El aire nocturno es gélido, pero el fuego que habéis encendido calienta vuestros huesos. Los grillos chirrían y sonreís a las estrellas, agradecidos por una noche tranquila.
Pero entonces se produce un fuerte rugido y quedáis cegados un instante cuando la hoguera se alza hacia los cielos. Las llamas se parten en el medio, revelando un abismo que roba el calor de vuestra alma. De este lugar infernal surge una figura embozada que aferra una guadaña. Buscáis vuestras armas a toda velocidad.
La extraña aparición vacila unos instantes. Entonces, reuniendo fuerzas, echa hacia atrás la capucha que cubre su rostro y revela una blanquecina calavera con estrellas por ojos.
Eres Lobo Solitario, el último de los Señores del Kai. Una guerra encarnizada asola tu país y los malvados Señores de la Oscuridad de Occidente han puesto cerco a la capital.
El Rey te ha enviado en busca del único poder que hay en todo Magnamund capaz de salvar a tu pueblo: la Sommerswerd,
la Espada del Sol. Te acechan terribles peligros: pavorosas tormentas, el túnel de Tarnalin, los barcos fantasmales de Vonotar el traidor...
Utiliza tus habilidades con sabiduría, pues sólo tú puedes librar a tu país de la devastación con que lo amenazan los Señores de la Oscuridad.
Corre el año 353 d.C. Han trascurrido 4 largos años desde que Lorac Caladon despertó el poder del Orbe de los Dragones para desterrar de Silvanisti al Ala Roja de Takhisis. Sin embargo, en vez de aportar la salvación, el poderoso objeto mágico se adueñó de la mente del rey y corrompió Silvanesti de una manera innombrable.
Ahora la Guerra de la Lanza ha terminado y los exiliados elfos han vuelto sus miradas hacia el este, hacia su patria perdida. Ha llegado el momento de evaluar los daños e intentar repararlos. Ha llegado el momento de reclamar Silvanesti. Pero, antes de lanzarse a ello, el sentido común y la prudencia apelan a una serie de viajes de reconocimiento por parte de exploradores particularmente entrenados en la vida del bosque y la supervivencia. Esos elfos de élite son conocidos como la Vanguardia de la Esperanza, los kirath.