Galería Umbriana

Subida por Daraexus

La historia que rodea a esta foto comenzó muchos, muchos meses atrás. Llevo algunos meses en Marsella, y Zloy en Lyon, así que nos alternamos para visitarnos los fines de semana... no obstante, yo prefiero mucho más ir a Lyon que salir por Marsella. Sin embargo, había una actividad en particular que Zloy quería hacer: visitar el conocido Chateau d'If, una fortaleza en un islote en la bahía de Marsella que fue una prisión durante el régimen del terror y que albergó a prestigiosos mitológicos prisioneros como a Edmond Dantes, el Conde de Monte Cristo (personaje de Alexandre Dumas) o al Hombre de la Máscara de Hierro (Una leyenda popular durante aquellas épocas), e incluso al famoso Rinoceronte Africano que Manuel I de Portugal le llevaba al papa León X y que descendió unos días en la isla en una imprevista parada (este último, siendo un acontecimiento real). Pero el destino, cruel como era, nos impidió el viaje... cada vez, la flota de navíos responsable del transporte aducía su incapacidad de hacer la ruta debido al mal tiempo. Una y otra vez, los días que elegíamos para intentarlo, se encontraban con la negativa de los navegantes.

Entonces decidí tomar venganza. Decidí que si ellos no me llevaban, tomaría por asalto a los dos barcos insignia de su flota, El Edmond Dantès y el Chevalier Paul, los pondría a mi servicio y los usaría para navegar la bahía Marsellesa como antaño, bandidos y piratas lo habían hecho.

Así que con la visita de Zloy este fin de semana, decidí llevar a cabo mi plan... sin demasiadas precauciones de antemano. Decidí hacerme π-rata durante este fin de semana, así que tuve que ir a comprar un pañolón para mi cabello, vestir con mi propia bandera y hacerme con un arma... y la respuesta a todo ello era un supermercado Monoprix en camino al viejo puerto, en donde aparentemente conseguir cartulinas para hacerme un parche es imposible, pero había promoción de sables. No entiendo a Francia.
 

Era momento del plan B. Gracias a la recursividad de Zloy, quien pacientemente trataba de resistir las ganas de ahorcarme por ser tan quisquilloso, acudimos a una Farmacia, usamos un parche de ojo medicado para proteger a dicho órgano tras operaciones y con un marcador negro, cambiamos su color de transparente inútil a negro pirata. ARR, era el momento de ir al asalto.

Así que comencé con el Edmond Dantès, poco se esperaban sus tripulantes (turistas del norte de Francia y algunos españoles) que el friki de lentes era un infiltrado pirata. Cuando el barco se puso en movimiento... AHOY MATES!

_{En la foto: la turista Italiana que prefiere no prestar atención, los ancianos franceses indiferentes, la pareja que ya lo ha visto todo y en el fondo, el impresionado español que me preguntó que qué hacía.}

Acto que fue recibido con total indiferencia. En Francia ya no creen en los piratas. Está visto. Pero logré al menos dirigir al dichoso navío a mi destino original: El Chateau D'If.

^{En la foto: Una anciana que se reía de mi intento de decir en francés que era un asalto al barco. En general resumía la sensación general al escuchar mi mal acento pirata.}

Una vez en la fortaleza, decidí saquearla para obtener pertenencias más respetables, pues poseían un verdadero parche pirata y un sombrero cuya talla no daba para mi cabeza (y que Zloy, mi segunda al mando, ni yo, verificamos de antemano antes de saquear dicho sombrero por unos pocos euro-galeones).

Así que el Chevalier Paul era mi segundo objetivo. Ingresé a él sin mediar palabra esta vez, con toda mi furia y sin mi pequeño sombrero, pero con un nuevo y renovado parche pirata:

^{En la foto: No one gives a shit.}

Intenté todas las sucias tácticas a mi disposición, intenté mostrar mi fiero perfil pirata (mientras el sombrero no se iba volando por los fuertes vientos), como se ve en la foto de la prueba. Insistí a punta gruñidos y gritos de "Arr y Aye"

^{En la foto: Jodidos turistas que se ríen de un asalto pirata}

Hasta usar la vieja estrategia del gato con botas:

^{En la foto: Un loro guay con un pirata debajo}

Al final, todo fue en vano y decidí emplear la más baja de todas las estrategias para hacerme con el navío. Esperé a que todos sus tripulantes y el capitán bajasen y simplemente asalté el barco vacío, que afortunadamente no me opuso resistencia.

^{En la foto: Victoria. Jodida victoria}

Y eso resume la aventura que me llevó a hacerme con los dos barcos de Frioul-express, y de como ahora tengo a la venta un gorro pirata para niños y un sable de espuma por unos cuantos galones de oro.