San Francisco, EEUU, octubre de 2023.
El Chantry está desierto. El día está maravilloso, y todos, o casi todos, han decidido salir a disfrutar. El parque cercano es sitio de reunión no solamente de los habitantes del Chantry, sino de multitudes que visitan la feria de artesanos, los juegos, el lago con sus botes a pedales, las atracciones, los puestos de hot dogs y helados...
Pero no todos se tomaron el día libre. Uno de los habitantes más antiguos del Chantry está al teléfono. No, no habla por su celular, sino por ese teléfono vintage de disco que todos creen que es una parte absurda de la decoración. "Entiendo... no, no debería ser nada difícil. Es simplemente viajar allí e impedir que muera. ¿De verdad se sabe que va a morir? Yo no estaba enterado, ni escuché nada por aquí entre los más jóvenes... En fin, me ocuparé de que una Cábala esté allí mañana mismo. ¿Hoy? No sé si pueda... bien, bien, seguro que no habrá inconveniente." Volvió a poner el teléfono en su sitio; era singular el hecho de que ningún cable lo uniera a la pared. Quién estará aún aquí... hoy... Recorrió los pasillos en busca de alguien, quienquiera que aún estuviera allí, esto debía ser resuelto de inmediato. Hasta que dio con ellos.
-Ah, ustedes están acá, perfecto. Tenemos una tarea que encomendarles. Verán: hay una persona cuya vida está en peligro, y debe ser evitada su muerte a toda costa. Se encuentra en Los Ángeles, por lo que deberán acudir de inmediato. El peligro inminente será esta noche, por lo que deberán velar por su vida de la manera que mejor les parezca. Es mejor ser sutiles, sobra decirlo. Vayan ligeros, pero lo que necesiten y pueda proveerles, pídanlo. Tienen una hora para prepararse, el helicóptero estará listo para entonces.