Partida Rol por web

Aqui es donde se discutirá todo lo relacionado con la partida. Aceptaría de buen grado una buena crítica sobre el funcionamiento de la partida, aunque me gustaría que las críticas hacia otros jugadores, críticas constructivas me estoy refiriendo, me sean enviadas privadamente a mi, para que no haya conflictos entre los personajes.

La taberna se encuentra en medio del camino que cruza la campiña de Adonis. Es un lugar hogareño, dirigido por Maese Gonzalo, un humano orondo y calvo, que siempre lleva puesto un desgastado delantal y unos sempiternos pantalones de pana, y su mujer, que es una excelente cocinera, a la cual se le ve salir poco de la cocina. A parte de ellos trabajan dos personas más: Una camarera morena, que anda siempre descalza, muy animada siempre con los clientes y que anda sobre la veintena de edad; y el mozo de las cuadras, un jovenzuelo de 16 años de edad, que siempre anda de aqui para allá sucio, aunque siempre que tiene tiempo le gusta tocar canciones con su guitarra, canciones que las aprende de los trovadores que se paran a tomar algo en la taberna.

La antigua Hacienda de las Cuatro Fuentes, conocida popularmente como Castillo de Don Ramón, tiene una estratégica situación que le valió sufrir repetidos asedios por tropas de las ocuridad.
Esta Hacienda se sitúa actualmente en el extremo occidental de Adonis, a unos cuatro kilómetros del núcleo urbano. Su emplazamiento ya impresiona al verlo en la distancia, una roca prominente del sustrato calizo de la zona, cortada con una pared casi vertical, cuyo punto más alto está a 667 metros sobre el nivel del mar. Se trata de un lugar privilegiado desde el punto de vista estratégico. Desde allí se domina un amplio territorio de la zona, todo el valle del río hasta su unión con el Mar y buena parte de las llanuras de la campiña en torno a Adonis. Dicha campiña son las vías naturales de penetración de las tropas enemigas.

Esta taberna está situada en la plaza de la aldea de Cuatro Fuentes, propiedad del dueño de la Hacienda del mismo nombre, Don Ramon. Felipe Contralgo heredó esta tasca de su padre, quien la había abierto con la ayuda económica de Don Ramón. Es un sitio limpio y saludable, donde se reunen los trabajadores para tomar un poco de vino o cerveza antes de irse a su casa, es un lugar tranquilo, ya que es dificil ver a estranjeros en la aldea.

Esta escena la usaré para añadir algunas reglas del sistema, para discutir sobre ellas o para aconsejarme de como deberían de ser, lo haremos en la escena La Taberna del Clerigo, para que en esta escena solo se encuentren las reglas, para mayor facilidad de vision y comprencion. Si quereis que explique o añada alguna regla, tambien ponerlo en la taberna.

La casa del padre de Clara es pequeña, de dos plantas. De ladrillo visto. Esta rodeada de una pequeña vaya, que facilmente se puede saltar. La casa está en el centro, por la parte delantera hay cesped sembrado, en el lateral derecho hay árboles frutales, tres o cuatro, el lado izquierdo esta yermo, y el lado de atrás, contiene un corral. Puede tener el terreno, unos 800 metros cuadrados, o sea que es muy pequeño, lo normal en las casas de Adonis.

Esta en la parte mas rica de la ciudad, y está protegida dia y noche por miembros de los soldados reales, para impedir robos y asesinatos. La casa está protegida por una vaya impresionante, imposible de saltar con las simples manos.

La taberna Solis, es una de las tabernas más animadas de la vida de Adonis. Allí van cientos de óvenes de buena posición y otros má so menos importantes a bailar, tomar una cerveza y ligar.

El Zoco está situada en una plaza de la ciudad, tiene cuatro entradas, todas ellas vigiladas por dos soldados de día y de noche. Tres entradas están situadas en el suroeste y una en el norte. La mayoría de los soldados que custodian el Zoco son antiguos guerreros del Rey.

Se trata de un pequeño pueblo, de gente sencilla pero desconfiada hacia los forasteros. Nada que no se pueda arreglar con algo de educación, mano izquierda y alguna propina a tiempo, más que nada para relajar los ánimos.

Ciudad Nacita es impresionante. Cientos de personas atareadas, ocupadas en sus quehaceres diarios, comerciantes ejerciendo sus negocios, estudiantes, seminaristas, peregrinos, y muchos,
muchos sacerdotes. Sacerdotes de muchas y variadas órdenes religiosas...

Y los edificios... no creíais que el hombre pudiera ser capaz de levantar semejantes montañas de piedra, torres altas, majestuosos tejados, arcos elegantes, elegantes y estilizados portales... Os plantáis en medio de la plaza del mercado y a vuestro alrededor no hay un punto hacia el que no tengáis que alzar la vista para poder ver el cielo... pero hay algo que capta especialmente vuestra atención. Frente a un gran templo, en una especie de plaza, un grupo de guardias termina de ultimar los preparativos para
una terrible y siniestra estructura. Un montón de leña, dispuesta para la hoguera. Una inocente va a morir.