10 de Febrero de 1923
Te encuentras en Denver, actualmente estás excavando unas ruinas de un antiguo poblado Comanche en las afueras de Denver. El poblado, con construcciones de adobe y de roca, contiene restos interesantísimos de una docena de estratos diferentes que van desde el S XIII hasta casi el XIX, cuando fue abandonado por la presión del hombre blanco. Ahora mismo, te encuentras en un punto muerto, pues una vez ha sido extraído todo el contenido y catalogado, estás a la espera de que se profundice en una de las simas. La Universidad anda algo escasa de fondos, lo que se traduce en que faltan trabajadores, lo que lleva a más retrasos.
Apuras la helada cerveza y tras pagar la cuenta vuelves a tu casa, un espartano apartamento sin apenas mobiliario. No llevas ni diez minutos en casa cuando un mozo de correos te trae un telegrama urgente, tras darle la propina le despides y empiezas a leer:
Brodsky... es profesor de la Universidad, compañero tuyo. Enseña Etnología en régimen de Intercambio. No tienes ni idea de qué artefacto habla el telegrama, pero si Brodsky está interesado en ello seguro que es algo muy importante. Conoces a Philippa Davies, es una joven tímida y a veces agresiva pero muy muy inteligente. Ha asistido a alguna de tus conferencias y a las de muchos otros, recuerdas haber coincidido con ella media docena de veces en conferencias sobre Historia en general. No recuerdas si es licenciada o doctora en Historia, pero pertenece al mundillo académico, a la escuela de la ciencia de la historia en Estados Unidos.
Relees el telegrama varias veces, dos conocidos, un encargo, 600 $ al telegrafiar que aceptas el encargo...
Si dispongo de biblioteca personal busco primero entre mis libros alguna referencia sobre el fragmento, o al menos sobre el nombre del fragmento, el cual me suena a hindú, pero no estoy seguro. Tenga o no tenga biblioteca personal, igualmente también visito alguna biblioteca universitaria, si me es posible, o incluso municipal si considero que hay alguna que pueda disponer de la información que busco.
Tu media docena de libros habla sobre "nativos norteamericanos" y la biblioteca municipal de Denver no tiene nada que ver con las de la Costa Este, pero aún así, no te das por vencido y decides emplearte a fondo todo el día en busca de algún tipo de información sobre el fragmento... rebuscas y rebuscas durante horas, a decir verdad, durante el resto de aquel 10 de Febrero.
Pues hacer dos tiradas de Buscar Libros, para encontrar algo al ser una bilioteca pública muy malucha, tienes un Malus de -15 %, así que tendrás que sacar 35 o menos para encontrar algo de utilidad.
No encuentro nada para desespero mío. Tengo claro que en cuanto tenga acceso a una biblioteca medianamente decente ,realizaré de nuevo la búsqueda.
Motivo: Buceando entre los libros (1)
Tirada: 1d100
Dificultad: 35-
Resultado: 94 (Fracaso)
Motivo: Buceando entre los libros (2)
Tirada: 1d100
Dificultad: 35-
Resultado: 77 (Fracaso)
Tras salir de la biblioteca te vas de vuelta a casa, ¿de Cena? una copa de vino y una torta de maíz con carne en su interior de un puesto callejero del barrio en el que vives.
Tras la cena te acuestas y tu cabeza comienza a dar vueltas, ¿Aceptarás el encargo? Por un lado, no se te ha perdido anda en Nueva Orleans, pero son 600$ y te vendrían muy bien... además las excavaciones van a llevar varios meses, podrías dejar a Scott al mando de la excavación y hacer el encargo.
Tendrías que mandar a primera hora un telegrama a la Universidad, a Brodsky para decirle que aceptas el encargo y otro a Philippa para saludar y decir lo mismo, que irás a por el artefacto...
Aún no lo tienes del todo decidido hasta que amanece, apenas has dormido un par de horas pues no has dejado de darle vueltas al asunto.
11 de Febrero.
Acepto el encargo. El dinero no me vendrá mal y además me pica la curiosidad. Aprovecho todo el día para enviar los telegramas, dar unas cuantas directrices a Scott respecto a la excavación y preparar mi equipaje para el viaje, a la vez que compro el billete del primer tren que vaya hacia Nueva Orleans, o en su defecto otro transporte si no hay billetes de tren disponibles.
En equipaje, muda, ropa y mi equipo. Como buen historiador no sería la primera vez que me encuentro algo interesante y no he podido investigar mucho por falta de equipo básico.
Tras enviar los telegramas acudes a la estación de Denver, tras calcular la ruta minuciosamente, descubres que tienes que tomar un tren hasta El Paso en texas y de allí uno de la Southern pacific hasta Nueva Orleans, el viaje tarda 2 días y no sale un tren hasta dentro de 3 días. Tiene un coste el billete de 53´70$ e incluye todas las comidas y el pasaje en es vagón cama.
En Nueva Orleans tienes que coger otro tren hasta Davies Landing, que tiene un coste de 9 $ con el desayuno incluido.
53,70 $ el billete + comidas. Réstate el dinero.
En vista de que tengo aún varios días antes de salir de viaje, los aprovecho para prepararme bien y dejar atado el tema de la excavación. Compro una libreta y dos lápices por si tengo que tomar notas durante el viaje y aprovecho para enviar un nuevo telegrama a Georgi Brodsky solicitando más información sobre la pieza que he de llevarle.
En los tres días que transcurren hasta la partida, no obtienes más información o respuesta de Brodsky a tus telegramas, tan sólo recibes respuesta del telegrama que envías a Philippa Davies:
"Querido Robert:
Tu visita me trae recuerdos muy felices. Mi padre y yo estaremos muy contentos de verte. Por favor, quédate con nosotros tanto como desees.
El Fragmento Vish está siendo empaquetado y embalado, para que te lo puedas llegar cuando quieras. Un coche te estará esperando en la estación cuando llegues.
Tu amiga, Philippa D.
Sunset Hall, Mississippi.
PD: Si cambias de planes, mándanos un telegrama con la suficiente antelación. En esta parte del país no tenemos teléfonos."
14 de Febrero de 1923
Sale el tren hasta Coppertown, de allí se toma el tren de AT&SF hasta El Paso, donde haces transbordo con el ferrocarril de la Southern Pacific que recorre el sur de Texas hasta llegar a Nueva Orleans el día 16 de Febrero de 1923 en el amanecer de un día frío y húmedo, haces transbordo a la línea del ferrocarril de Louisville y Nashville, bordenado el Golfo de Méjico y adentrándose en la oscuridad del Mississippi, bajando del tren en Davies Landing, cerca de Biloxi y a unos 5 KM de Sunset Fall casi al anochecer.
Davis Landing es un pueblo portuario, protegido del océano por bancos de arena e islas bajas. En este lugar desemboca el Chickasway, el río más importante del lugar. A unos 3 KM corriente arriba, es donde se unen los afluentes Rojo y Negro (casi en el mismo sitio en el que se enclava Sunset Hall) llamados así por el color de las aguas arcillosas y por las oscuras aguas con turba, respectivamente.
Eres la única persona que se apea en la estación, la cual no es más que una vía muerta con un andén cubierto bajo cuyo techo oscila una única bombilla de 40 W, una única luz en la inminente oscuridad sin estrellas. La estación no dispone de edificio ni de jefe de estación.
Miro a ver si veo a Philippa o a alguien, mientras doy una vuelta por el lugar sin alejarme mucho del sitio dónde he bajado.
A lo largo de la única calle detrás de la estación no hay ningún tipo de iluminación, tienes que encender tu linterna para poder ver algo, no hay ningún coche de los Davies. Puedes acercarte a lo que es el pueblo o ir caminando hasta casa de tus anfitriones, la cual está a unos 5 KM.
Enciendo la linterna a ver si veo alguna cosa curiosa. Mi idea es esperar media hora y si no aparece nadie que venga a buscarme, dirigirme hacia la casa de mis anfitriones caminando.
Las calles no disponen de alumbrado eléctrico,de hecho ni siquiera hay electricidad. La oscuridad poco a poco se hace total, para colmo de males empieza a caer una fina llovizna que te empapan los huesos. Esperas y esperas pero no aparece nadie, das un rodeo a la estación y ves a poca distancia edificios oscuros enclavados entre las brumas. El tétrico paisaje parece sacado de un sueño, el aire es viscoso y tiene un ligero toque y aroma a podredumbre. Distingues muy a lo lejos por un momento una luz y frente a ella una sombra , sólo dura un instante pero no tienes duda de haber visto la sombra, la luz está fija pero la ves a intervalos en función de los bancos de bruma.
Ya que no tengo nada que hacer y picado por la curiosidad me acerco hacia el lugar dónde he visto la sombra, alumbrando con mi linterna haciendo varios barridos de derecha a izquierda por si el origen de la sombra se encontrase o se hubiese desplazado hacia los lados. Como no se lo que puedo encontrarme y dado que uno ya tiene experiencia con maleantes, preparo mi revólver del 38 y lo llevo oculto en la chaqueta.
Mientras te acercas empuñando la linterna, vuelves a ver por un momento otra vez la sombra justo en el momento en el que el viento cambia de dirección, enviándote una bocanada de olor a podrido más fuerte que el que flota en el ambiente per sé. Sigues caminando hacia la sombra para descubrir que vas directo al puerto, de hecho sigues andando y en seguida estás muy cerca de un embarcadero junto al agua. Es en ese momento cuando escuchas un chapoteo en el agua. Te asomas para descubrir que no hay ni rastro de la sombra ni de lo que acaba de chapotear, miras hacia arriba y ves a poca distancia la luz, proviene de la ventana de una casa a pie de puerto.
Hecho un vistazo por donde estaba, o creo que estaba la sombra. Por un momento se me pasa por la cabeza acercarme a la casa para ver si puedo llamar por teléfono, pero tras recordar que allí no hay teléfonos, me planteo volver a la estación tras echar un último vistazo al lugar donde me encuentro, y desde allí dirigirme hacia la casa de mis anfitriones.
Al pasar junto a la casa te parece escuchar un ladrido de un perro pero nada más. Sin encontrar nada de interés, te das la vuelta y vuelves a la estación, sigue sin estar el coche presente, así que caminas hasta la casa de tus anfitriones, hasta Sunset Hall.
Es ya noche cerrada cuando menos de una hora más tarde, el viaje se te hace muy desagradable, no para de llover y la carretera no tiene ninguna clase de toldo o cobijo en el que guarecerse de la fina llovizna que te cala entero.
Sunset Hall es un nombre bastante exagerado para una casa de madera de dos alturas que mira al Oeste, está enclavada junto a uno de los afluentes (crees que el Rojo) en alto.
A medida que te acercas a la casa, ves una puerta doble de un edificio exterior (a la izquierda) que empiezan a golpear contra las paredes de dentro por el fuerte viento, frente a ti tienes la construcción principal y a la derecha hay otro edificio que parece un granero o algo del estilo. No se ve ninguna luz ni se escucha ningún ruido, en ese momento, se te apaga la linterna y tienes que cambiar la pila.
réstate 1 pila de la linterna en equipo.
Cambiamos de escena.