El Carguero parte de Marrech bien pertrechado para la delicada empresa que cierto Neolibio y sus asociados tienen en mente. Hace escala en Lisboa, donde varios Spitalianos suben a bordo y diez días después echa anclas frente a costa Frankeña. La expoliada y desierta ciudad de La Rochelle los recibe con una muda bienvenida. Pero bajo la cubierta del barco, los exploradores se preparan para una jornada de reconocimiento en la ciudad.