Comunidad Umbría :: Partidas (sustitutos, parones) :: [Sustitución] Las máscaras de Nyarlathotep
Sistema: La llamada de Cthulhu
Ritmo: Medio
Avance de la partida: Comienzo del 2º capítulo de 6
Personaje a suplir:
John D. Mars/Explorador
John D. Mars nació en 1887 en San Francisco, California, en el seno de una estirpe de prospectores reconvertidos en empresarios. Al ser el cuarto hijo, los empleos relacionados con los negocios, la abogacía y la carrera política ya estaban cogidos, así que optó por poner tierra de por medio y recuperar el espíritu pionero del apellido Mars. Con tanto continente por explorar, el joven Mars lo tuvo fácil para convencer a su padre, quien participaba del entusiasmo del muchacho por dos razones: contar con un prospector más en la familia multiplicaba las posibilidades de abrir nuevos mercados, al tiempo que mantenía alejado de casa al muy inquieto y no del todo ordenado joven. Así que cumplidos los 20 años, John marchó a explorar los desiertos, los bosques y los desfiladeros por los que no hacía muchas décadas habían cruzado los pioneros. Y allí se formó como explorador y forjó su carácter.
Tras unos cuantos años de vida a la intemperie, regresó a la mansión Mars, en San Francisco. Traía una maleta con unas pocas pertenencias, algunos recuerdos y una carpeta semivacía con recortes de revistas especializadas que contaban sus descubrimientos. Ninguno merecía una conferencia en la universidad. Mientras recorría el territorio americano, tuvo tiempo para completar una licenciatura por correspondencia en Historia, un título que no provocó el reconocimiento que creía merecer entre sus hermanos.
Con el dinero ahorrado gracias a sus inversiones en las empresas familiares, compró una pequeña villa en una colina y allí estableció su campamento base. Un hogar sin personalidad que solo visita cuando no está de viaje y en invierno. En la ciudad, viste ropa cómoda de buena factura, quizá algo más holgada de lo que debería.
John D. Mars irradia cierta inquietud, como si nunca terminara de estar a gusto. Habla rápida y atropelladamente, aunque sus ideas las transmite con precisión. Lo más característico de su persona es su mirada melancólica y ausente.
Mark Sorensen/Ingeniero
Mark Sorensen es un ingeniero. Nacido en Dinamarca pero traído a Estados Unidos de niño, siempre ha sentido fascinación por los motores en una era en que la mecánica y los procesos de combustión han experimentado un crecimiento exponencial. Antes de y durante la Gran Guerra sobre todo en las marinas de las grandes naciones hubo una gran carrera armamentística que les llevó a un desarrollo de la mecánica y la ingeniería sin precedentes en la Historia; Mark vivió esos tiempos y se convirtió en ingeniero para dedicar su vida a las máquinas.
A los veinte años conoció a su mujer, Stephanie, mientras estudiaba Ingeniería en la Escuela Técnica de Ciencias de Nueva York. Se casaron pero no llegaron a tener ningún hijo. Con los años, la absoluta devoción de Sorensen por los motores afectó a su matrimonio y tuvo problemas conyugales, que se vieron acrecentados con el avance de una enfermedad en la mente de Stephanie, la esquizofrenia.
Tras convivir bastantes años con la enfermedad y ver poco a poco cómo su mujer se disolvía en la locura, Mark no tuvo más remedio que dejarla en un sanatorio mental para que cuidaran de ella, y partió para distanciarse de todo. Tomó clases de aviación (a lo que ayudó su profundo conocimiento de los motores e instrumentos de estos aparatos) y voló por todo el mundo durante un par de años.
Finalmente, y tras no encontrar paz ni un objetivo en la vida durante sus viajes, Mark volvió a Nueva York y buscó a su mujer en el sanatorio, en donde le dijeron que ella había muerto en un incidente violento provocado por su enfermedad.
Desolado, el señor Sorensen no tiene más remedio que volver a dedicarse a su pasión, los motores, con el ocasional apoyo de un viejo amigo, Jackson Elias. Ahora mismo está en un momento de su vida en el que necesita encontrar algo que dé sentido a su vida.
Thomas Taylor
Periodista corresponsal
Thomas es nacido y criado en Nueva York. Nacido en el seno de una familia de clase media. Nunca tuvo problemas de dinero. Fue a la universidad y estudió lo que siempre quiso, periodismo.
Una vez terminada la carrera empezó a trabajar en periódicos de poca monta, pero nunca le faltó el trabajo. Con 26 años consiguió una entrevista en el New York Post. Empezó a ejercer de corresponsal primero de manera nacional y en cuanto cogió experiencia, salió al extranjero.
Debido a sus contínuos viajes, le fue imposible entablar una relación duradera y sigue soltero. Aunque siempre le da tiempo a tener algún escarceo.
Estando fuera aprendió que hay que estar preparado ante cualquier situación y sobre todo llevar comida encima. De ahí que siempre lleve un paquete de galletas encima.
Consiguió el reconocimiento general al ser corresponsal en la Gran Guerra. Mantuvo a toda la nación informada de lo que allí sucedió. Pero también sufrió mucho. Estuvo en una zona con constantes bombardeos y fuego cruzado. Al volver decidió tomarse un descanso y no salía al exterior. Se limitaba a escribir en la oficina.
Pero todo cambió cuando Jackson Elías le llamó para investigar lo que había ocurrido con Roger Carlyle. El destino le había privado de realizar el viaje original y no estaba dispuesto a perder una segunda oportunidad.