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Pues eso, una de mis viejas partidas, La horda de la mano roja, dirigida por Algunenano y con un plantel de jugadores tremendo con Vadania, Oca_de_Kerme, Fran Diego, Matute y un servidor, parece que puede volver a reanudarse tras algo más de dos años de parón. Sí, habéis leído bien, tras dos años y pico de parón. Tal fue el disfrute de aquella partida que a la que ha sido posible todos nos hemos vuelto a buscar para poder continuarla. Bueno, casi todos, tan solo nos falta un sustituto para el desaparecido y añorado Etrius, quien llevaba un personaje extraordinario, una voluptuosa sacerdotisa de florido verbo y sorprendentes poderes. 

Buscamos pues un substituto para reanudar la partida, que sea capaz de llevar un personaje complicado y mantener (o al menos acercarse) el nivel y el estilo narrativo que le inculcó un grandísimo rolero. 

Si he de ser sincero, ya he pedido a cuatro roleros que aceptasen el reto, pero todos me han dado calabazas, así que creo que lo mejor es que pida el substituto por esta vía.

¿Y qué tiene de especial este personaje? Pues pongo un fragmento de una conversación entre su personaje y el mío para que se vea lo que era y esperamos que siga siendo:

Rianna se gira hacia Lis y sonríe, sin condescendencia, pero como si estuviera acostumbrada a ese tipo de preguntas:

-Claro que puedo explicártelo, Lis. Aunque temo que los dogmas religiosos no sean tan interesantes como una buena conversación con cornudo.- dice mientras se acerca al jovencito, una vez ha asegurado el otro lado -Lo primero de lo que tendría que hablarte es... ¿Somos realmente libres de elegir nuestro destino? Las enseñanzas de Yergal dicen que sí; supongo que una clériga apostolizada por no llevarse bien con la jerarquía del culto es un buen ejemplo de ello.- ríe sincera con una sonrisa contagiosa, capaz de contagiarse hasta a las estatuas - El destino ocurre en un complejo telar, en el que puedes decidir en cierto modo hacia dónde cruza tu hilo, o si pasa por arriba o por abajo. Algunos dan cientos de vueltas, y otros solo unas pocas. La mente mortal es demasiado débi como para percibir un orden así; incluso la mayoría de mentes divinas tendrían dificultades. Contemplar el telar es la labor de la existencia de Yergal, el Escriba del Último Libro. Él es el que escribe la última palabra; el nombre de cada uno, en su lista interminable de quienes existieron.- hace una pausa para asegurarse que Lis comprendió.

Camina unos segundos en slencio meditando algunas cosas y ordenando sus ideas, y luego continúa:

-Supongo que para un druida y su concepción de ciclo y resurrección este concepto resultará un tanto alienígena, pero no es así. Un hilo puede cambiar de color si se usa hebra distinta para trenzarlo... ¿Y cuánto de él sigue siendo el hilo que era tras el cambio? El telar no existiría sin el concepto del cambio constante; pero el marco global es el orden detrás del cambio; incluso el caos tiene sus reglas.- para, se ríe musical e indica -Vaya, parezco mi mentor... me estoy yendo por las ramas. Volviendo al asunto que nos atañe: - rehízo su explicación -En ocasiones se generan acontecimientos que escapan a los hilos del telar, cuando una mano externa pasa un filo sobre él, o derrama cola... o un hilo díscolo se sale del patrón "saltándose las reglas del universo". Si algo sabes de historia, Carsus el netherense lo intentó en un pasado antiguo, los paladines caídos lo hacen a menudo, cuando se revuelven contra su fe... hay cientos de posibilidades. La más común de ellas es la acción de un dios. Ellos son ajenos al telar y está en las normas de Ao hasta qué punto pueden afectarlo. En ocasiones la línea es difusa y difícil de controlar. Allí es donde empiezan los problemas. Un dios tiene el poder de sacar una hebra de su camino y hacer cosas terribles con ella. Si esa hebra abandona sus cursos posibles, entonces ocupará el camino de otras; pero dos hebras no pueden existir en el mismo espacio, tanto como dos piedras no pueden compartirlo. Allí emopiezan los problemas: gente que debería haber muerto no lo hace, agravando el problema, y gente que no debería de morir lo hace, sin que su nombre haya sido reclamado. Esas gentes quedan atrapadas entre dos mundos, fuera de la vista del escriba, hasta que alguien pueda ayudarles. Cunado dicha situación es flagrante, se encarman en los abyectos no muertos a los que ya estás acostumbrado y se revuelven por su situación, empeorando el problema. Cuando la situación es menor, quedan retenidos cerca de los puntos de su muerte, o bien de personas, objetos o lugares importantes en su destino, imperceptibles para los vivos, pero atroces para el equilibrio del universo... no por su condición, sino por su falta prematura e inesperada.- como el concepto era confuso, Rianna le otorgó una nueva pausa a Lis para asinilarlo, mientras frotaba su cuello castigado por el calor y los mosquitos.

Aprovechó para sacar algo de agua de su pellejo y refrescarse; el viaje estaba siendo realmente pesado:

-Desde pequeña tuve un don algo peculiar: algunas personas son capaces de sentir los ecos de esas almas imperceptibles que quedan atrapadas en este mundo tras su muerte... espíritus cuyo fin se ha truncado por algo que no debía haber ocurrido. Yo no solo las siento, sino que las veo, las oigo y sé que me escuchan. La iglesia de Yergal considera este fenómeno un don, conocido como la Mano del Escriba. Yo soy una de las encargadas de devolver al libro en su lugar adecuado los nombres que no llegaron a escribirse y los que tuvieron que escribirse y no pudo ser; soy una de las personas que remienda el telar, para salvaguardar nuestro universo. Sin esa labor, Ao terminaría por castiagr el mundo con una nueva Era de los Trastornos, sin pensar en que cuanto más se agraba una serie de problemas en el Libro, peores suelen ser las manifestaciones de las "apariciones" y mayores las posibilidades de que sean verdaderos entes no muertos peligrosos.- explica con calma, para que el chico no pierda detalle -El don presuntamente otorga cierto instinto... empatía... algo similar a lo que tu sientes con Cornudo. Te permite saber cómo se siente el espíritu y cómo devolverle la paz... permite que la Mano de Yergal toque las rotas hebras cercanas del telar y las remiende en parte. Así, puedo hablar con las almas, darles consciencia de su situación y devolver el río a su cauce con su ayuda. Hay mucho poder acumulado en un alma torcida de su camino: tanto como tiene una vida. No es distinto del que usan los liches para existir por siempre. Si un nigromante lo aprovechara, sería terrible: de ahí es de donde extraen su poder en parte.- continúa la mujer ne plena efervescencia docente.

Devuelve su pellejo finalmente al petate y retoma el ritmo con su guadaña ayudándole en el paso:

-Lo que allí ocurrió es culpa de la garra de Tiamat. Esa diosa está jugando de algún modo, por medio de sus clérigos, con trasgos que no debían de estar aquí. Desconozco el motivo, pero está generando entre ellos muertes que no devieron de ocurrir, como es el caso de las víctimas de la hidra, y entre los humanos lo mismo, como es el caso de los pobres granjeros que encontramos en el camino al transbordador.- mira hacia atrás recordando su encuentro previo y añade -Realmente no sé el motivo exacto de que tuvieran que llevarse a la hidra, pero sé que era lo correcto. Puede que el bicho hubiera encontrado una fuente de comida en aquel lugar, gracias a acabar con los trasgos, y que debido a ello no cambiara su guarida a ota zona en la que hubiera sido víctima de un grupo de héroes, o de la guardia de Drellin. Pero sé que era lo correcto, o los espíritus no lo hubieran hecho. Este acto ha arreglado un pequeño desgarrón, pero aún queda mucho por hacer... estos acontecimientos son realmente ominosos. ¿Te ha quedado claro, Lis, o hay algo más que desees que te explique?- termina Rianna por fin.

Réplica de Lis, mi personaje:

Lis asimiló con cuidado todo lo que la sacerdotisa le contaba. Cada pensamiento debía ser pensado dos o tres veces, porque lo que estaba oyendo era totalmente nuvevo para él, era distinto a las enseñanzas que le habían sido legadas.

Durante un par de minutos siguió pensando en lo dicho, en silencio. Había almas cuya muerte no debería haber sucedido, eso era algo que podía comprender bien, porque del mismo modo que había aberraciones, seres que no debían haber existido, podía haber muertes que tampoco debieran hacerlo. Era un pensamiento simple. También comprendía que esas almas no emprendían el camino a los planos exteriores, a reunirse con los dioses que habían venerado en vida. Lo comprendía porque ya lo había visto antes: los zombies, las sombras, los vampiros. Lo novedoso de todo aquello eran ese otro tipo de almas que ni continuaban el camino emprendido en vida ni volvían a una existencia plagada de dolor y muerte, consumidas hasta lo más profundo por la garra del mal. Había roto el camino de esas almas en ocasiones, lo conocía. Pero... habia otras, otras que ni se iban ni renacían en una versión negra de sí mismas, almas atrapadas entre dos existencias.

Por un instante trató de pensar en ello y un profundo escalofrío lo sacudió. Almas atrapadas en un lugar, quizás por toda una eternidad. Pocos destinos podían ser tan terribles como aquel. Tanto dolor acumulado por una atadura eterna, por una vida truncada demasiado pronto.

Lis miró a Rianna.

Se imaginó como la verían esas almas: de repente una luz que las llama para guiarlas hacia su verdadero destino. Una...

Lis sonrió a Rianna.

- Eres una encantadora enderezadora de entuertos Rianna. Supongo que lo sabes, pero yo lo acabo de descubrir ahora.

Lis observó a Rianna, y por primera vez vio más allá de sus risas y su belleza. Vio lo dura que debía haber sido su existencia hasta entender y asimilar su propio don. Vio por qué ahora era un ser tan alegre, cuantas oportunidades de otorgar descanso eterno a quien lo merecía, cuantas alegrías al abrir caminos que estaban cerrados. La Madre estaría orgullosa de Rianna, el telar era una parte de La Madre, era una forma de expresión del todo que representaba, una representación de lo que La Madre expresaba. No existían palabras para definir el telar porque el telar era todo como La Madre lo era. Aquello era algo que podía entender Lis porque era parte de su propia frustración. Pero era obvio que si el telar tenía un hilo perdido era porque una parte de la Madre estaba alterada, ayudar a hilarlo de nuevo era ayudar a La Madre.

Rianna, sin saberlo, sin pensarlo quizás, era una extraordinaria servidora de la Madre, un servicio absolutamente profundo, más allá del que Lis era capaz de ofrecer porque él solo podía enderezar la parte del telar que correspondía a la vida pero poco podía hacer cuando el telar traspasaba el velo.

Lis miró a Rianna y su sonrisa se ensanchó hasta allá donde era capaz. Se acercó a ella hasta casi abrazarla y sus labios se acercaron al oído de la sacerdotisa.

- Rianna, veía en ti lo que cualquiera puede ver, tu misterio, tus risas, tu hermosura, la suavidad de tu voz y tus hermosas palabras. Yo he volado, nadado, y corrido como un gamo por el bosque, he tenido mil aspectos, he sido casi cualquier animal que puedas imaginarte, y he sido feliz en todo momento. La envoltura no me importa porque yo mismo cambio de envoltura a menudo, tan hermosa era Amapola cuando tenía su aspecto de Ninfa como cuando se transformaba en cervatilla y nos perseguíamos por el bosque. El aspecto no es nada y nunca juzgo a nadie por su aspecto por muy hermoso que éste sea. Para mí eras un misterio sin resolver.

Lis se acercó todavía más a Rianna, hasta el punto que su cuerpo presionó la armadura de la sacerdotisa en varios lugares sin darse de cuenta. En otros lugares con otras reglas eso podía verse como sumamente inadecuado, pero Lis no era consciente de ello porque esas nunca habían sido sus reglas. Su cabeza bullía de pensamientos que intentaba poner en orden para expresar a Rianna lo que sentía en ese momento.

- Tu envoltura era hermosa, pero no sabía nada de ti. Hoy me has señalado algo que yo desconocía y que es un conocimiento profundo e importante. Pero por encima de eso hoy me has mostrado que tienes un don increíble y que lo usas de un modo que sirve a La Madre, un poder que no deseo pero si envidio. Yo sirvo para que las reglas de La Madre se cumplan, para que se respeten sus reglas y a sus criaturas. Lo que tú haces es servir a La Madre de un modo que a mí me es imposible. Puede que sirvas a tu propia diosa, pero la labor que haces ayuda a que las reglas de la naturaleza sigan su curso. No sé como expresarlo, pero tu telar es Mi Diosa, es la representación del todo que la forma. Yo lucho por erradicar los hilos negros que se entretejen donde todos los hilos deberían ser luminosos, lucho porque el dibujo del telar siga siendo del multicolor que debe ser, pero carezco del poder de re-tejer los hilos que quedan sueltos. Ese es tu don, y es un don maravilloso porque un hilo suelto trae un montón de hilos negros con él, que alteran el dibujo. Lo que tú haces previene aquello que yo luego intento arreglar.

Lis parecía enormemente excitado con su discurso, pero era consciente de que no lograba expresar lo que sentía. Sus manos bailaron por un instante ante su rostro, como queriendo dibujar en el aire lo que sus palabras no eran capaces de transmitir.

- ¡Oh Rianna, que don tan maravilloso te ha sido otorgado! ¡Cuanta luz eres capaz de mostrar a existencias perdidas! ¡Cuanto dolor innecesario eres capaz de curar!

Lis no consiguió recuperar el control de sus manos, que fueron hacia la cabeza de la sacerdotisa y la tomaron para darle un beso.

- Ahora sé que seré feliz luchando a tu lado mientras nuestros hilos se sigan entretejiendo, porque sé que lo que tu haces es un modo maravilloso de servir a lo mismo que yo sirvo. Tú serviras a tu diosa, y yo serviré a la Madre, pero sólo son dos modos distintos de logar un mismo fin. Rianna, ahora sé que lo que hay tras tus risas es la felicidad por ser capaz de dar felicidad a un camino sin salida. Ahora sé que lo que hay bajo el hermoso envoltorio es un alma hermosa. Quizás algún día Rianna corramos los dos denudos por el bosque, o quizás no, en realidad eso no importa. Pero seré feliz luchando a tu lado.

Lis consiguió separarse de la sacerdotisa. En realidad no había excitación sexual ni en su mirada ni en su cuerpo, había simplemente una profunda admiración. Sus pensamientos bulleron un instante más antes de realizar lo que él consideraba el mayor honor que él podia otorgar. Su voz cambio de la temblorosa emoción con que había susurrado todo lo anterior, a una voz firme y profunda con la que dijo lo último que tenía que decir.

- Rianna. Si algún día lo deseas, yo mismo te llevaré al círculo y hablaré por ti.

Réplica de Rianna:

Rianna volvió a lucir una sonrisa franca y distendida, a pesar de la presuntamente tensa situación. Por un lado una armadura de placas era un modo sublime de obviar ciertas excentricdades sociales, y por el otro la frescura despreocupada del muchacho le alegraba el alma de una manera que no podía describir. De algún modo Lis había vivido el tipo de vida que a su espíritu libre le hubiera gustado vivir. La sana envidia trataba de recuperarlo a través de la empatía con ese maravillosamente sorporendente compañero:

-Será un gran honor aceptar tu ofrecimiento cuando me crea preparada.- dijo Rianna comprendiendo la importancia de aquellas palabras del cambiaformas -Al final todos servimos a Ao, de un modo u otro y, en efecto, mi labor es de importancia para la Madre. No puedes imaginarte lo que agradezco tu comprensión, Lis.- dice Rianna dejando deslizarse una mano y aferrando la del druida, tras quitarse el guantelete.

Bien sabía que el contacto directo era importante para el chico, y ella nunca había sido una mojigata. Siguió hablando al instante, sin pausa:

-No siempre es tan sencillo, sobre todo para un servidor de la naturaleza, comprender mi trabajo. Aun así, creo que hay algo que me falta por explicarte...- dice Rianna con una repentina cara de preocupación.

La expresión confusa del druida acompañó a la de gravedad en la cara de la mujer, que parecía ir a revelar uno de los secretos de la vida y la muerte. Entonces comenzó con palabras ominosas y un tono solemne:

-Bien sé lo importantes que son para la Madre algunos detalles muy necesarios en su labor.- explicó como si no encontrase las palabras apropiadas para decir algo que le costaba pronunciar -Si algo similar existe entre los dioses, como los textos santos nos demuestran y sus avatares ratifican, Yergal...- dijo haciendo unos extraños gestos para reprimir algún sentimiento a punto de desbordar - es hombre, no mujer.- terminó rompiendo por fin a carcajadas, sin poder aguantar por más tiempo la fingida seriedad.

El ataque de risa contagiosa duró unos minutos, mientras seguía aferrando la mano del joven, para que fuera muy consciente de que se reía con él y no de él. Cuando fue capaz de pronunciar palabras, aunque sin poder abandonar unas leves risillas, añadió:

-¿Conoces la diferencia, verdad?- dijo Rianna con una mirada terriblemente pícara, repasando con desvergüenza sus atributos y los del muchacho al que tenía tan cerca y de la mano -Si no seguro que Kastor y Witzzy no tienen problema en explicártelo; me consta que se han hecho muy amigos tras su último íntimo paseo matinal por las tiendas de la ciudad.- dijo sin poder parar de reír, mirando de reojo a los dos humanoides y sus caras de ¿Nosotros? ¡Venga ya! Pero y si... ¡no, hombre no!.

El alegre momento quitó algo de peso de los hombros del grupo, que era muy consciente de que habían estado a punto de perder a un par de amigos en las garras de ese ser multicéfalo con el que se habían topado, y todos compartieron unas buenas carcajadas, juntos.

Luego continuaron su marcha hacia la torre, bajo las indicaciones de Jorr.

Y supongo que llevareis bastante jugado, ¿no? Por aquello de lo que tenga que leer el opositor a cualquier locura narrada/creada por Etrius...

Como se puede comprender, no cogeremos al primero que se apunte, ni de hecho se garantiza que se cogerá a nadie. Lo prioritario en esta partida es el nivel y el feeling con el resto de jugadores y máster. Es una partida que hemos recuperado por tenerle un enorme cariño, sólo se reanudará si lo vemos viable.

Pero que tampoco os arrede el reto, es una ocasión de disfrutar de rol de primera (y ojo, de combates de primera también).

El ritmo de la partida será medio, y podemos jugar en cuanto haya substituto para Etrius.

Respondiendo a McAxel: Sí, hay bastante jugado, pero es fácil de resumir si hay candidato al pj. De hecho los sucesos los puedo resumir en algunos párrafos (yo me acabo de releer la partida de cabo a rabo para tenerla fresca)

La partida: http://www.comunidadumbria.com/partida/la-horda-de-la-mano-roja2-2

Como digo, no es necesario leerla toda antes de empezar, es fácil de resumir. Sí recomiendo leerla, pero más por lo divertido (al menos para mí) que es leerla y por tomarle un poco el pulso al personaje, pero no es imprescindible.

A nivel técnico, lo más complicado de llevar el personaje es recopilar estadísticas de algunos no-muertos (especialmente sombras) porque es la base del poder del personaje.

McAxel, en serio, que no te asuste que el personaje y la partida son geniales. 

pues a falta de voluntarios y si el ritmo es medio yo me ofrezco candidato, por fortuna resolvi mis problemas informáticos(mas o menos) así que aquí ando.

Hola accalon, finalmente hemos cogido a McAxel pero gracias por el interés.

Si algún cuervo ve esto puede cerrar el post (gracias!).

Se da la casualidad de que McAxel había jugado con todos los de la partida y con el anterior jugador, así que su adaptación será sencilla (o eso esperamos).

Gracias por el interés.