Francia, en un año perdido por el tiempo en aquella ciudad cuyo nombre es difícil de recordar, yace una pequeña posada de gran tradición y cola que le pisen, sus clientes, tramposos por tradición desgraciados por la necesidad, se reúnen cada noche frente a un fogón cerca de la barra, comen, roban, matan, como ven un lugar muy tranquilo y hogareño, lleno de nostalgia es ahí, donde una vez al año se reúne un grupo muy selecto, provenientes de lugares y tiempos muy diferentes…
El Sr. Conde de Capranegra tiene el gusto de invirtarle a pasar el siguiente fin de semana en su isla ya que quisiera conocerle mas en profundidad y tratar con usted de un asunto de la mayor importancia para el y que pude resultar muy lucrativo para usted.
Sin otro particular y esparando poder gozar de su compañia se despide
August Hallworth
secretario del Sr. de Capranegra.
PD: Si aceptara la invitacion del señor Conde dirijase al aerodromo, alli habra un pequeño jet esperandole junto con el resto de los invitados al evento.