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Pues eso, finalizada mi primera incursión como director con el sistema Mothership, usando las reglas de su beta pero cambiando algunos detalles que no terminaban de cuajar (A ver si con la primera edición quedan subsanados los temas de estrés y heridas de una manera más satisfactoria).

El objetivo de la partida era fundamentalmente probar el sistema y usar para ello una partida que se suele considerar perfecta para una primera sesión, THE SCREAMING ON THE ALEXIS, que no deja de ser una incursión en una nave que pide socorro, a la deriva, en un cinturón de naves abandonadas orbitando en torno a un planeta que da muy MUY mal fario. Lo cierto es que los tres primeros personajes participantes en la partida, llevados por Fonso2020, JuandeHierro y Fibonacci, terminaron pereciendo tras una ristra de malas tiradas mientras trataban de emular a Ripley en la escena final de Alien, pero ocuparon el lugar del xenomorfo de aquella, flotando en el espacio unos pocos segundos antes de perecer en un final de escena tan épico como triste, aun consiguiendo cargarse a los bichos dimensionales que saltaban alegremente dentro de la Alexis. 

Como la gente se lo había pasado bien con la partida, a pesar de su infausto final, y la aventura formaba parte de una campaña más larga, recogida en el maravilloso suplemento DEAD PLANET, optamos por continuar, con el calentó, empleando como personajes jugadores a unos cuantos PNJs que pululaban por la nave de nuestros protagonistas anteriores, la USS Medellín.

La siguiente parada de sus nuevas pieles fue la luna que orbita en torno al Planeta Muerto que da título a la saga, tras ser alcanzados por un mastodóntico arpón disparado por unos carroñeros que llevan varias décadas subsistiendo sobre la superficie del satélite, dedicándose al saqueo de las naves que por su zona se acercan y subsistiendo a base de las cabras y verduras que han logrado cultivar y criar en el cruel suelo de su colonia, aderezados con dedos y filetes de carne de sus propios cuerpos, por haber adoptado el canibalismo ritual como método para declarar su fidelidad a sus compañeros. 
Ofrecieron a los protagonistas de la aventura convivir y explorar la base a cambio de unas pocas falanges o lonchas, pero casi que pasaron. Aun así, también se les ofreció un pequeño trabajito, pues los mecánicos carroñeros, que trabajan y subsisten en una base independiente cercana, llevaban mucho tiempo dedicándose a algún proyecto ultrasecreto y los miembros de la colonia original no se querían arriesgar a perder el favor de estos colaboradores.

Finalmente, tras unas cuantas muertes, unas accidentales, otras no tanto, y la desaparición de algún jugador, los personajes lograron descubrir que los carroñeros estaban trabajando en un engendro volante fabricado con los restos de otras naves derribadas, siendo algunos componentes de la Medellín los últimos que precisaban para levar anclas.
¿Su intención? Embarcarse en un viaje casi suicida en el que permanecerían casi 100 años en animación suspendida, despertándose por turnos para realizar labores de mantenimiento, peor la locura y desperfectos en la nave hicieron que su última superviviente, la marine Claudia Pink, tuviese que terminar con sus psicóticos compañeros, descubriendo que e rumbo de la nave había sido variado, haciendo que se estrellase en la superficie del planeta muerto del que había huido 75 años antes. Para hacer las cosas aún más divertidas, la marine había envejecido 50 años durante su sueño, dejándole el cuerpo un poco más maltrecho de lo que debería.

En la superficie del planeta, una exploración rápida y varias pesadillas singulares, descubrieron a nuestra protagonista la peculiar naturaleza mística y letal del planeta: este es una enorme necrópolis en la que ya reposan cientos de restos de distintas especies que han viajado hasta allí, como si de un cementerio de elefantes se tratara, para reposar cuando llegaba el ocaso de sus culturas.
Claudia se topó, también, con una torre militar humana prefabricada, viéndose obligada a refugiarse en su interior en busca de más respuestas, teniendo que emular a la Ripley y los marines de la secuela de Alien en unas instalaciones infestadas por babosas gigantes y otros horrores que empleaban los restos de los militares allí muertos como sustento y soporte físico.

Finalmente, la soldado Pink logró salvar el culo huyendo por un túnel plagado de explosivos, alcanzando una vez más la superficie del planeta para ver cómo diversas naves terrícolas llegaban al lugar, puede que aceptando su finitud como especie, pasando a engrosar la larga lista de civilizaciones enterradas en aquel funesto astro oscuro.

FIN

Quiero volver a dar las gracias a mis jugadores, Fonso2020, JuandeHierro y Fibonacci, por animarse a probar conmigo un sistema que todavía no había ni dirigido ni jugado, aun a sabiendas de sus altas cotas de mortandad (como bien pudieron sufrir en sus carnes) y decidiendo siempre seguir adelante hasta que la vida real fue cobrándose a unos y otros hasta que Fonso protagonizó un epílogo extendido que duró mucho más de lo que habíamos imaginado en un principio.
 
 
El sistema de Mothership no deja de ser una versión revisada del d100 de La Llamada de Cthulhu con reglas muy simplificadas, no es un sistema redondo (Pero volvemos a recordar que todavía se usan betas para jugarlo, en espera de una primera edición que debería haber salido a finales de año...), pero por su sencillez y los grandes suplementos que han ido saliendo para él, así como por la gran labor de promoción y la apertura de puertas para que cualquiera con una buena idea pueda usar sus licencias para desarrollar sus propios proyectos, ha conseguido convertirse en un juego muy apreciado por la gente creativa y los jugadores, contando, con menos de 4 años desde su aparición, con decenas de aventuras y suplementos que van desde las aventuras en solitario de astronautas flotando en medio del vacío hasta grandes sagas más próximas a ambientaciones como Star Wars o Termiantor.

Actualmente estoy dirigiendo otra partida del juego (El Tango del Piquete), más basada en Atmósfera Cero y juegos de investigación policial, con una colonia minera como telón de fondo,  y tengo pendiente probar otra aventura (The Bloodfields at Blackstar Station) más próxima a películas como Running Man, Battle Royale o videojuegos como Smash TV o Manhunt, con sus propias reglas para llevar personajes más resistentes y peliculeros. Lo de que haya hecho el arte para esas dos aventuras es anecdótico (O no XXXXXD).

Enhorabuena!!

Eres un gran Director, me alegro muchísimo de que hayas llegado al final con la partida! Felicitaciones!

Una gran partida, con todos los ingredientes típicos de mezclar el terror y la ciencia ficción.

Enhorabuena :D

Una gran aventura, por lo que he leído :)