Partida Rol por web

Sarah observa el móvil, y parece que en la parte delantera no tiene nada fuera de lo normal, no parece tener ninguna sustancia como se puede ver en el costado del móvil.

la pantalla del móvil no esta activada y sale en negro, habrá que pulsa algún botón para encenderla

Sarabi tomó con cuidado la mano de la chica castaña

De acuerdo. Por cierto. Me llamo Sarabi.

Nerviosa, pulso el botón central del teléfono para tratar de encender el movil.¿Qué ocurriría?

Al escuchar "asesina" y ver al asiático a punto de atacar Michael desvió su atención de la que se había quedado pegada al móvil y la centró en la nueva pareja, retrocediendo un poco para mantenerse alejado.

La pantalla del móvil se enciende, muestra las 2:43 h 

tiene una sola raya de covertura y tres de bateria

Mientras me desplazo por la habitación, alejándome del jaleo, observo cómo un chico oriental amenaza a otra chica. Me muerdo el labio. Sabía que algo como esto no tardaría en ocurrir. Y además hay un hombre extraño haciendo un ritual en medio de la sala... Pero el peligro más inminente es el de este chico asiático.

-¡Eh, vosotros! ¡Si vais a mataros, esperad a que estemos fuera!

Iñigo se levanta de donde estaba recorre la sala sin ir a un lugar definido mirando todos los recovecos, tocando las paredes, analizando a la gente. - Wajajajajaja!! Maldita sala!!!... Luego mira a la mujer de color que se encontraba con un teléfono celular. Se percata de que lo habían encendido.

- Hey Hey Hey!!... Que significa eso!! Vas a llamar a tus papis para que vengan a recogerte?? Por lo que veo esta fiesta está recien comenzando wajajajajaja!!!

De pronto, Iñigo cierra los ojos, mantiene la mirada hacia el suelo y vuelve a subir la mirada. Ahora una mirada fria y calculadora hacía denotar un rostro distinto. - Bellas damas, hombre calvo, buenas... me llamo Iñigo Devereaux, la verdad es que nosé que hago aquí pero me encuentro igual de intrigado que ustedes... Por casualidad, ¿han revisado el interior del teléfono antes de encenderlo?... Porque obviamente necesitamos una llave o algo que nos permita acceder por la puerta con cerradura... Revisen las llamadas recibidas o enviadas... Algun contacto debe haber o alguna pista.

De alguna manera èl tenìa razòn pero yo sabìa perfectamente que habìa hecho lo mejor para la mujer, claro que nadie iba a saberlo, nunca iban a entenderlo. No estaba en la càrcel pero estaba allì, a merced de èl y de quièn sabe cuàntos locos. Di un paso hacia atràs, se veìa que si le daba oportunidad, iba a matarme antes de que me diera cuenta.

-Tienes que escucharme, ella me lo pidiò... Yo...

Pero no iba a funcionar, nunca funcionaba. Lo lamentaba de alguna manera porque habìa terminado en la càrcel y su familia creyendo que la habìa matado por placer pero no lo lamentaba porque habìa hecho lo que ella me habìa pedido. Suplicarle tampoco iba a ayudar en nada, asì que dejè de retroceder; echando de reojo una mirada a las chicas con el mòvil y luego mirè al hombre que habìa dicho aquello, no es que ìbamos a matarnos y con la mirada se lo dije: Va a matarme. Que es muy distinto.

Chasqueo la lengua con disgusto al notar la mirada de la chica a la que el chico oriental estaba amenazando. Vi miedo en sus ojos. Teme que la mate... así que me acerco al chico asiático e intento calmarlo poniéndole una mano en el hombro.

-Escucha, no sé qué pasa entre vosotros, aunque algo puedo imaginar por lo que has dicho, pero... ¿no crees que éste no es el momento?

¡Vete a la mierda! exclamó la chica con su característico acento girandose hacia el mamarracho que ha hablado. Sus padres. Los recuerdos se agolpaban en su mente.

Y creo que es un poco dificil abrir el telefono cuando está pegado a una mano. Aparte. Si hubiese una llave dentro no se habría activado. No quedaría sitio para la batería.

La joven comenzó a sentir tensión en su cuello pero aún así siguió lo que la decía la lógica.

Primero comprobaré los numeros que hay en la agenda....si nos han dejado el movil aquí será por algo. Despues llamaré a la la policia. Con el manos libres-añadió mirando al hombre de la cabeza rapada que había ordenado a la chica castaña hacer eso.

Luego se giró hacia la pareja que parecía intentar matarse:
Tranquilizaros por favor..la violencia no trae nada bueno. Creedme

Algunos de los presentes observan e inspeccionan las paredes, pero no hallan nada fuera de lo cmún, parecen sólidas y resistentes, ùede que alguna tenga algo de humedad, pero nada extraño.

Sin embargo, en dos de las esquinas de la habitación, cerca del techo hay como dos circulos pequeños, negros, de apenas unos centimetros

Observando a Sarabi, sonrío ligeramente -Sarah- añado. Ella enciende el teléfono y al parecer sus manos no han quedado pegadas y para mejor el aparato enciende.

A nuestro alrededor, algunos han comenzado a discutir, yo los ignoro totalmente concentrada en qué hacer ahora. A la chica morena al parecer han conseguido distraerla y rechaza de malas maneras, opiniones que yo no había oído.

A continuación le retiro el teléfono -Espera, déjame hacerlo a mí, se me dan bien estos cacharros-.

Comienzo a buscar en la agenda y entre las llamadas realizadas y recibidas a ver que encuentro. Siempre he sido una adicta a estos teléfonos y se me daba bien investigar entre las distintas aplicaciones.

Observo quieto y a la defensiva cuanto sucede a mi alrededor, sin fiarme de ninguno de los presentes, inspiro profundamente intentando prestar atención a todo, algo más difícil de lo que la gente piensa. Dos comienzan a pelear, otros hablan y divagan contra las paredes, pero uno alza su voz, y su voz suena razonable, no así su aspecto. Hago una mueca, sin bajar mi guardia, mientras respondo en voz alta.

Yo me llamo Thomas.

Sin moverme de mi posición, con mi brazo izquierdo cubriendo el pecho, miro a la chica que tiene el móvil.

Sigo pensando que entre todos deberíamos de poder derribarla, sólo es una puerta de madera. Y agradece que el móvil no es explosivo, por que los aparatos explosivos sí suelen ser adeherentes. Salvo que estalle cuando pierda la batería...

Sonrío un tanto irónico por lo retorcido de la idea, aunque no puedo evitar que me daría cierta satisfacción pensar en lo maquiavélico de alguien que hubiese pensado así, siendo la única salida y además un arma para acabar con algunos de nosotros.

Ignorando lo que estaba sucediendo como si no fuera conmigo, y despues de revisar la puerta añadí, esta puerta esta cerrada  y aunque es de madera parece muy resistente, de todas formas, igual es una estupidez, pero si el resto falla, como dice Thomas, podemos intentar entre todos echarla abajo, me quedé pensativa durante unos segundos al tiempo que volvia al sitio donde me desperté, en ese instante tuve una idea, me llevé la mano a la cabeza y pude notar que aun llevaba las dos orquillas que me sujetaban el pelo para que no se me viniera a la cara según fregaba.

Seguro que alguno de estos sabe de candados y cerraduras, tienen pinta de haber forzado mas de una. Me quité las dos orquillas guardandome una disimuladamente en el bolsillo al tiempo que levantaba la mano con la otra entre mis dedos. ¿Alguien ha abierto un candado alguna vez con una orquilla?, yo no lo he hecho nunca pero si alguno esta seguro de poder hacerlo tengo una para que lo intente, si funciona, no se de que mas, pero del mecanismo estaremos a salvo. Pensé en ser yo la primera, pero no me fiaba de que por descuido tocaran el botón rojo del artefacto, asi lo dejé en el aire en espera de una respuesta.

Me despierto con un dolor de cabeza increible. Escucho ruido a mi alrededor mama?? digo mientras abro y me aclaro los ojos con las manos. los abro y veo a un grupo de gente desconocida y un sitio que no recuerdo de nada. pero que coño...? algunas están sentados, otros lloran, otros discuten y dos chicas están con un móvil en el centro de la sala.

Me levanto con algo de frío, me miro el cuerpo y estoy en ropa interior. ¿pero que...? y siento algo frio que me roza.... donde estamos? que es esto?  me miro dentro de la ropa interior. que narices hace esto aquí. miro a mi alrededor, muchos parecen peligrosos y decido dejar eso ahí. ¿donde estamos? ¿por que estamos en ropa interior?

Observo a la chica con el móvil pegado en la mano, y no puedo evitar sacar una sonrisa.

-Casi todos estos pegamentos rápidos tienen un defecto, y es que se sueltan con líquidos. Si te lo quieres despegar, tienes dos opciones, ponerte a sudar, o que alguien te orine en la mano, con lo cual, se puede llegar a estropear el teléfono, pero puede ser divertido.

Me quedo un momento pensando, y le digo:

-¿A qué no has llamado al 112?

Tsk... tenéis razón, no es el momento más indicado para que le de una paliza. - Meditó durante unos instantes - Me ha parecido oir que has dicho que ella te lo pidió. Explícate. ¿Por qué alguien querría morir? ¿Acaso crees que soy tonto? Espero que me digas algo convincente, porque de lo contrario, cuando salgamos de este maldito lugar, te mataré. - Tras esto, cruza los brazos a la espera de su respuesta, mientras observa a la chica que teclea en el móvil. - Oye, cuidado no te vayas a quedar pegada tu también...

Sarah ojea el móvil, no tiene números en la agenda guardados, ni tampoco tiene mensajes en la bandeja de entrada.

solo hay dos números en el registro de llamadas pero no corresponden a números de telefono.

-33478

-869034