Partida Rol por web

Nait parece sorprendido cuando escucha el nombre de su ex, pero Aierim no le permite hablar del tema, pasando rápidamente a lo que realmente les preocupaba. Cuando la chica de pelo verde termina, el asiente su deducción.

- Sí... Esto parece alguna especie de complot. Algo traman. - Menea la cabeza como decidiendo algo. - Deberías decírselo a Nailuj. Por mucho que me moleste pedirle ayuda, quizá los rebeldes sean los únicos que puedan hacer algo ahora.

Se mete un dado de queso fresco en la boca.

- Esta buena esta ensalada. ¿Sabes que he perdido 2 kilos más? - comenta riendo en un intento de cambiar de tema a algo más trivial. - Pronto voy a tener que ir apartando a las chicas, jeje - Al pensar en eso, por su mente pasa Meg, la cual le había prestado el dinero a Aierim. - Por cierto, ¿Ammeg estaba bien? Hace mucho que no sé nada de ella. De hecho, precisamente desde nuestra última discusión sobre los mutantes...

Continúan hablando un rato y quedan en que Aierim le avisará en cuanto sepa algo de Nailuj, Meg y Aushoj.

Al despedirse Nait le da dos besos a su amiga.

- Muchas gracias por todo, mi niña. Espero poder devolverte este favor algún día.

Después se va para su casa, a varias manzanas de allí.

Al rato de haberse ido Nait, nota una explosión silenciosa en la habitación. Como una onda expansiva, pero sin el ruido que normalmente va asociado. Aierim supone que es el poder teleportador de Nailuj, cuando quería ser percibido.

Se dirige a la habitación y lo encuentra tumbado en la cama.

- Hola, mi reina del magnetismo - ríe mientras juguetea con unas esposas que tiene en la mano.

Después las tira encima de la cama, se levanta, se acerca a ella y le da un largo beso.

AL cabo de unos momentos de esperar, suena el teléfono. Aushoj pega un respingo en su asiento y lo coge.

- Dime - dice el psíquico suponiendo que se trata de su contacto.
- Está bien Aushoj. Te conseguiré el vial tal y como me pides. - escucha al otro lado del teléfono. - Pero ten en cuenta que te va a salir más caro de lo normal... Un 20% más.
- Ya te he dicho que el dinero no será problema, pero necesito ese vial ¡ya!- le dice con voz impaciente Aushoj.- Maldito estafador...
- De acuerdo, de acuerdo... Te lo haré llegar por mensajería privada, como siempre. Mañana a las 15:00 h del mediodía en tu casa. Dale el cheque al mensajero.
Después, sin más miramientos, cuelga. Aushoj suspira aliviado. Saldría caro, pero todo fuese por su amigo de la infancia, Nait.

Una vez solucionado el "problema", al menos de momento, vuelve a su trabajo. Mañana estaría pendiente del mensajero, aunque sabía que se trataba de un pizzero falso, ya que no era la primera vez que lo hacía.

Ahora sólo tenía que esperar a mañana...

Por un momento, Aierim pierde el sentido de la realidad en los brazos de Nailuj. Ojalá la vida siempre fuese como este momento... Pero pronto se libera de sus brazos, y mirándolo fijamente a los ojos, decide exponerle el problema de Nait.

- Tenía ganas de verte, pero he estado de aquí para allá recabando información sobre lo del asunto de Nait. Por lo que se ve, no van por ellos por que sospechen que tienen alguna mutación, sino porque ellos saben que se han estado haciendo investigaciones sobre el alcantarillado de Sant Joan Despí y alrededores. Parece ser que hay una red de alcantarillas que alcanza toda la península - Antes de que hable, al ver la cara de intriga de Nailuj, Aierim le tapa suavemente la boca con sus deditos - Nait lo descubrió al introducirse en una sombra y dar con una reunión altamente importante de su empresa, en la cual estaba su jefa, Aicir Tap, ¿te dice algo ese nombre? Es que todos los de la lista son del departamento de SAP (Suministros de Aguas Potables), están todos menos Aicir.

La joven se hunde por un momento, buscando consuelo en los brazos del apuesto mutante, que la abraza con cariño. Aierim evita mirarlo a los ojos, pero Nailuj le alza la barbilla, posando sus tranquilos ojos verdes en las inundadas pupilas de su protegida.

- Vamos, tranquila, eh, no llores - Nailuj le limpia las lágrimas y le besa primero un párpado, después el otro.

- Creo que esto es muy serio, Nailuj, y no sé qué hacer, ni por dónde tirar. Ya he movido todos los hilos que conozco. Es como tener una bomba en las manos y no saber qué hacer con ella, sé que explotará y hará mucho daño a las personas que conozco, pero no sé dónde enterrarla, ni cómo destruirla.

- No te preocupes. No estás sóla... - le dice el rubio mensajero a Aierim mientras le mesa suavemente el pelo - Tienes que dejar de sentir que todo es responsabilidad tuya o te volverás loca.

La sienta en el sofa y se pone a su lado cogiéndole de una mano.

- Como bien has dicho, parece algo serio y tú ya has movido todos los hilos de los que dispones. Ahora me toca a mí hacer mi parte. No te preocupes que todo saldrá bien...

Piensa durante unos instantes.

- Es probable que la hora de las medias tintas se esten acabando, Aierim y... aunque no me guste seguramente tendrás que implicarte más, porque es probable que los líderes te pidan tu ayuda. Tu poder es extraordinario y puede ser vital para nuestra causa.

Le suelta la mano y le da un beso en la mejilla.

- Pero ahora no pienses en eso, descansa...- le dice mientras se pone en pie y desaparece en un destello sin posibilidad de que ella diga nada.

Aierim se queda sóla, con el cuerpo aún tibio del contacto con su chico y sus preocupaciones flotando por la habitación.
Por su cabeza cruzan dudas ante las siempre breves visitas de Nailuj.

- ¿Porqué nunca me cuenta nada suyo? ¿Porque siempre me da la sensación de que me quedo a medias con él? A fin de cuentas nunca va a ser mío del todo pues es una Luz. ¿Y si sólo juega a seducirme porque mi poder les interesa?

Menea la cabeza cabreada por pensar esas chorradas.

- Basta Aierim. Estás siendo una niña estúpida. En realidad no piensas nada de eso. Únicamente estás asustada porque el problema te viene grande.

Cabreada, coge un Donete y mientras se lo come se va a la ducha a refrescarse. Necesita pensar.