El culto de Rylana está realizando una excavaciones en la Mansión Faromin, construida sobre las ruinas de la antigua hacienda élfica Sayerín, que fue asaltada y destruida en los días posteriores al cataclismo. El consejo de alta magia de la ciudad de Atrante desconfía de las actividades de la secta y ha decidido formar un equipo que investigue las actividades de los sacerdotes.