿Podría quedarse en la casa de curación? - Le preguntó a Nepthis. - En el caso de que no regresaran, igual podría quedarse como ayudante o aprender los caminos de la sanación. Algo tenemos que hacer con él y con el resto también...

A Lurzca le preocupaban aquellos niños. No podían llevárselos con ellos de aventuras, pero tampoco dejarlos solos en aquella ciudad. Podía entregarlos a la autoridades de la ciudad, pero no sabía si era tampoco la mejor opción para los niños. No se fiaba demasiado de los burócratas que gobernaban Gheldaneth. Creía que estarían mejor en la Casa de Curación en el caso de no encontrar a los padres de aquellas pobres víctimas.

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17/11/2021, 00:31
Jotnar

Jotnar resopló mirando al cielo como si le implorara a los dioses las respuestas que explicasen las chapuzas de la gente. ¡Menuda manera tan ineficiente de llevar un negocio!

Una nota la puede coger cualquiera o perderse con la primera ráfaga de viento—dijo—. Casi que prefiero que Nepthis envíe esa carta. Mientras, la Casa de Curas hará lo que pueda pero yo no pienso volver a Mishtan ahora. Tenemos asuntos importantes que atender en Neldorind.

Ya habían prestado la suficiente ayuda altruista por algo que ni era responsabilidad de ellos. Los hijos de los Ma-Nanu estarían bien por el momento pero Nepthis podía tener problemas de los serios en el cónclave, y para él eso era prioridad.

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17/11/2021, 00:31
Nepthis

Podrían quedarse un tiempo, pero tenemos que buscar una solución a medio plazo. Son demasiadas bocas que alimentar para las humildes donaciones que recibimos en la Casa de Curación, y no es que sea, precisamente, el momento más idóneo para pedir una subvención a la Iglesia de Hathor. Los niños deben estar con sus familias, de todas formas —respondió a Lurzca.

A Nepthis nunca le había gustado aquello de tomar aprendices. No tenía tiempo para la docencia, se decía a sí misma. Solo en el otoño de su vida había aceptado a tomar a Salilah como discípula, y a regañadientes. Pero no tenía la paciencia para convertir a un mocoso en un sacerdote de Hathor.

Decidido entonces —asintió en dirección a Jotnar—. Resolved vuestros asuntos en Gheldaneth. Me ocuparé de escribir esa carta y reservar pasaje para cuatro en el próximo barco que zarpe para Neldorind a una hora apropiada.