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Era Sábado por la mañana, nuestro amado líder disfrutaba de un merecido descanso tras una semana de trabajo. Asomado a la ventana y café en mano, observaba como la gente caminaba por la calle. El mundo se había movido, también el suyo. Un año atrás, lo que había detrás de su ventana era muy distinto, el paisaje de un puerto pesquero lleno de vida de la ciudad había dado paso a otro, menos húmedo, en el interior del reino. 

Recordaba tiempos en los que este día de la semana estaba consagrado a reunirse con otros antiguos residentes de Arkham para hacer rodar poliedros regulares sobre una mesa y lanzar vítores o lamentos cuando dejaban de rodar. Estos días habían pasado ya y aunque él no estuviese allí, sabía de buena tinta que sus excompañeros mantenían viva esta tradición.

En su cabeza se materializaron incontables imágenes en las que el denominador común eran él mismo y esos cubitos. Distintos lugares, distintos compañeros, distintas emociones. Añoraba esos días.

Todo eso formaba parte del pasado, sentado delante de esa ventana, con el café medio frío ya, pensó en todo lo que había cambiado su vida en este año. Una pandemia mundial había cambiado la vida de mucha gente, entre ellas la suya. Pero mientras para la gran mayoría había sido un duró revés, en su caso tenía un sentido positivo.

Disponía de unos días libres en el trabajo, así que pensaba disfrutarlos haciendo un viaje que empezaba a convertirse en habitual. Un par de años atrás, durante una reunión de melenudos en la que se danzaba al compás de la música que otros melenudos tocaban encima de un escenario, el amor llegó a su vida. Vivían separados por una gran distancia y cada vez que podían, uno u otro se trasladaban para dar rienda suelta a la pasión. Esta vez era él el que viajaba hacia el amanecer, con una maleta ligera, en pos de su amada.

Durante esta visita, los extraños gustos culinarios de alguien anónimo en un país del lejano oriente afectaron a las vidas del resto de la población mundial. Un virus amenazaba con hacer el trabajo de Thanos y acabar con la mitad de la vida del planeta, así que los grandes dirigentes del reino tomaron la decisión de coartar la libertad de movimientos de la gente. Y "oh campos de soledad, mustios collados" lo que en un principio iba a ser una breve visita con cuatro calzoncillos en la maleta, se extendió hasta este momento, hasta este templado café. Por suerte podía desempeñar su trabajo desde cualquier lugar del territorio nacional, así que la idea de trasladarse de manera permanente a esta nueva ciudad, a esta nueva ventana, podría llegar a transformase en realidad.

Atrás quedarían familia, amigos y mesas de juego, pero el camino se abría a una nueva vida, nuevos lugares por descubrir y nuevos niveles que desbloquear.

El tiempo pasó y esta fugaz visita dejó de ser tan fugaz, hubo viajes de vuelta al hogar y reencuentros con nuestros amigos los poliedros. Pero estos regresos fueron escasos, insuficientes para llenar el vacío de emociones que se producían al recibir el quickening de un nuevo nivel. Necesitado de llenar este vacío, recordó que tiempo atrás un compañero de trabajo le mencionó una posible escapatoria. Existía en el mundo cibernético un lugar parecido a Arkham, en donde extraños seres se reunían para hacer rodar dados virtuales y dar rienda suelta a sus oscuras pasiones. Las sensaciones no serían las mismas, estaba seguro de ello, pero esperaba poder acostumbrarse a esta nueva dieta con el tiempo. El movimiento se demuestra andando y andando hasta la cocina para calentar el café que ya se había quedado frío, decidió moverse. Era hora de alimentarse, ver qué había para él en este mundo y comprobar de primera mano si este nuevo alimento saciaría su hambre de eso que llaman rol.

Esperó pacientemente delante del microondas y tras escuchar el característico pitido que te informa de que ya te puedes abrasar la lengua sin problemas, recogió la taza y se sentó delante del ordenador. Introdujo en el navegador la dirección que le había facilitado su compañero y se dejó absorber por las historias del lugar. Pronto se dio cuenta de que podría llegar a encajar, su locura se parecía a la locura que se respiraba en el ambiente. Tenía que hacerlo, lo único que podía perder si lo intentaba eran unas pocas horas de su vida, mientras que si el lugar era el adecuado podría volver a sentir las emociones que venía buscando. Sólo tenía que pulsar intro y empezaría el viaje.

La noche amenazaba tormenta, delante de las viejas puertas de hierro oxidadas del manicomio una persona sopesaba la decisión que acababa de tomar. Las voces en su cabeza eran cada vez más insistentes y se sentía obligado a atender sus deseos. Eran ellas las que le habían hablado de este sitio "ven, te divertirás" -decían- "jugaremos todos juntos al calor de la chimenea". 

Recorrió el corto camino entre el enrejado y las puertas de la institución. A la luz de la luna pudo ver la silueta de los pocos árboles que quedaban en el jardín y los setos que en algún momento habían tenido forma de animal pero si ese seto representaba a algún animal en la actualidad seguramente no sería buena idea encontrárselo en mitad de la noche. 

Deambuló un poco por el lugar buscando el mostrador de recepción, durante el paseo encontró varios tablones de anuncios en los que además de leer noticias sobre tratamientos novedosos de los que pronto podrían disfrutar los residentes pudo leer un manual de buenas prácticas del recién llegado, si todo iba bien pronto tendría que usarlo. Cuando por fin encontró la recepción, detrás del mostrador dormitaba una "persona" que aparentemente no conocía el significado de la expresión "aseo personal". La bata blanca de rigor en estos sitios había dejado de ser blanca hacía mucho tiempo para convertirse en una bata blanca nicotina, salpicada de unas manchas oscuras. Elevó una plegaria a algún dios, existiesen o no, para que esas manchas fuesen debidas a la poca coordinación a la hora de comer de su portador antes de a lo que él pensaba. El pelo era largo y de color blanco nicotina a juego con la bata, tan grasiento que en los días de calor se podría freír un huevo en él y en algún momento había decidido que la parte superior de la cabeza no era un buen lugar para vivir, así que se había mudado a otras latitudes. 

Tuvo que carraspear varias veces para hacer notar su presencia, finalmente y tras varios intentos, elevó el carraspeo al nivel de sonora tos. Esto provocó que el recepcionista se sobresaltase al regresar del mundo de los sueños y por poco termina abrillantando el suelo con su propio cuerpo. Al levantarse y tras un bostezo que dejó de manifiesto que su dentadura también había vivido mejores momentos, se dirigió a su nuevo "cliente".

La conversación fue corta, no tenía sentido alargar la tortura de aguantar el hedor que salía de aquella boca. Así que tras unas breve explicación de los motivos que lo habían llevado hasta allí, el recepcionista sacó un formulario de inscripción de uno de los cajones de su mesita y le explicó el procedimiento al futuro residente. Finalmente lo firmó sin pararse mucho a leer los Términos y condiciones (quien lo hace?) y fue invitado a pasar dejando tras de sí algo de la felicidad que traía con él. 

En ese momento, la tormenta que amenazaba con llegar, decidió que era buen momento para dar su opinión sobre todo esto y un relámpago surcó el cielo de la noche, iluminando la silueta del manicomio sobre el horizonte.

De vuelta en el mundo real, el café ya solo era un recuerdo en la taza, miró el reloj y se dio cuenta de que era ya casi la hora de comer. Habían pasado unas horas desde que había introducido la dirección en su portátil, sus objetivos empezaban a cumplirse......

Ahora solo era cuestión de esperar y ver crecer a la criatura.

La Familia Crece.

Bienvenido a nuestro maravilloso manicomio, aquí cuidaremos de ti ;)

Y yo que no recordaba haberme apuntado a una partida nueva... ;P

Bienvenido

Realmente has despertado mi curiosidad por jugar una partida contigo Creitos ¡Bienvenido a Umbría!

Un saludo

Konietzko

Ya me hubiera gustado a mi hacer una presentación tan chula cuando entré en la página, pero por no hacer ni me dio para presentarme XD

Bienvenido y que disfrutes con nosotros. Que no estamos locos, pero sabemos lo que queremos :)

¡Bienvenido!

¡Bienvenido a la comunidad!

El rol por web no es igual pero es muy divertido también, solo hay que acostumbrarse y cuidar bien los posts. Al principio cuesta encontrar una partida que ruede bien pero cuando se consigue se disfruta mucho.

Si te apetece leer sobre la web tengo muchos apuntes sobre su funcionamiento en mi perfil.

Un abrazo y que rueden mucho los datos :)

Bienvenido, pasa ponte como y diviertete.

Y que buena narrativa pusiste en tu presentación, estoy seguro que encontraras grandes compañeros por aqui, y quisa podamos coincidir alguna vez en alguna partida.

Gracias por la bienvenida chicos, espero poder veros pronto en algún lugar del ciberespacio!

De momento os informo de que he empezado a apuntarme a cositas, a ver que sale de ahí.....

Bienvenido