Estamos en el Carnaval de Venecia. Los jugadores asumen el papel de agentes secretos, desapareciendo en la salvaje y festiva confusión tras las máscaras del carnaval – con la intención de cumplir una misión secreta. Pero primero cada uno deberá identificar a su compañero, ya que solo juntos podrán descubrir la misión que les espera.
¿Pero quien es tu compañero? En cada encuentro te enteras de algo más, recogiendo información a la vez que intentas evitar perderte y coger un camino equivocado.
Creado por Alex Randolph & Leo Colovini
Nº Jugadores: 3 a 4
Duración: 45 minutos
Precio: 42,90 euros
Ya van dos partidas que he jugado al juego y la verdad es que cada vez me gusta más, y eso que en la primera partida me gustó mucho. Mezcla perfectamente la dedución con la estrategia. Para contaros más o menos de que va, os explico muy por encima. Primeramente cada jugador recibe ocho cartas, todos iguales, pero cada uno del color de sus peones, cuatro peones y un pasaporte. Las ocho cartas representan los cuatro disfrazes que se pueden tener (alto, gordo, enano y delgado) y las cuatro identidades (Ms. Tza Tza, Mr. Bubble, Lord Noseque y Mister X). Los cuatro peones que se moveran por el tablero representan los disfraces, o sea, hay un peon alto, otro gordo, otro enano y otro delgado. En el pasaporte se explica las distintas misiones para los jugadores.
Al inicio de la partida, cada jugador recibe un sobre con una identidad, un disfraz y un código de misión. Estas cartas son exactamente igual que las demás pero en negro. Pues bien, la cosa consiste en encontrar tu compañero, ya que Ms. Tza Tza y Mister X son compañeros y los otros dos igual, por lo que los dos grupos deben intentar identificarse y darse la carta con el código de misión para poder completarla, ya que hacen falta los dos códigos de misión para ver que misión es.
Aquí entra la paranoia, la sospecha, las meteduras de pata al identificarte a quien no eres, etc. ¿Como se identifican los demás compañeros? pues muy fácil, cuando caigas en una casilla ocupada por otro personaje, le preguntas por su identidad o su disfraz, entonces el aludido debe enseñarte dos cartas de lo preguntado y una carta de lo otro, y una de las tres como mínimo debe de ser verdadera. Por lo que tienes que ir deduciendo tras cada pregunta quien es quien en el juego. Y cuando estés completamente seguro, en medio de una de esas preguntas le pasas el código de la misión y os poneis al lío con ella.
Esta segunda parte es donde entra la estrategia, porque ahora que sabes la misión, que normalmente es colocar a tu peon en un lugar del tablero. Pues bien, cuando te encuentras con alguien y le preguntas, colocas a ese alguien en el lugar del tablero que quieras, por lo que si tienes indicios de que tal peon es tu enemigo y que posiblemente se esté acercando al punto donde tiene que cumplir la misión, te vas a por el, le preguntas y lo alejas. Entrando en una semibatalla campal por intentar defender los sitios que tienen que ir los demás e intentar penetrar donde tienes que cumplir tu misión.
El sistema de movimiento me ha resultado realmente curioso. Se podía a ver solventado con tres dados, pero le han querido dar más ambiente, asi que han creado una mascara que contienen bolas de colores, y cada bola de color es un tipo de movimiento. La negra por ejemplo, mueve al embajador, la roja mueves un espacio por caminos, la azul, un espacio por mar, la amarilla un espacio por donde quieras, y la blanca, no mueves.
En fin, que me ha gustado mucho. Que si os gusta los juegos de deducción con dosis de estrategia, no podeis perder este gran juego.
Jugué un par de veces de niño, mis primos lo tenían y la verdad es que guardo buen recuerdo de él. Eso sí, hay que tener cuidado cuando se dan las pistas porque un fallo puede dar al traste la partida. En mi caso fue al intercambiar datos dí verdaderos de mas y eso confundió a mis enemigos.