Sabed, oh príncipes de los Reinos del Rol, que el menda que a vosotros se dirige, un bárbaro unicejo, tan inexpresivo como los divinos Chucknorris y Stevenseagal, los dioses tiemblan al oír sus nombres, feo como un orco mientras relaja los intestinos, de mirada turbia debido a las jaquecas que acumula, es un poco, poco, POQUÍSIMO experimentado jugador de rol (eterno novato, lo que viene a ser). Atrás, en tiempos pasados, quedaron esas peripecias en tierras de Krynn, como bárbaro semielfo al que un dragón -si mi memoria no me traiciona- se llevó por delante. Mucho antes, jugué a ser un noble bruto Nosferatu (¡mi primer contacto con el roleo!) y, después, un desquiciado y desorientado Malkavian. En alguna ocasión, probé suerte como un herrero enano gruñón que se embarcaba en una demencial aventura la cual, una lástima, no prosiguió. Después de todas estas experiencias, la nada, bueno, un poco de juegos de mesa y algo de cartas (con las Magic soy un auténtico patán). Mientras tanto, he sobrevivido con las fantasías que pueblan mi cabeza y que, al parecer, no están destinadas a darme de comer. Así que aquí me tenéis, "preparado para pisotear con mis pies calzados con sandalias los enjoyados tronos de la Tierra." Pues eso, y si disfruto en el proceso, mejor. Que lo mismo acabo crucificado, apaleado, vilipendiado y no sé cuántas ignominias varias más.
Total partidas: 2