La joven poetisa Rose Elliot adquiere un antiguo diario escrito en latín. Descubre en él la existencia de las Tres Madres del Mal, ella empieza a investigar y comienza a creer que en su apartamento habita una de ellas. Llena de temor, recurre a su hermano Mark, entonces Mark se dirige al edificio donde reside su hermana.
Productora:
Dirigida por: Dario Argento
Protagonizada por: Daria Nicolodi, Eleonora Giorgi, Irene Miracle y Leigh McCloskey
Temática:
Juegos a los que puede adaptarse:
Supongo que con algún sistema como el de Zombie, All flesh muten be eaten o alguno parecido.
Pues a mí esta película me gustó bastante, a pesar de que digan que no es de las mejores de Dario Argento, es cierto que Suspiria o Phenomena son muy buenas entre otras de este director, pero no me desilusionó, con un buen argumento, unos actores que hacen bien su papel, una buena dosis de sangre y asesinatos entre otras cosas, al que le guste el género de terror se la recomiendo para pasar un rato entretenido.
A mí me habría gustado en esta película algún susto o un encontronazo con alguien, ya que más de una vez me gustaría algún susto, pero en definitiva no está nada mal, también decir que parte de la música es de la banda Goblin y que ya han usado canciones para varias películas de Dario Argento, bueno os dejo y pronto volveré con alguna película rebuscada de terror, quizás de Argento, quizás de Craven o a lo mejor de Carpenter o tal vez de otro género...
Ya sabéis, la recomiendo para los amantes del terror o al que simplemente quiera ver alguna película antigua, sin más que decir me retiro a verla de nuevo :P
Es la segunda de la famosa "trilogía de las Tres Madres" y no desmerece a la primera: al igual que esta, el argumento es lo de menos (el musicólogo debe resolver el crimen) y es más bien una mera excusa para filmar imágenes muy extrañas, y sobre todo crímenes muy complejos. La estructura de la película, así como su ambiente, es muy irreal, podría decirse que la filmaron como si fuera un sueño..Algo así como lo que intentaba hacer Lucio Fulci en Miedo en la ciudad de los muertos vivientes, pero sin el talento de Darío Argento.