Quiero a la vida, quiero al amor, y si veo una injustícia, salto como un cabrón.
Para los que me tratan bien, puedo tener una pacienca de santo, y para los que quieren pisarme, soy lo más desagradable del mundo, e incluso sin que me pisen. Viendo nada más la sombra de la bota, ya peleo como gato panza arriba.
IN MEMORIAM
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Astrid sabía que eso no era suficiente. El traer un compañero del camino, y hacer que luchase junto a ellos, podría ser suficiente como para convertirlo en un héroe en la batalla, y puede que mejorase sustancialmente la situación... pero igual no les sería suficiente.
Le dio una orden, y le dejó en paz. Solito podría ser suficiente: - ¡Lucha junto a tus Hermanos!, tanto de sangre como del Camino. Lucha cual héroe y luego... descansarás.
Había que buscar algo. Había que conseguir que otro ser, o seres, fueran en su ayuda.
No dudó, ya empezado su paso, en dar otro más. Buscó vida... o más bien muerte, por la zona. Raro era el lugar en los que no había muertos, cementerios o algo. Incluso animales. Además, estos eran más fáciles de dominar. Se concentró, y dejó que su mente buscase por la zona.
Era asqueroso. Había multitud de cuerpos que perturbaban su mirada. Multitud de escapas y de "trozos", pero nada que pudiera utilizar. Esa nigromante verdosa había acaparado todo en una muy amplia distancia. Había conformado un gran ejército. No sabía por sacrificios o por poder propio, pero, sea como fuere, tenía una enorme fuente de poder a su alcance. No sabía como empeñar contra eso. No sabía como podría vencerla.
Se giraba lentamente. Observaba ajena a la batalla que la rodeaba. Como dentro de una esfera que la protegiese, tanto del ruido como haciendo borroso todo cerca de ella. Sentía las vibraciones en su cuerpo, la sensación de los muertos por doquier. Era algo que le helaba la sangre y le paralizaba el alma, pero lo que más le dolía era su fracaso. Fracaso al no haber ayudado al resto. Fracaso ante una invocación sencilla de controlar un enorme ser. Tenía que sacar a sus compañeros de allí,... y tenía que encontrar como.
En su rotación vio el agua. ¡¡¡¡AGUA!!!!.
En ella siempre había multitud de vida... y de muertos. Su mente "buscadora" escudriñó el elemento de la vida. Buceó en su imaginación buscando algo que le pudiera ayudar. Que les sacase de esta. Entonces se tiró al suelo, de rodillas, como si un gran dolor le penetrase por el abdomen y la atravesara cual papel. Como un lienzo apuñalado. Las manos se apretaron hasta clavarse las sucias uñas en las palmas. Brotó sangre entre sus nudillos blaquecinos por la tensión.
Una vibración. Todo tembló como si hubieran dado un enorme golpe a la montaña.
Dos más. El agua llegó a hacer ondas.
De sus párpados brotó sangre también.
Un grito desgarrador afloró de su garganta mientras se ponía en pie y se alzaba hacia el cielo, sangrando por más lugares de los que se podían contar.... También una gran cantidad de agua parecía explotar del propio lago. Les llovió encima y un enorme tentáculo sacudió la zona al caer. Un hachazo de un enorme pulpo que les daba la bien venida, para odiarles por despertar del sueño que no se debía perturbar.
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