Trumbull & Hichley es una ruinosa empresa de pompas fúnebres que sobrevive con un único ataúd gracias a los escasos encargos que reciben. Sus únicos integrantes son un propietario borrachín y despiadado, su esposa, su achacoso suegro y un empleado.
Cuando el propietario del local les amenaza con el deshaucio, Trumbull decide que es el momento de volver a procurarse clientes por medios poco legales.
Productora:
Dirigida por: Jacques Torneurs
Protagonizada por: Vincent Price, Boris Karloff, Peter Lorre
Temática:
Juegos a los que puede adaptarse:
Esta película está pensada para divertir especialmente a todos los aficionados a Vincent Price, o, al menos, a los del ciclo de Poe que Roger Corman produjo en los sesenta: el mayor atractivo de esta es ver a Price, Boris Karloff, Peter Lorre y Basil Rathbone en una comedia negra ambientada en una época victoriana bastante imprecisa (debido, quizá, a que se trataba de los decorados que Roger Corman solía aprovechar), desempeñando distintos papeles alrededor de una empresa de pompas fúnebres.
Más que una comedia negra, se debería considerar una parodia del cine de terror, ya que el humor es bastante blanco (al menos, para lo que estamos ya acostumbrados) y visita lugares comunes: escenarios góticos, los personajes decadentes de Price. La gracia radica principalmente en malentendidos, como muertos que no están muertos, y en la gestualidad de los personajes, especialmente por el contraste entre el patilargo Vincent Price y la figura achaparrada de Lorre, o las apariciones quijotescas de Basil Rathbone, declamando fragmentos de Macbeth y convirtiéndose en el negocio más complicado de la empresa funeraria.
Desde luego, no es una película redonda: está bastante lejos de la genialidad de The Raven, la otra gran parodia de Roger Corman, tanto en argumento como en gags, pero se sustenta principalmente en el carisma de los actores que la protagonizan.