Hotarubi se lanza contra Katrina con gran velocidad, esta claro que este chico domina algún tipo de arte marcial o algo por el estilo. Nadie llega a detenerlo a tiempo
propina a Katrina un puñetazo en la parte baja del estomago dejándola tendida en el suelo medio inconsciente
Motivo: Ataque Hotarubi
Tirada: 1d6
Resultado: 6(+6)=12
Motivo: Ataque Hotarubi
Tirada: 1d6
Resultado: 1(+6)=7
Motivo: Dañoe Hotarubi
Tirada: 1d6
Resultado: 2(+2)=4
Motivo: Activacion Hotarubi
Tirada: 1d6
Resultado: 6
Motivo: Activacion katrina
Tirada: 1d6
Resultado: 3
Katrina recibes 3 puntos de daño
asi que haz el favor de ponerte tus características en la ficha y quitarte el daño recibido...o mueres ya
Cuando intentas llamar a la policía en la pantalla pone
Restringidas las llamadas salientes
El chico oriental golpeo a la joven repentinamente, aunque no se puede decir que no lo hubiese visto venir. El pánico y la tensión de la situación sacaban lo peor de cada persona, y tras escuchar la historia que contó la chica podía entender porque.
Un hombre con aspecto de tener serios problemas mentales se lanzo a por el oriental, y yo aproveche el momento para dirigirme hacia la mujer. Me coloque junto a ella y alce las manos hacia el joven.
No. dije con las manos en alto mientras meneaba la cabeza. Soy enfermera, y no voy a permitir esto. Déjala por favor.
Ser enfermera me había servido para tener cierta autoridad entre mis pacientes y sus visitas, aunque en esta ocasión no parecía tener el mismo valor, pero no podía quedarme mirando sin hacer nada.
Iñigo al ver que no alcanza a llegar donde el hombre oriental, se detiene y queda mirando a la pareja peleadora con una posición similar a un perro. En cuatro patas, piernas dobladas y brazos extendidos tocando el suelo. Su cara esta inclinada hacía la derecha, sus ojos muy abiertos, algo desorbitados y de su boca una lengua jadeante. Sin duda Iñigo ante la violencia pierde completamente la razón de sí.
Iñigo no hace nada, simplemente se mantiene mirando.
- Guauf...
Sentí el golpe y de inmediato mi cuerpo entero se quedó sin aire, era como dormirse luego de un fuerte golpe, no podía sentir nada más allá, ni pensar, ni darme cuenta qué sucedía en la sala.
Veis todos como Sarah no consigue hablar por teléfono y mira la pantalla
¿Has conseguido contactar con la policia? -preguntó la joven negra con calma. Había visto con impasibilidad la pelea entre aquellos dos y cómo mucha gente parecía conocerse entre ellos. Sarabi no conocía a nadie en aquella sala, pero la procupaba el hecho de que otros si que se conocían entre ellos. Además estaba ansiosa por saber que demonios hacía aquel botón.
Mientras todo el mundo intercambia palabras y se pone a pensar -algo que no es mi fuerte ni de lejos- mientras el oriental golpea con fuerza a la chica y ésta cae al suelo, un loco se dirige hacia el lugar, no bajo la guardia y me acerco a ellos, pero no intervengo aún, esperando que mi presencia y cara de pocos amigos sea suficiente para paliar la situación.
Recuerdo las palabras que me ha dicho la chica anteriormente, aquella que me puso el brazo encima, y sonrío ante la posibilidad de intentarlo, sin embargo, decido dejarlo para después, no es ni el momento ni el lugar. ¿O quizá sí?
Suspiro al ver que finalmente el chico asiático ha golpeado a la otra chica, y miro a la joven que nos propone trabajar juntos. Genial, por fin alguien que parece racional. Aunque confieso que no me hace mucha ilusión cooperar con el loco del ritual y el hombre-perro, me acerco a ella y asiento levemente.
-Encajar las piezas. Bien, hagámoslo. Las piezas, por lo que veo, son estos aparatos de nuestro pecho, el reloj parado sobre la puerta, la puerta que no se abre, el teléfono móvil que se pega cuando lo coges y... ¿me dejo algo? - intento resumir.
Mientras el hombre de cabello oscuro expone sus razonamientos suena un
piiiiccc piiicccc !!!
parece ser que ha llegado un mensaje al móvil que tiene Sarah
Me la quedo mirando a Sara cuando recibe el un mensaje en su móvil ... Sin pensármelo dos veces digo:
Quienes?
-A ver si esto explica qué mierda es lo que está sucediendo aquí.- dice Michael al oír el tono de mensaje que le ha llegado a "la telefonista"
Bueno, otra vez será.
Escucho el sms y pienso:
Ahora será o propaganda de movistar, o que el saldo está apunto de caducar...
-Pero léelo, niña pija, que estamos esperando todos
Niego con la cabeza y respondo a la pregunta de Sarabi, observándola con cierta tristeza -Tiene restringidas las llamadas salientes...-.
No termino mi última palabra cuando el teléfono suena y observo un nuevo mensaje de texto en la bandeja de entrada. Ignorando al resto me dispongo a leerlo.
Tras darle el puñetazo a Katrina, comienzan los remordimientos.
Mierda, la venganza no llega a ningún lado. - Mil ideas van surgiendo en su cabeza - Como maestro de Aikido debería saber que la violencia no es el primer recurso. Sólo debe ser usado en defensa propia. Ella no me amenazó en ningún momento... Pero mató a mi madre. ¿Y si mi madre realmente quería morir? - Ya no sabía ni qué pensar - Lo mejor será que me relaje, esto no me llevará a ninguna parte.
Echó un vistazo a mi alrededor y vio que la mayoría le miraban, unos con cara de loco, otros angustiados y otros impasibles.
Antes me ha parecido oír a una mujer decir que es enfermera o algo así, que venga a ayudarla. -Se agachó al lado de Katrina y la ayudó a incorporarse un poco. - Creo que me he excedido un poco... - Intentó relajar el ambiente cambiando de tema. - Esta gente tiene razón, lo mejor será que leas el sms, puede que quien nos metió aquí quiera contactar con nosotros.
No es un mensaje de texto, es un mensaje de voz. Y proviene de un teléfono con numero 618459053
Muchas caras, muchas voces, poca ropa y recuerdos confusos, solo sangre y luz es lo único que recordaba eso y su hierba. Pero en calzones y con un rojo botón en el pecho el mono parecía solo un leve susurro, no tenia muy claro donde estaba, pero no era una cárcel así que no le pillaron los polis.
Curiosamente no tenia frio pero se mantenía de cuclillas mirando al resto con la espalda apoyada en la pared.
Nervios y mas gritos, alguno intentando razonar, pero para Rotd todavía era pronto, aun tenia que entender porque estaba allí, que había echo para merecer eso y como salir si lo hacia, -Tal vez ese hombre con pelo de estropajo y gafas de pasta gruesa, parece que sabe de lo que habla, pero por que estoy encerrado aquí, no puede ser por él, si no eso significaría que todos los de aquí han echo algo malo- Y por los puños que solto el oriental, tal vez no estaba equivocado.
Como el resto, levanto la cabeza hacia la mujer del móvil pegado para escuchar el mensaje y por una vez esperaba que fuera la policía quien se comunicara.
Marco el número para escuchar el mensaje y pongo el manos libres.
Al igual que Anne se levanta mas no ofrece su ayuda solo observa. Escucha el sonido del móvil sin duda un mensaje. Aquello ya le había atraído toda la atención.
No era necesario añadir nada, bastaba con esperar. Con paso firme se acerca, quería escuchar bien lo que tuviese que decir.
-espera un momento, el candado podría tener alguna trampa, no creo que nos pongan una cosa tan rara para que nos la quitemos facilmente- echo una mirada al resto de los reunidos, los hay con muy mala pinta -creo que mas de uno aquí entenderá de cerraduras-
Me agacho junto a Jessica y examino el candado moviéndolo para que entre la luz por la cerradura. Cuando alguien enumera y pregunta si se deja algo le respondo sin dejar lo que hago -te dejas los agujeros en las esquinas-
Motivo: examinar candado
Tirada: 1d6
Resultado: 4
como el master se ha olvidado de mi acción con tanto lio de puñetazos y moviles yo digo que habré parado a Jessica y examino la cerradura antes de que la manipule
¿esta tirada ira con inteligencia?