Me presento... Harry Blackstone Copperfield Dresden, el único mago que se anuncia en las páginas amarillas. Ah... Una cosa más... Estoy muerto.
Desde donde estoy... Sea lo que sea este sitio... Veo como nubarrones de problemas se ciernen sobre mi ciudad. Para ocuparse de ellos quedan unos pocos jóvenes a los que intenté guiar mientras pude.
Espero que se acuerden de darle de comer a Mister.
Harry Dresden a Muerto deteniendo al brujo Victor Sells, dejando sin representante del Consejo Blanco en la ciudad de Chicago. Salvo a algún que otro mago novato y unos pocos seres sobrenaturales instruidos por el infame Dresden no queda nadie para mantener el "status quo" en la ciudad.
Ahora, cabe ver si esa nueva generación de sobrenaturales podrán hacer frente a la tormenta que se avecina.
Sistema FATE.
+18
Bueno niños y niñas... Especialmente... niñas. Como Harry se ha ido de forma harto definitiva, me toca a mí explicaros a como va eso que llaman mundo. Básicamente porque no quiero quedar de nuevo olvidado en una estantería otro par de décadas.
Creo que estoy cogiendo alergia al polvo. Así que aprended como va esto si no quereis acabar donde el bueno de Harry. No tengo manos para cavar.
Atte.
Bob.
Más allá de la superficie "normal" del mundo existen cosas y personas de las que la mayoría de nosotros no queremos saber nada y, si alguna vez nos las encontramos, haremos todo lo que podamos para olvidarlas.
La gente no ve lo que no quiere ver.
Pero eso nos pasa a la mayoría de nosotros.
Y vosotros... vosotros no pertenecéis a esa mayoría.
El poder, esa sucia, licenciosa y lúbricada amante. Ten mucho de ella y te lo dará todo. Y solo te pedirá un pequeño presente por sentarse a horcajadas sobre ti.
Solo pedirá tu humanidad. Déjala meterse demasiado entre tus sábanas y pronto olvidarás lo que es ser mortal.
Y con ello despídete del libre albedrío.
Somos magos, policías, mecánicos, hombres lobo, médicos, hadas, mafiosos, reporteros, guerreros sagrados y vampiros. Invocamos los poderes oscuros del Más Allá, o la oscuridad de la naturaleza humana.
Somos los monstruos que viven en la puerta de al lado o que acechan bajo un rostro amable.
Este en nuestro mundo.
Tu mundo.
Hay muchos seres en el mundo, tanto mortales como sobrenaturales, que andan sueltos por ahí. La falta de conocimiento sobre un bicho suele ser mortal cuando estás atrapado en un callejón con algo que gruñe, brilla y escupe algo viscoso.
Los mortales os caracterizais por vuestra poca memoria. Con unos pocos años los recuerdos se empiezan a hacer nublosos y algunos solo recordais lo que queréis y del modo en que preferís.
Por suerte algunos no olvidamos.
Nunca.
Ivy.
Cuando entras, bajas unos pocos escalones hasta llegar a una pequeña sala.
Hay trece taburetes en la barra y trece mesas en el local.
Trece ventanas colocadas en la parte superior, para que queden por encima del nivel del suelo y así conseguir que entre algo de luz de la calle.
Trece espejos colgados en las paredes y trece columnas de madera, con grabados de imágenes de cuentos populares y leyendas del Viejo Mundo.
Bienvenidos a la jungla.
Como en cualquier jungla, es un lugar con sus depredadores y su presa. Algunos de los depredadores más peligrosos mundo viven aquí. Unos pocos de ellos están en jaulas.
Y ninguno de ellos es lo que aparenta ser.
No soy el primero en llamar jungla a Chicago. Hubo una vez un tipo llamado Upton Sinclair que lo describió en un libro.
"De repente, aquella sombra se lanzaba sobre ellos y los amarraba; inexorable, implacable, sorda a sus alaridos y protestas, ejercía sobre ellos su cruel voluntad, como si los deseos, los sentimientos de aquellos seres no existiesen en absoluto. Y los degollaba y contemplaba inalterable mientras de ellos se escapaba la vida."
Sinclair tenia un don con las palabras. Lo que no tenía era a mis chicos.
Harry Blackstone Copperfield Dresden.