Otros lugares, otras opciones :: Sin clasificar :: ¿Por qué no se respetan otras perspectivas? ¿Por qué se manipulan?
Totalmente de acuerdo con la exposición, sin embargo considero que el problema es mucho más profundo. Hay un cambio extremo e importante de un tiempo a esta parte. El problema es el sentimiento de que equivocarse es malo, entonces la gente no es capaz de asumir una equivocación, lo cual lleva a que sólo quieres leer lo que favorezca las ideas que tienes así no te las cuestionas, con todos los peligros que ello conlleva (polarización de la sociedad principalmente). Hemos llegado a un punto, en el que las discusiones se hacen para demostrar que se tiene razón, no con el objetivo de desarrollar una idea.
Igualmente, la influencia de los medios lleva a esa polarización, haciendo que no puedas tener ideas independientes, te llevan a que tengas que tener ideas en pack. Si eres de derechas, te tiene que parecer bien cualquier idea de derechas y si eres de izquierdas te tiene que parecer bien cualquier idea de izquierdas y además, como sólo te informaras a través de medios afines además cada vez te irás más al extremo y llegarás a sentir antipatía hacia las otras ideas.
También esto conviene a los intereses creados, porque si no aceptas razonar, no cuestionas y si no cuestionas creerás a ojos ciegos la "información" que te dan.
Hablando de un tema menos polémico, por ejemplo yo me considero simpatizante del equipo de fútbol del FC Barcelona, (digo simpatizante porque no me puedo considerar aficionado, ya que no me veo representado por los que se consideran tal). Siempre me quedo asombrado en las conversaciones sobre fútbol, aunque ya las rehuyo, para los aficionados del Madrid, los del Madrid siempre son los mejores y los del Barcelona son muy malos, para los aficionados del Barcelona es al contrario. Para los aficionados del Barcelona, al Madrid siempre le benefician los árbitros y al Barcelona lo perjudican y al contrario para los del Madrid. Jamás lo he entendido, no valorar las virtudes del contrario sólo resta valor a tus méritos, pero es un ejemplo perfecto de la sociedad en la que estamos.
Otra cosa con la que no concuerdo para nada, es las críticas feroces siempre a los "contrarios" y la defensa a ultranza de aquellos con los que nos identificamos o por los que sentimos simpatía. Yo hago lo contrario, por ejemplo, si he votado al partido X y pienso que jamás votaría al partido Y, en realidad quien me puede decepcionar, es el partido al que voto, ya que son los que tienen mi confianza, no digo que no puedo criticar al partido Y, pero con quien más critico voy a ser es con el que posee mi confianza.
Volviendo al fútbol, hubo una liga que ganó el Barcelona, que en el último partido iba empate a 1, el empate le valía al Barcelona para ganar la liga y al otro equipo para clasificarse para otra competición y los últimos 15 minutos de partido se quedaron dos jugadores del Barcelona pasándose el balón sin que los otros presionaran ni ellos intentaran atacar. Los aficionados del Barcelona estaban encantados, yo siempre les decía que me daba vergüenza esa liga, por mucho que antes hicieras méritos para ganarla, que si aspiras a ser el mejor, no puedes hacer esas cosas tan poco éticas, si lo hubiera hecho el Madrid, no me molestaría, no es mi equipo, no le exijo nada, pero el equipo que tiene mis simpatías no me puede parecer bien eso.
El problema además es enorme, porque además se nos condiciona, no sólo para pensar en pack, si no para oponernos en pack, recuerdo una conversación en FB, una investigadora defendiendo a ultranza las plantaciones modificadas, plantee un mensaje en el que me cuestionaba una defensa tan "ciega" como la que hacía, y su respuesta me dejó alucinado. Me decía que estaba harta de que los creacionistas siempre dudaran de la ciencia y que me fuera a vivir al medievo básicamente. En primer lugar, decir que mis dudas considero que eran bastante racionales, en segundo lugar jamás mencioné a Dios, de hecho soy agnóstico, pero si alguien dudaba de cualquier cosa científica tenía que ser un religioso cegado, osea ir a justo lo contrario, con lo cual me parece que la sociedad está en un punto peligroso que o empezamos a tener algo de pensamiento crítico o vamos a acabar muy mal. Por cierto, después le expuse tranquilamente mis dudas, que en realidad se basan totalmente en el ser humano, ya que considero que si llega el punto en el que se desarrollan dos productos por ejemplo, uno en el que el trigo aumenta su producción un 20% y mantiene los nutrientes y otro que la aumenta un 80% pero deja los nutrientes a la mitad, estoy convencido que el 95% (siendo generoso) de la gente echaría el que aumenta el 80%, al final hay procesos naturales (nada que ver con la religión) que hay que seguir, de hecho se pueden forzar, pero todo tiene un límite (opino desde mi ignorancia), esta respuesta quedó sin responder...
Acabo esta diatriba sin mucho sentido recomendando la serie de Newsroom, para mí la mejor serie que he visto jamás que precisamente trata este tema mucho mejor que yo.
¿Qué es más fácil? ¿Aceptar lo que otros te dicen sin más y luego cuando se prueban equivocados echarles la culpa o evaluar todo por ti mismo y sacar tus propias conclusiones aceptando la carga de defender tus ideas y tener que reverlas de cuando en cuando? ¿quedarte estancado o cambiar constantemente, evolucionando?
La autocrítica es un ejercicio diario muy duro, pero una vez que lo incorporas no puedes dejar de hacerlo. Para hacer una autocrítica valedera tienes que conocerte mínimamente a ti mismo, tus falencias y fortalezas, qué te gusta y qué no, qué es razonable para ti y qué no, tu visión del mundo y si lo que buscas es el conocimiento para acercarte cada vez más a una versión posible de la verdad o no, por el contrario, si buscas aferrarte a una verdad que quieras considerar absoluta.
Nosce te ipsum es la base de todo conocimiento, si sabes quién eres y cómo te posicionas ante el mundo, sin engaños a ti mismo, recién en esa instancia puedes comenzar a conocer el mundo de verdad.
Y en un mundo en el que la mayoría no quiere hacer ese trabajo casi nadie se conoce ni sabe nada.
También es cierto que, entre los más críticos con el statuo quo, están: los terraplanistas, los negacionistas del holocausto, los negacionistas del cambio climático, los antivacunas...
Hay una utilidad social en la figura del consenso: cohesiona grupos sociales. Por eso las ideas son grupales, no individuales, y la crítica no te hace más crítico... Solo dejas de pertenecer a la masa acrítica A para pasar a una nueva masa acrítica B que ya ha hecho esa crítica a A antes que tú. Quién tenga razón, si A o B, es irrelevante. Lo importante a nivel antropológico es esa sensación de pertenencia de grupo.
Siempre llego a estos temas cuando la cantidad de cosas por comentar y rebatir son enormes. Ni siquiera me he terminado de leer la primer página, pero vengo a comentar porque es gratis.
Voy a omitir las cuestiones de epistemología, porque la verdad es que hace ya un par de años que estudié eso y no recuerdo autores que pueda citar para dar mejor basamento a mis argumentos. Creo que era Chalmers en su "que es esa cosa llamada ciencia" que hacía un desarrollo histórico interesante. Busquense las anécdotas de los epiciclos planetarios y del eter, que son interesantes para ver como la "fe" actúa en la ciencia. O la experiencia cotidiana, yo tengo fe en que mi calculadora no se equivoca, y tengo fe de que cuando uso una regla, mi regla tiene centímetros más o menos iguales a los de todas las demás reglas del mundo.
¿Por qué esto es fe? Porque estoy seguro de que no me mintieron. De que alguien se tomó el trabajo de comprobarlo por mí, que no se equivoco, y que es verdad. No me tomo el trabajo de comprobarlo. Lo mismo que los que creen en la biblia. Están seguros de que alguien vino del cielo, escribió tal o cual cosa dictado directamente por dios y dijo toda la verdad tal cual, no se toman el trabajo de comprobarlo porque "saben" que es verdad (Más allá de las distancias del tipo de experiencias que harían comprobables o desmentibles tales o cuales ideas, problema que aqueja no solo a la religión sino a las ciencias sociales).
Por cierto, priorizar la objetividad y el encare científico como algo deseable y de valor es de por sí una postura ideológica. No existe la ciencia sin ideología, porque hay incluso maneras de argumentar que la ciencia sería una ideología (en tanto es una serie de reglas que sirven al momento de estructurar un sistema de decisiones, de toma de accionares y de asignación de valores).
Respecto de la "objetividad" de una noticia, es imposible. Aún asumiendo que los hechos objetivos existen, el narrarlos, describirlos, por fuerza requiere priorizar una cosa por sobre otra, una elección de información previa para presentar lo que se cree "relevante" al asunto (si estamos comentando un evento deportivo, interesará el resultado, pero no el color de calzoncillos de cada participante). Y en eso ya hay sesgos, también hay sesgos inherentes en el tener que elegir las palabras para contar cualquier cosa, inevitables. Y sesgos que surgen de la polisemia ineludible del lenguaje. Y luego, están los sesgos deliberados, "políticos", adredes y con fines en mente.
Todos esos sesgos son "arbitrarios" en el sentido de que siempre podrían presentarse de otra manera.
Respecto de las noticias: por lo menos por mis lares, según que medio elijas leer hay una enormidad de versiones diferentes, algunas en oposición directa. Pararse y ser crítico con todo es imposible, o lleva simplemente al "yo no se nada" y como generalmente los asuntos de política (y más aún, de política turbia) son incomprobables para el hombre de a pie, se cae por fuerza en la inacción (o en una acción no-reflexiva). Todo eso sin tener en cuenta una manía de duda que haría practicamente cualquier situación imposible de vivir. Imaginate dudar de los horarios de metro que están en el cartel nomás porque uno mismo nunca ha viajado a esa hora y no puede estar seguro de que efectivamente pasa. Incluso, imaginate dudar de que porque hayan pasado hoy a una hora lo vayan a hacer mañana. Creo que era Kant el que hablaba de la causalidad como una ilusión producto de cómo la mente humana tiende a entender el mundo.
Cualquier visión a la que apoyes, muy probablemente fue afirmada por alguien más. Y así como el criterio de "mayoría no iguala a razón" es cierto "mayoría no iguala a falsedad" también es cierto. Lo que para cada uno constituye ser "crítico" depende de lo que consideraba que es el punto de vista por "default".
Los ultracatólicos creen que se alzan en armas contra un gran monstruo que es el lobby LGTB financiado globalmente por instituciones que pretenden destruir la familia como medio de organización de la sociedad, y son muy críticos (o muy sordos, es cuestión de perspectiva) de cualquier cosa que lleve "género" en el nombre.
Aquellos que afirman ser parte del colectivo creen estar llevando a cabo una lucha que lleva necesariamente a una sociedad más justa para todos al intentar defender a toda una serie de grupos que ellos consideran son efectivamente minorías (y no un lobby político financiado por iluminatis).
Algo muy práctico. Medio X me dice que politico 1 es corrupto. Medio Y me dice que político 1 no es corrupto. Yo no tengo manera de comprobar ninguna de las dos afirmaciones, y tengo entonces que recurrir a algún otro criterio, porque si digo "no se" para todos los candidatos a elecciones, terminamos todos votando en blanco. No solamente en algo hay que creer, sino que efectivamente todos creemos en algo que nos sirve de base a todo lo demás(así sea algo tan simple como la creencia de que estamos vivos, que algunos cuadros de psicosis demuestran que no es algo que sea autoevidente).
La lógica formal puede ayudar a resolver los asuntos más básicos, pero incluso así, solamente podríamos determinar la validez de la forma de un argumento y no su valor de verdad efectivo. La lógica no puede ayudarnos a elegir premisas válidas, solo puede ayudarnos a derivar conclusiones válidas de premisas por fuerza arbitrarias.
Y como vivir descreyendo de todo es imposible, cada uno elije su mentira (o sus verdades, de nuevo, cuestión de perspectivas). Algunos las eligen de forma deliberada y las revisan periodicamente para ver si cambiaron de opinión, otros las toman por reflejo y no las cuestionan porque no se les ocurre siquiera la posibilidad de que sean cuestionables. Y a veces la linea entre estos dos "tipos" es muy delgada, o una persona puede saltar de un lado al otro de esa linea.
Después podríamos hacer algunas proyecciones de las teorías de Piaget, que demuestran que uno solo es capaz de entender la realidad en función de los mecanismos de representación de los que dispone, y cuando la realidad no corresponde a esos mecanismos, lo que tiende a prevalecer es la respuesta que naturalmente se da por "estructura" antes que la que es efectivamente correcta.
Obviamente, hablar en estos términos de ideas políticas requeriría de un esfuerzo de abstracción bastante más grande que el de hablar de masa peso y volumen de bolitas de plastilina, pero no es imposible imaginar la extrapolación.
Aceptar un error implica necesariamente primero tener la capacidad para entender la posibilidad de estar equivocado.
El gran asunto a fin de cuentas es este, todos, por no ser omniscientes, experimentamos por fuerza el mundo a partir de nuestro lugar particular, y unas discrepancias mínimas en las premisas pueden llevar a conclusiones tremendamente diferentes (más allá de que razonar correctamente es sumamente complicado y anti-intuitivo).
Descentrarse de ese punto de vista, y entender lo subjetivo de las verdades (y lo inhaprensible de LA verdad) es algo que se aprende. Y se ve que no todos lo aprendemos en la misma medida ni de la misma manera.