‘Por grande que sea el mar, en algunos de sus parajes todos acaban coincidiendo tarde o temprano. Barcos y hombres’.
La sombra del águila, bajo la que se baten los valientes.
Como esos españoles de allá abajo, en mi ejército de veinte naciones. Mírelos: bajitos, indisciplinados, con mala leche, siempre tirándose unos a otros los trastos a la cabeza... Y sin embargo, bajo la sombra del águila imperial van hacia la muerte como un solo hombre, en pos de la gloria.