A los pies de las inclementes montañas conocidas como Los Titanes se reúne un campamento de esperanzados buscavidas.
La mayoría de la gente del campamento siente una mezcla de tristeza, alivio y esperanza. Les aflige tener que abandonar el lugar donde sus familias vivieron durante generaciones y donde sus ancestros yacen enterrados; es un paisaje y una civilización a la que se sienten atados. Pero también les consuela haber escapado por fin de los desiertos de ceniza al sur y estar en la región de la montaña, donde aún queda algo de vida.
Su esperanza puede verse en la ligera curvatura de sus labios: confían en que el mundo al norte de los Titanes sea tan próspero y acogedor como todos dicen.
La Sombra debe ser destruida pero lo primero es saber cómo hacerlo y los caminos de bifurcan cada vez más.