Los juguetes cobran vida en el oscuro sótano donde están encerrados. Se escuchan rumores de que el no tan pequeño Andy tiene la intención de rescatar algunos juguetes para jugar con ellos y todos los juguetes quieren ser los elegidos.
Una academia alejada de los reinos y las batallas de Umbría, donde algunos estudiantes dan el máximo para intentar convertirse en grandes héroes. ¿Te atreves a ingresar en ella, joven e inexperto aventurero?
Azeroth lleva eones envuelta en la guerra. Los combates y las bajas se suceden a gran velocidad, mientras la Horda y la Alianza mantienen el pulso por dominar estas devastadas tierras. Pero algo más está pasando. En este opresivo ambiente de guerra se murmura algo más por las tabernas de las ciudades. Se habla de misteriosas desapariciones, de gente encapuchada que se desvanece en el aire, de ejércitos secretos que comienzan a forjarse en Orgrimmar y Ventormenta. Los magos más poderosos comienzan a sentirlo. Es un latido, una llamada de poder que permanece oculta, esperando a que la encuentren. Quién sabe lo que se aproxima a la atormentada Azeroth…
Año 2017.
Tras el desastre de 2012, en el que mutantes de todo el mundo organizaron ataques a los principales laboratorios y se llevaron todos los trabajos que se desarrollaban acerca de estos, los metahumanos empezaron a ser verdaderas bestias incontrolables. Por desgracia, en ese mismo ataque, más de una cepa contagiosa recorrió las calles americanas, provocando enfermedades y más de un centenar de muertes.
La prensa se echó encima de ellos en poco tiempo; periódicos sensacionalistas hablaban de la necesidad de una purga, de acabar con los que eran distintos a ellos. En cierto modo era comprensible, ¿no? Sus ataques no tenían razones y no habían logrado dar con ningún mutante que condujera hasta los grupos “terroristas”. Los ciudadanos querían sangre, venganza; el odio se podía sentir en el pueblo americano. La gente salía a la calle con pancartas, en señal de protesta; pedían un gobierno que fuera capaz de dar una solución; se veían incapaces de abandonar su hogar sin un "arma" que les defendiera de aquellas bestias. Así empezaron las agresiones a los metahumanos, que, en pequeños grupos o solitarios, salían de sus escondites por las noches, para disfrutar de la gran ciudad.
Así, en medio de una inmensa polémica, y tras varias reuniones del Senado, el Senador Kelly decidió que todos los mutantes debían ser registrados en una base, indicando sus datos personales y la habilidad que poseían. Asimismo, cualquier mutante que usara sus habilidades en público sería encarcelado y podría enfrentarse a una dura condena. No fueron demasiados los mutantes que salieron a protestar de una manera directa, pero el caos mutante empezó a gestarse y el descontrol fue haciéndose en toda Nueva York.
Es aquí donde aparece el hombre, el héroe: Charles Xavier. Él y su escuela de jóvenes talentos se proclamaron pro-mutantes, diciendo que todos eran iguales -incluso ante la ley- y que merecían tener derechos, como el de la privacidad. Poco a poco, y casi nadie sabe las razones de porqué sucedió, el Senado fue suavizando el tema de los mutantes, intentando que la población americana los aceptara, pero, a cambio de que estos no se rebelaran, decidieron crear los centinelas: robots con grandes capacidades que podían abatir a más de un mutante a la vez. Así, cientos de centinelas vagarían por las calles de Nueva York y evitarían que los mutantes usaran sus habilidades en público ya que, si lo hacían, serían encarcelados en lugares especialmente creados para ellos. Charles y su equipo luchan por cambiar esta situación, tanto de una manera política como interviniendo en la justicia que se reparte en el país. Así, ellos mismos han decidido encarcelar a aquellos mutantes que cometan delitos, aunque para ello tengan que usar sus propios poderes. ¿Qué opina el senador Kelly al respecto? Aún no se ha pronunciado, pero por ahora no ha sido detenido ningún mutante de la patrulla X, puesto que sus identidades están protegidas, así como la escuela de jóvenes talentos.
Ante todas estas cuestiones nos olvidamos del otro bando... ¿qué opinan los “villanos” de todo este asunto? En esta historia nos centraremos en el otro punto de vista, nos metemos en la piel del malo, nos arrastramos por los bajos fondos para llegar a la cima, donde debería estar la verdadera raza imperante: La Raza X.
Sed bienvenidos a: X men: La destrucción de los héroes.
Está en boca de todo el mundo. No hay nadie que ignore la realidad sobre la nueva política alzada en Europa contra aquellos que ostentan el nombre de "Vigilantes" o cualquier otra aberración -como muchos han comenzado a llamar- de aquellos que dicen luchar por la justicia. Pero, y aunque no todo el mundo la apoya, el proyecto de Ley se ha alzado en el Parlamento y los debates previos a su alzamiento y vigencia son puro teatro ante lo que los grandes defensores del anonimato saben que es inevitable: "La Ley de Registro Metahumana". Durante los últimos años la Unión Europea y las grandes corporaciones se han dividido ante lo que se ha calificado de "Hitleriano" y "Neonazismo", pero que muchos han considerado adecuado. Los gobiernos no podían pasar por alto la existencia de aquellos que decidieron tomarse la justicia por su cuenta y, enmascarados, hacen todo lo que consideran útil para el logro de su objetivo, sea este moral o no. Así, y con la férrea defensa del Presidente de España -primer impulsor de la ley y metahumano confeso- Europa ha cedido y, tras unos días, será real: el sí a la Ley.
"Ante el amparo de la ley, no solo los ciudadanos estarán a salvo, los propios protagonistas por la que se erige este nuevo pilar de nuestra nueva sociedad podrán vivir una nueva vida. Marcados en el registro civil como poseedores de un don, podrán ejercer su derecho a la justicia siempre y cuando una federación oficial los respalde tras pasar las pruebas y exámenes para convertirse, como un policía más, en funcionarios de las Fuerzas Especiales Metahumanas"
(Fragmento del Discurso de Presentación de la Ley)
Partida de Hombres Lobo de Castronegro ambientada en el universo de la serie Roma de televisión.