Ayude a Katrina mas por mostrar mí apoyo que por que lo necesitase. De alguna forma tenia la impresión de que el oriental no la atacaría si tenia alguien mas cerca.
Una vez en la pared la solté, aunque sin alejarme demasiado y comencé a comprobar la pared pasando las manos por ella. Quizá hubiese algún relieve, o alguna pieza suelta. Cualquier cosa que nos diera algo por donde empezar.
Entonces escuche el golpe, metálico, y seguido de un grito. Mi primer pensamiento fue que el japonés había aprovechado el instante para atacar a Katrina, pero me equivocaba. Mis ojos se detuvieron en la chica negra del medio de la sala. Alguien, quizá ella misma, había activado el mecanismo.
Rotd no comprendía el ruido de chasquido pues aun estaba mirando y examinando aquella pared con un par de orificios, sintió la necesidad de intentar meter los dedos y taparlos, tal vez después empujando se abrieran las paredes mostrando otra puerta... Pero ese ruido... obligo a girarse para ver el final de aquel rifi-rafe, donde la chica negra había muerto.
-Mierda... esta gente esta chalada...-Musito mientras volvía a apoyar la espalda contra la pared olvidando los agujeros, después de todo ya se había cumplido uno de los requisitos necesarios, la primera muerte.
Estaba asustada, la gente se había vuelta loca y yo no sabía que hacer con lo mio; una chica rubia se acercó ofreciéndome ayuda, iba a contestar cuando un loco se tiró a la chica negra para accionar su botón y matarla. espera! grité, pero ya era tarde....la chica había muerto. La chica simpática me tendió la mano y se la apreté con fuerza, tenía miedo. Me saltaron algunas lágrimas, eso era real, no era ni un sueño ni una broma, la gente estaba muriendo de verdad.
Delante de tantas personas había muerto una chica joven... ni yo misma me di cuenta de lo sucedido lo mas posible es que intentara hacer algo que tal vez se pagaría con la vida tal como dijo el hombre del teléfono... Pero y si unos de esto en un descuido la había matado como ya dijo la voz aquí estábamos por nuestros pecados...
¿Que ha pasado?... ¿La ha matado alguien? Soy unos Asesinos!!
Le hice un gesto a la chica rubia para que mirara dentro de mis bragas, y sin sacarme aquello se lo enseñé. Era una navaja.
me desperté con ella, no sé por que la tengo...la estuve mirando, pero parece no tener nada, es una navaja normal. le susurré. es mejor mantenerse alejados de los tipos como ellos. dije señalando al hombre-perro que acababa de matar a la chica negra. no querría utilizarla.... me referia a la navaja.
Por cierto...mi nombre es Sonia. por favor, no le digas a nadie que la tengo, podría ser muy peligroso. imagina esto en manos de alguien como el tipo que acaba de matar a la chica negra...
se lo digo todo susurrando.
Iñigo, con la cara manchada con unas gotas de sangre y algo adolorido por el golpe de Thomas se pone rápidamente de pie, en cuatro patas aún se mantiene mirando a Sarabi y jadeando con la lenguia afuera.
Luego vuelve al centro donde se encontraba Barhigum, lo mira y se sienta a su costado con la cabeza inclinada hacia un lado, con cara de curiosidad.
Luego de un rato endereza la cabeza para luego mirar hacia el suelo, endereza su espalda y vuelve a la normalidad.
aún con la cabeza baja dice. - Que paso?, porque me siento así de bien, eh??... Rápidamente endereza la cabeza y mira hacia los agujeros que estan en la pared. - Eso de ahí!!!! Apunta con el dedo Es una cámara y un micrófono, así es como nos ve este desquiciado. Se mantiene con esa posición mientras susurra a Barhigum. - Malditos locos, todos ellos son unos malditos desquisiados... Tenemos que estar juntos amigo, estos tipos no son de confiar.
Luego mira a la chica negra tumbada en el suelo llena de sangre. - Despierten a la negra... no es momento de dormir.
Sonia a mi no hace falta que me lo digas......U.U
haz un post a TODOS y describe lo que haces.....animo q tu puedes
Todos podeis ver como le estoy susurrando algo a Tara al oido...
^^
Aquello era horrible, habia ahogado una exclamacion a Dios cuando mire a la chica de color, habia muerto y mi pulso se acelero, muchos de los que habia alli estaban trastornados. Agarre con mas fuerza la mano de la chica mientras acercaba mi oido a su boca y le escuchaba, miré.
Espere que terminara para acercarme despues yo a la suya.
Sin dejar de apretar su mano mire dentro de sus bragas, y si, ahi estaba, volvi a subir la mirada hasta ella desconcertada ,finalmente acabe moviendo la cabeza en señal de negacion
-No, no lo dire...- Entendia perfectamente lo que podria pasar si alguien sabia que tenia un arma- yo me llamo Tara-
Vovi a tirar suavemente de su mano con intencion de movernos lo mas cerca posible de Jordi y la rubia y sobre todo de la puerta. Me sorprendi a mi misma sin llorar.
XD
Miro a las dos chicas que se susurran cosas al oído entre ellas, molesto.
- Si tenéis algo que decir o alguna idea, decidlo en voz alta, que nos enteremos todos.
¿Cómo dijo el mensaje del móvil? "No confieis de lo que dicen todos los que os rodean."
-Nos ha costado una vida poder salir de aquí. El loco ése tiene todas las papeletas por si en algún sitio debemor pagar con otra vida.- dice Michael señalando a Iñigo, y sigue esta vez mirando a las chicas que susurran -Y las de los secretitos no vayan a creer que así ganan nuestra confianza.-
Todo sucedió terriblemente rápido. Sarabi aún estaba frente a mi cuando todo sucedió, cuando aquel enfermo, cegado por la locura presionó su botón empujando a la joven negra hacia mi. Intenté sostenerla pero caímos las dos al suelo y cuando intenté mirar como se encontraba, lo único que pude vislumbrar fueron sus ojos vacíos, sin vida, aún mirándome con una expresión de sorpresa en el rostro y sangre cayendo desde sus labios.
Cerré sus ojos con un leve roce de mi mano*, dejé cuidadosamente su cabeza descansando en el pavimento y me levanté lentamente.
No es que me importara demasiado, no conocía de nada a aquella muchacha pero había sido la única amable conmigo en aquella habitación, la única que se había ofrecido a ayudarme con la trampa del teléfono y esta muestra de salvajismo comenzaba a preocuparme...
Observé uno a uno a los presentes, pero nadie parecía decir ni hacer nada sensato con aquel salvaje. -El tipo del mensaje dijo que para salir de allí o bien descifrábamos su acertijo o bien sacrificábamos a uno-.
Poco a poco me acerco a la puerta, esperando que ésta se abra. **
*La que no tiene el teléfono pegado XD
** No me acerco a lo loco a la puerta, voy rodeándola por un costado, pegada a la pared, por ejemplo. De modo que si se abre y sale por ahí, vete tu a saber que cosa... no me la coma de pleno.
Pasa a penas un minuto desde la muerte de Sarabi cuando suena un clip desde la cerradura de la puerta, parece que por fin se ha abierto.
Barhigum lo vio todo en cámara lenta a causa del trance en el que estaba sumergido. Tal como su dios había presagiado, la muerte llevaría a la ascención del plano y la sangre había sido derramada, todo gracias al individuo con barbas que se encontraba a su lado susurrandole. Sin duda alguna el hombreperro era su prójimo, legado de su especie, elegido entre la muchedumbre, aquel que proporcionaría la muerte a los pecadores y la vida a los benerados.
-Amigo, ven conmigo...- Le susurró al hombreperro y se dirigió hacía el cadaver de la mujer de color. Tras examinarla con la mirada, comenzó a morderle el cuello como si fuese un ritual vampírico. Bocado tras bocado, los jirones de piel desgarrada fuero a parar de su boca a su garganta, de su garganta a su esófago, siguiendo la corriente hacía el estomago donde mas tarde serian digeridos.
-Come conmigo, prueba el sabor de la carne fresca, aliméntate como antaño y te elevarás hasta un sitio privilegiado al lado de nuestro dios. El nos dará la sabiduría y nos mostrará el camino hacía la salvación.- Y comenzó a devorar las mejillas del cadaver.
Finalmente había caído el primero una fugaz sonrisa recorre el rostro de Armando…Luego puede observar como el hombre negro comienza a devorar a la muchacha.
Su lengua recorre sus labios, esta tentado de seguir su ejemplo… pero se sostiene en el sitio. Al fin la puerta daba síntomas de estar abierta y su deseo de salir de allí era mayor al ansia que le adjudicaba la petición de comida desde su estomago.
Volcó una mirada al personal presente. No se fiaba de ninguno,… aunque podría hacer una pequeña excepción con una.
Tomo ejemplo Sarah y en una imitación se coloca cercana a su posición… ahora esperaría a que alguno de aquellos intentase adentrarse el primero, cuanto mas tiempo pasara inadvertido mejor.
-Joder el puto peludo y el indígena están locos, matadlos de una vez, que no salgan de esta habitación!!! son caníbales!!!! cabrones!! vais a morir!!!
Samantha se incorporó y no daba crédito a lo que veía, una gran ira corría por su cuerpo
¡Mierda!
Pienso al ver la muerte de la chica de color. Intenté evitarlo pero... Íñigo no la había matado, fué algo... Algún movimiento brusco. Me quedo paralizado mientras los eventos suceden, la puerta se abre y tarde pese a todo quince segundos en terminar de derrotar al velo rojo que pugnaba por empañar mi vista. Miro alrededor y todos parecen colocarse alrededor de la puerta, sin querer pasar, comienzo a avanzar hacia la puerta mientras escucho cómo comienzan a devorar a la ahora cadáver, y los gritos de una chica enervada. Coloco mi brazo en su hombro mientras avanzo.
Un movimiento en vano y no necesitarán golpearte. Los movimientos bruscos también nos ponen en riesgo, y si intentan pelear ellos también pueden morir.
Con suerte... Antes de tocarnos.
Avanzo hacia la puerta, dispuesto a ser el primero en cruzar el umbral de muerte.
Estàbamos demasiado alejadas de la puerta y ya se habìa abierto por la muerte de la chica negra, estaba a punto de decirle a Grace de ir para allà, cuando de pronto reparè en el hombre que se lanzaba a por el cuerpo de la morena. Mirè a Grace con franco repudiò y un intento de arcada me hizo reaccionar.
-¡Por Dios! ¡Estàn locos!
Al menos ya sabìamos quiènes eran sacrificables.
Thomas es el primero en abrir la puerta con el pomo, la cual chirria, dejando ver en su lateral los refuerzos metálicos, y accede a la siguiente sala
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