Subida por MrSeeK
Imagen: Al no poder quebrar nuestros espíritus, el Cachirulo intenta hacerlo con nuestras carteras.
Por vez primera con el alba ya pasada y es que el cansancio de la jornada anterior (43km) nos dejó para el arrastre, salimos con poca esperanza pero un día ganado en dirección a lo evidente, un hospital. Hospital de Órbigo para ser exactos, a una jornada normal de viaje que, entre salir tarde, y caminar reventados tardamos prácticamente todo el día en desarrollar.
Nuestros amigos montaraces se habían adelantado bajo el amparo de la noche, por lo cual no encontramos ningún impedimento ni dificultad para llegar al destino, más allá del cansancio acumulado.
Cuando por fin alcanzamos la interminable villa, nos reunimos de nuevo con la gente del norte. Salimos a tomar algo y, de repente, descubrí que el Cachirulo había abandonado el lugar seguro en el que lo guardo (no puedo decirlo por aquí, la seguridad es el motivo), el caso es que se había escabullido hasta la caja registradora y nos preparó una buena, como podéis ver en la imagen. Su maldad abarca todos los aspectos, de los más místicos hasta los más mundanos. Incapaces de convencer al mesonero de que había sido un trozo de tela con mala baba, nos tocó abonar semejante montante. Tendremos que estar a pan y agua una temporda.
Nuestro eterno viaje de aquel día.
Alucino con la crónica y con este superviaje que estáis haciendo. Yo os seguía en el hilo del foro, pero no me había enterado ni de esta galería, ni de esta historia maléfica de destrucción del mal en forma de cachirulo, ni de esa app tan molona con la que me canso sólo de ver el recorrido que hacéis.
Me he leído todo de un tirón, es fantástico. Enhorabuena a ambos, qué pedazo de campeones!
Y menuda aventura :D ojalá pudiese echaros una mano en la destrucción del maligno malvado, pero en estos momentos no puedo ir a vuestro encuentro. Eso sí, soy gallega, y en lo que pueda ayudaros por estas tierras, aunque sé que somos legión, contad conmigo.
Os sigo leyendo, y...Buen Camino!
Ya ves, Darkmaste: la maldad del cachirulo no tiene límites. Y muchas gracias a Milady, Tortugo y Robaina por vuestras palabras, y por seguirnos.