En un día cualquiera de 1953 los cielos de Norteamérica se inflamaron en un espectáculo pirotécnico como miles y miles de estrellas fugaces. Siendo de origen y causa desconocidos, y ante la posibilidad de que se trate de los efectos de un arma, todo lo que tuviera que ver con este fenómeno pasó a manos de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), projecto Spitfire.
Al cabo de un tiempo, los agentes del proyecto descubren que ciertas personas están desarrollando capacidades sobrehumanas. Se establecen unas rutinas de vigilancia y empiezan a hacerse preguntas. ¿Son realmente seres humanos? ¿Es posible controlarlos o habría que... eliminarlos?
Guionista: Kieron Gillen
Dibujante: Greg Scott y Kody Chamberlain
Editorial: Marvel
Temática:
Juegos a los que puede adaptarse:
Kult, La Llamada de Cthulhu, Fanhunter.
A igual que newuniversal: Conqueror, éste one-shot es precuela de la serie newuniversal. Sin embargo, me ha parecido bastante más interesante que aquel por varias razones. Por una parte, está ambientado sólo cincuenta años antes de la serie principal y el personaje protagonista, Phillip Voight, es también un personaje importante en newuniversal. Además, el tono es diferente al de Conqueror. Mientras que Conqueror era una historia casi de espada y sandalia con tintes de tragedia, 1959 es género negro; básicamente, se trata de agentes de inteligencia tratando de conseguir información de personas potencialmente muy peligrosas, y teniendo que enfrentarse a terribles dilemas morales por el bien común.
Dibujo y color cumplen. No son la maravilla, pero arriman el hombro -por así decirlo- para contar la historia y dar ambiente.
Personalmente me ha gustado y le daría un cuatro sobre cinco. Lo recomiendo sobre todo a quienes les haya gustado newuniversal.