La nave flotaba entre las estrellas, un punto solitario en la inmensidad. No era la más grande ni la más rápida, pero era suya. Un ensamblaje de partes de distintos fabricantes, reparaciones improvisadas y un millón de historias grabadas en cada panel chamuscado de su casco.
El sonido monótono del motor FTL vibraba en los pasillos. Dentro, los cuatro tripulantes se ocupaban de sus cosas. Rutinas aprendidas, miradas distraídas, el eco lejano de una partida de cartas o el tintineo de herramientas en el taller. El silencio del espacio era tan absoluto que, cuando la señal entró, pareció cortar el universo en dos.
La comunicación llegaba directamente por la frecuencia de emergencia.
"—Aquí la nave Elysi_ los experimentos_ pueden_ acercarse_ sin riesgo_ No se_ se que_ lo lograré_ la nave_ gente_ atrapada aquí —"
Shadowtown es una ciudad oscura que, en cierto modo, parece haberse ido al infierno desde hace tiempo. Violentas bandas criminales compiten por el predominio en las calles. Las corruptas autoridades, políticas y policiales, a menudo parecen tan sólo una banda más.
El mundo de Shadowtown no es la Tierra, sino un mundo vagamente similar. La tecnología imperante es equivalente a la de la segunda mitad del siglo XX (años 80).
La gente suele aceptar que lo mágico y lo sobrenatural fue real, pero que es algo que pertenece a un pasado histórico, casi mitológico. No es algo en lo que las personas normales quieran pensar o creer por lo general en su día a día.
Salir de Shadowtown no es fácil, como tampoco lo es tener sueños y aspiraciones más allá de la vida cotidiana, pues la ciudad tiende a asfixiar y aplastar a los soñadores.