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Una tradición, conservada por los primeros cristianos y después olvidada, hablaba de cómo Dios creó el fútbol.

Un día, el séptimo para ser más exactos, Dios contempló su creación y se sintió satisfecho. Había creado la luz y la oscuridad, el sol, los planetas, las plantas, los animales, al hombre y a la mujer, y había visto que era bueno.

Cuando has creado un universo completo en sólo seis días no puedes parar sin más. Dios quiso descansar, pero no había nada que hacer en ese universo lleno y a la vez tan vacío. Adán tenía bastante poca conversación, así que finalmente le ordenó:

- Sacrifica esta vaca en mi nombre, Adán, y separa su piel y su vejiga.

- Da a la piel esta forma esférica e hinfla con el aire de tus pulmones la vejiga que habrás dejado en el interior.

- Le llamarás balón, y ahora dale una patada para que pase por entre esos dos árboles.

- Si aciertas se llamará gol, y si no yo jugaré el balón.

Dios y Adán jugaron al fútbol todo el séptimo día, el día que fue consagrado al descanso y al partido. Dios iba poniendo las reglas y ambos jugaban en perfecta comunión.

Mientras, Eva, que no entendía qué había interesante en dos tíos corriendo detrás de un balón, salvo el que iban desnudos, se fue a dar un paseo, conociendo los árboles y animales del jardín del edén. Así se repetía todos los séptimos días, y algunos más.

Y así fue hasta que Eva fue tentada por la serpiente para comer del Árbol del Conocimiento. Ésta le dijo:

- ¿No quieres entender el fútbol, Eva? ¿No ansías saber cómo se interpreta el fuera de juego?

Y Eva le ofreció a Adán el fruto prohibido del Árbol, quien también cayó en la tentación, pues también ansiaba conocer las reglas del fútbol.

Y un día jugando al fútbol, en una jugada cualquiera, Adán le dijo a Dios:

- ¡Eh! Mi cerdo se quedaba solo con el balón. ¿Por qué no has aplicado la ley de la ventaja?

Y Dios le respondió enfurecido:

- ¿¡Es que acaso has comido el fruto del Árbol del Conocimiento, el único que te prohibí comer!?

- Quería entender el mundo, ¡y que no me tongaras en todos los partidos!

- Por haberme desobedecido y protestar, te expulso de mi jardín. Ahora tendrás que hacerte los balones con el sudor de tu frente, y tendrás que tener descendencia para poder jugar con alguien al fútbol. Y a ti, Eva, te castigo a que siempre serás peor deportista y ganarás menos.

Con el tiempo, Adán y Eva tuvieron descendencia, y así Adán enseñó a sus hijos la tradición del fútbol.

Y ente sus hijos destacaron Abel y Caín. Caín era mejor en todo que Abel, pero era un negado para el fútbol, y por eso Abel era el favorito de todos, y Caín, corroído por la injusticia social, le hizo una entrada brutal que le dejó tullido de por vida, y fue abucheado por todos los que amaban a Abel, expulsado del partido y sancionado por innumerables partidos.

Y Dios, que pese a todo seguía la liga, también molesto dijo:

- Para castigaros por esto, crearé los árbitros, que serán la casta de sacerdotes conocedores y aplicadores de las reglas en los partidos y que nunca deberán ser cuestionados, y la FIFA que vigilará porque en todos los lugares se juege al mismo fútbol y que prime el fútbol reglado sobre el fútbol divertido.

En el próximo post os hablaré de cómo Dios destruyó las ciudades de Sodoma y Gomorra, donde los domingos se jugaba al baloncesto y al balonmano en lugar de al fútbol.

 Muy bueno!, 

lo único que no me ha gustado ha sido lo de la mujer peor deportista.. Que estamos en un mundo igualitario, y blablablabla... 

Es parte de la crítica a este Dios arbitrario que le hace trampas a Adán jugando al fútbol y putea a la mujer. Ni mucho menos lo comparto :)

Spoiler (marca el texto para leerlo):

Vaya loco!! xDDDDDDDDDD

Por cierto te debo un enlace al blog de música, te lo envío por mensaje!

Sigue escribiendo!

Cain mata a Abel??!

NOOOOOOOO U_U