Corren tiempos siniestros.
El Reino de Khorden ya no existe. Los clanes bárbaros luchan entre sí. Las Valkirias del Templo de Avesta, una vez guardianas y protectoras de todo lo que era justo y bueno, están prácticamente extinguidas. El Bosque Oscuro, antiguo hogar de los elfos, está ahora infestado de monstruos, una parodia retorcida y enfermiza de su antiguo esplendor. Ni siquiera la Orden Arcana de Varya ha podido hacer frente al creciente Culto de Tanathos, el Dios de la Muerte: los demonios y los aparecidos campan a sus anchas sobre la tierra y nadie puede detenerlos.
La última esperanza entre tanta desesperación es encontrar el Talismán de Kauldros, la única reliquia que puede volver a cerrar los portales entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Pero el Talismán ha estado perdido desde el Alzamiento del Dios de la Muerte y sólo un loco osaría desafiar los peligros que su búsqueda conlleva.
Cae la oscuridad. ¿Vivirás para ver un nuevo amanecer?
La tripulación del balandro pirata Cisne Negro lleva flotando dos agonizantes semanas sobre un mar sin viento alguno. El clima ha sido asfixiante y húmedo. Las reservas de agua, galletas y bacalao seco son ya escasas, y tampoco quedan demasiados barriles de ron. Y lo que es peor aún, la tripulación tiene motivos por los que preocuparse cuando vuelva a soplar el viento... sí, el temible buque corsario El Indomable, vaga por los mares buscando vuestro pequeño barco. Pero esperad, ahí viene vuestro capitán, él seguro que os pondrá al corriente en este mismo instante de la situación.
Hace siglos un terror sin nombre asolaba las montañas que circundan Ungoloz. Nunca le dieron nombre pues pensar en su mera existencia aterraba a los hombres de las montañas. La exportación de lanas y cueros se resentía gravemente debido al abandono de los pastos y las compañías de batidores partían para no volver nunca.
Cuentan que una compañía de mercenarios contratada por el Concilio de la Roca Blanca fue capaz de dañar gravemente a aquellos enemigos que los hostigaban, pero a su regreso e interrogados por la naturaleza de aquel mal solo acertaron a responder:
“No hablaremos de la sombra que ha quedado atrás, pero algún día regresara”
Ese día ha llegado.
Los peores designios de la humanidad han acabado por cumplirse. Y, a diferencia del caos desatado por la interpretación radiofónica que hizo Orson Welles de "La guerra de los mundos", esta vez no es teatro. Por si no fueran poco los problemas actuales del mundo con la crisis griega, el enaltecimiento de las políticas de control de Internet, la pobreza y hambruna producidas por un norte egoísta y el nuevo orden mundial asiático que poco a poco se impone en una civilización hecha jirones, la amenaza que miles de películas y novelas han utilizado para aterrar al público se ha vuelto real. El temido contacto con una raza superior se ha efectuado. Sus naves han aparecido en todos los cielos del globo, y su mensaje de purificación del planeta ha sido oído por todos. No hay escapatoria. "Únete a la salvación del planeta, o muere luchando contra los salvadores." Su lema ha sido introducido en todos los medios audiovisuales. Televisión, radio, periódicos... a través de su tecnología lo han hecho llegar a toda la población. Vienen para salvar el planeta, y destruirán a quien haga falta para ello. Irónico, ¿verdad?
Año 490. Los jugadores van cogiendo fama renombre experiencia y gloria.
Año de ceremonias. Si todo va bien, hay un acto de vasallaje hacia el conde de Hertford, una boda noble y una ceremonia multiple de nombramiento de caballeros.
¿ irá todo bien?.