15 años atrás, el joven Moran Miller asesinó a toda su familia la Noche de la Cosecha. Los habitantes de Haddlefeld encerraron al niño en lo más profundo de una cueva pero éste, de algún modo u otro, ha vuelto y no hay nada ni nadie que sea capaz de pararlo. ¿Sobreviviréis a la Noche de la Cosecha?
Con esta luz no hay manera de hacer fotos decentes- Piensa Sergio, el fotógrafo. Lleva dos días en Vitoria, lo que equivale a dos días sin ver el sol y mojado. Le han contratado del periódico para cubrir un evento y sólo piensa en que con la mala iluminación que hay le espera mucho trabajo de retoque a la vuelta al estudio en Madrid.
Al menos hay alcohol y podemos ir de pintxos- Le dice Irene a Marta con una sonrisa. Marta, entrenadora en un gimnasio, se casa en quince días y sus amigas que son un desastre, han dejado la despedida para el último momento. El único sitio cercano a Burgos con algo de disponibilidad que han podido encontrar es Vitoria.
Espero que hoy no se haga tan tarde como ayer- Piensa Andrés, mientras va al restaurante en el que trabaja. Cocinero del restaurante "La Montaña" y escritor de misterio aficionado. Está preocupado porque han pasado dos días sin que los extras aparezcan, lo que ha multiplicado el trabajo y hecho más difícil la tarea.
Con esta lluvia paso de ir a clase- Se dice a si mismo Lucía mientras cierra la ventana y se pone una manta por encima. La profesora de historia del arte no pasa asistencia, así que puede estudiar por su cuenta antes de ir a su turno en una cafetería. La universidad la trajo a Vitoria y su trabajo de camarera le paga las facturas y el alquiler.
Con estos eventos que llenan la ciudad también se me llenan los bolsillos- Dice en alto Yolanda, leyendo en el periódico local sobre el evento que tendrá lugar este fin de semana. Sabe que cuando la ciudad se llena, los locales de alterne como en el que ella trabaja hacen caja. Se supone que es camarera, como todas sus compañeras, pero la realidad siempre es más complicada.
Os digo que algo no va bien, y si no, al tiempo- Acaba el último post de Ander en su blog "la-sombra-de-vitoria". Lo que empezó como un hobby ha acabado siendo su vida hasta el punto de creerse sus propias historias conspiranoides. Lo que no sabe es lo cierta que es la afirmación que dice que la realidad siempre supera a la ficción.