La vida en el Imperio Esmeralda está plagada de peligrosas emociones para los samuráis.
Las vidas de un cortesano y su yojimbo en la corte provincial Grulla.
El devenir de Kai y Kaori en su Clan.
Tras hablar con el Magistrado Doji Basho-sama, Kai y Kaori se acercaron a la calle de los fideos a comprobar qué problemas alteraban la agenda del Magistrado.
Unos comerciantes creyeron que les extorsionaban. Fuera de aquello, no vieron nada inusual en la zona, así que Kai se dejó llevar por los encantos de dos jóvenes que preparaban fideos en una mesa al aire. Estas le condujeron a orillas del mar, bajo el muelle que protege esa parte de la ciudad de las tormentas. Kaori, resignada, hizo guardia salvando las apariencias.